La dama y el capitán

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Sun Gi revolvía los frijoles en esa cacerola quemada y abollada, no había más nada para comer así que tenían que conformarse con eso en el desayuno. El cuerpo de la chica estaba allí pero su mente estaba en otro lado, pensando en lo sucedido la noche anterior, en las cosas que Zico le dijo, "Yo te respetaría y haría que te sintieras cómoda y segura". No lograba entenderlo, a veces era muy antipático y otras hasta parecía que se preocupara por ella. Tenía ganas de explorar lo que había en su cabeza porque la tenía confundida, ya no sabía qué hacer o decir sin saber como fuera a reaccionar, si ese día estaba de malas y la amenazaría como siempre con lanzarla de la borda o si le daba por ser amable.

Yu Kwon entró a la cocina, recién levantado, admirando la espalda de Sun Gi tras el fogón removiendo el contenido de la olla con el cucharón. Sonrió, imaginándose si alguna vez la vería así pero en la cocina de su casa, estando los dos juntos, casados. Sacudió su cabeza, esas eran ideas muy repentinas, apenas y se habían declarado su amor el día anterior y que pensara en casamiento era muy apresurado. Culpaba a Min Hyuk por eso. Se acercó a Sun Gi y la abrazó por la espalda, hundiendo su rostro en su cuello y dejándole un beso.

-Buenos días.

-¡Yu Kwon! Alguien puede entrar y vernos.

-Tranquilos ya los vi - dijo Min Hyuk quien acababa de entrar.

Sun Gi encogió su cuerpo queriéndose ocultar.

-Tranquila, él sí lo sabe - le indicó Yu Kwon separándose de ella. Sun Gi volteó a ver a Min Hyuk.

-¿Y no te importa? ¿Tú no eres de los que piensa que el amor no es para los piratas? - le preguntó al chico que ya estaba sentado a la mesa.

-Sí, si se tratara de mi, pero si es de un amigo me importa que sea feliz así que lo apoyaré - sonrió.

En seguida uno a uno fue entrando a la cocina y tomando sus puestos para comer el desayuno. En cuanto Taeil entró, le dirigió una mirada fría a Sun Gi, ella agachó la cabeza apenada y la subió al ver a Zico que se le quedó mirando de manera nerviosa. La joven frunció el ceño, extrañada ante la forma en que la veía pero cortó inmediatamente el contacto visual para sentarse a la mesa.

-Zico ¿En cuántos días llegaremos al Caribe? - preguntó Kyung antes de llevarse la primera cucharada a la boca.

-No sé, es al otro lado de donde estamos, será un viaje muy largo.

Los demás comenzaron a comentar sobre dicho viaje y sobre cómo sería el tesoro, ese era el único tema de conversación que tenían esos días. Por su parte, Taeil se había quedado en silencio tan sólo tomando su sopa de frijoles y Zico entre cucharada y cucharada que se metía a la boca, posaba sus ojos en Sun Gi quien estaba dentro de la charla. Sentía como su estómago revoloteaba cada vez que sonreía por más mínimo que fuera, cada gesto que hacia le parecían encantadores y su suave e inocente voz era como música para sus oídos.

*No Zico, no la mires* pensaba el capitán volviendo sus ojos al plato pero automáticamente se iban a Sun Gi. Terminó de comer rápidamente para no seguir allí frente a ella y subió, de nuevo a tomar el mando del timón. Escuchó como los demás se esparcían en cubierta y en un momento en que Yu Kwon miró hacia popa, le hizo señas con el dedo para que se acercara.

-¿Necesitas algo?

-Yu Kwon, quisiera preguntarte algo - miró a cubierta procurando que nadie los escuchara - Tú eres amigo de Sun Gi, siempre estás con ella ¿Te ha dicho algo sobre mi? Quiero decir ¿Qué piensa de mi persona?

-Que eres insoportable.

Zico hizo una mueca de disgusto.

-¿Cómo podría hacer para que cambiara su forma de pensar sobre mí?

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