Mischievous| Kai Parker #1

«Capítulo 12»

Canciones para el capítulo:

RHODES - Somebody

Damien Rice - 9 Crimes

Ed Sheeran - Lego House

The Weeknd - Dark Times (ft. Ed Sheeran)

Hope. 

Se marcharon.

Me giré para mirar a Kai, los vampiros que lo retenían intentaban morderle. Forcejeé para soltarme de los vampiros, pero no me dejaban moverme. Se veían esqueléticos, y sobretodo, débiles. Estaban muertos de hambre, y Kai era un brujo, pero también era humano. Y  tenía sangre fresca, para ellos. Aunque yo fuese vampira, también era bruja y loba, así que tal vez mi sangre también podría servirles de alimento y por eso intentaban morderme a mí también. 

― ¡Basta!― gritó Kai, y, moviendo una mano, alejó con magia a todos los vampiros, a unos metros de nosotros. Los vampiros empezaron a caminar de nuevo hacia nosotros. 

― No os atreveréis a volver a intentar matarnos sabiendo quién es mi padre, ¿no?― pregunté, colocándome delante de Kai, para que no intentaran hacerle daño. Los vampiros permanecieron quitos mientras hablaba― Mi padre es Niklaus Mikaelson, un Original. ¿Os suena su nombre?

Intentaron decir algo, pero apenas tenían fuerzas para hablar. Incluso un par de ellos se desplomaron en el suelo de la poca fuerza que les quedaba. No podía dejarles aquí, así. ¿Qué podía hacer, entonces? ¿Entregar a Kai para que se lo comieran vivo? ¡No! ¡De ninguna manera! ¡No permitiría que hicieran daño a Kai! 

Por otro lado... intentó matarme. Muchas veces. 

Me giré para mirar a Kai, el cual, parecía asustado de verdad. 

― Vamos a llevaros a la mansión Salvatore― sentenció. Entonces Kai me agarró del brazo bruscamente y me giró para mirarle. 

― ¿¡Estás loca o qué te pasa!? ¡Nos comerán, literalmente!― gritó, mientras me miraba furioso. 

― No dejaré que te toquen, relájate. Beberán de mi sangre, uno por uno. Solo necesito que los controles― expliqué. 

― ¿Te crees que voy a ser una niñera de vampiros sedientos de sangre por que tu me lo pidas? 

― O haces eso, o les diré que te coman. Elige. 

Kai negó con la cabeza y me soltó. 

― Venga, vamos a la maldita mansión. 

-

― Vale, esto es muy fácil si tenéis paciencia― empecé a decir― Kai se quedará fuera de la habitación, y uno a uno vendréis y beberéis de este vaso― levanté un vaso, lleno de mi sangre― Uno por uno. Sé que tenéis hambre, y hay sangre para todos.