«Capítulo 15: te he echado de menos»

5.1K 255 63
                                    

Sin pensarlo dos veces me tiré a sus brazos. Lo apreté entre mis brazos lo más fuerte que pude. No podía creer que lo tenía aquí conmigo. Respiré su perfume, seguía oliendo a su colonia de macho pecho peludo.

-Te eché tanto de menos enana.- Me acarició la cabeza como si fuera un perro. En otro momento me hubiera enojado que me llamase enana y me hiciera eso en el pelo, pero estaba cegada por la felicidad que me producía su visita.

-Yo también Lucki lu, ¿que haces aquí? ¿mama lo sabe a que sí?.- Pregunté, ya sabía porque se mensajeaba tanto.

-Queríamos darte una pequeña sorpresa, y TADAAAAAAAA.- dijo mientras abría sus brazos.

Mi hermano Luke estaba aquí, él es más mayor que yo, tiene 21 años y nos llevábamos muy bien, aunque teníamos nuestros pequeños roces de hermanos, como todos. Pasamos a dentro, y se subió a su cuarto a acomodar sus cosas, al parecer estaba de visita por dos días. Era poco, pero por lo menos lo tenía aquí conmigo. Mi móvil vibró, y lo saqué para contestar los mensajes obviamente.

Mensaje de 'enmienmibfffff':
Me aburro:(

Sí, Enma se había cambiado el nombre, lo hacemos cuando estamos juntas.

Mensaje para 'enmienmibfffff':
Está aquí! Luke está aquí!!!!!!

El otro mensaje pertenecía al anónimo. Después de pensarlo, lo abrí:

Mensaje de '????':
¿quien es ese?
¿y por qué le abrazas?

¿Quien es ese y por qué le abrazo? O sea, quien quiera que sea, o vive por aquí o me está siguiendo o... ¡JODER! Que he estado hablando con un puto psicópata todo este tiempo, si es que lo sabía... ¿Y si quiere algo de mi? ¿Dinero, cariño, sexo...? Empecé a temblar, se me había quitado todo el hambre que tenía, y eso era muy raro en mi. Comí un plátano y subí las escaleras para encaminarme hacia mi cuarto, ducharme y acostarme a pensar. Mientras miraba hacia abajo choqué contra un duro torso.

-Vaya hermanito, pero si tienes tableta.- me burle, cuando era más pequeño tenía un poco de chicha y aunque no llegara a ser gordo no se le marcaban los músculos como él quería.

-Ja ja ja, soy el terror de las nenas.- Sonrió con arrogancia, ay no.

-Si venga creído, aparta.

-¿A donde vas? Iba a llevarte a comer pizza, pensaba que no te negarías. Aunque dejame decirte que deberías cuidar más tu dieta.- Sonrió, y a su vez recibió un golpe de mi parte

-Primero, no estoy gorda.- Le volví a golpear, como lo extrañaba.-Y segundo, no tengo hambre, de verdad, mañana será.

-¿Estás bien?.-él sabía que en el momento en que me negué a pizza, algo andaba mal

-Sí,solo estoy cansada.- típica excusa que ni un troglodita se tragaría.

-Bien, descansa enana.- Y besó mi frente. Definitivamente es tonto.

Retomé el camino hacia mi cuarto, y cuando entré me estremecí. Una ola de aire golpeó mi cuerpo, mis vellos se erizaron, no sé si por frío o por miedo. Fijé mi vista en la ventana, estaba abierta por lo que las cortinas revoloteaban, qué raro, porque yo las dejé cerradas. Mi corazón se aceleró cuando vi una figura en la esquina de mi habitación, debido a la oscuridad no veía su rostro, pero sí sabía que era hombre. Retrocedí dos pasos, a la vez que él avanzaba otro dos, dejando a la vista su rostro, rostro al que conocía muy bien y había evitado durante días.

El idiota es mi vecino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora