Las lágrimas se estaban formando en los ojos de Lea, Drew sintió que algo se partió dentro de él al escuchar tal relato. Esta mujer solo había querido lo mejor para la persona que amaba aunque perdiera todo al obtenerlo. Había sido egoísta con ella misma y con los demás solo por él.

—¿Lo amas mucho, o no?—La chica sonrío nostálgica y asintió en silencio.—Debes extrañarlo.

—Cada minuto que paso en Boston, pero ¿qué más puedo hacer? Necesito el dinero, necesito que Thaiel se case con Vanessa, sino nunca obtendré mi pago.—Un problema más se había sumado a la cabeza de Drew, ahora si Thaiel se negaba no solo le costaría todo a su familia sino también a Lea, ya que no conseguiría el dinero para operar a Teo. Que jodida situación.

Drew pasó su mano por su cabello nervioso, necesitaba pensar.

—Tú no quieres que Thaiel se case... ¿no? —Le preguntó la joven, Drew la miró y asintió, para que negárselo, lo que menos quería ahora mismo era ver a Thaiel sufriendo mientras le colocaba un anillo a una persona que no amaba.—¿Estás seguro de que lo olvidaste?

Aquella pregunta desconcertó a Drew, por supuesto que lo había olvidado, cuando despertó no tenía la más mínima idea de quién era y hasta el día de hoy no recuerda ni la mitad de las cosas que paso con él.—Sí, lo olvidé.

La chica estaba segurísima de lo que estaba pasando.—Sí, tu cabeza lo olvidó pero que me dices de aquí.—Le preguntó mientras colocaba una mano en su pecho, justo a la altura del corazón. El rostro de Drew se tiñó de rojo al instante. ¿Qué cosas estaba preguntándole de repente? Que locura. Negó con la cabeza en silencio y a la joven se le formó una sonrisa mientras asentía haciendo de contraria.—
Oh, yo creo que sí.—Porque cuando tú quieres apartarte de alguien te alejas, pero tú nunca lo hiciste. Siempre regresas hacia ese chico. Porque tú no solo lo aprecias, sino que lo amas.

—¡¿Qué rayos estas diciendo?!—Gritó Drew aún ruborizado, no podía creer lo que estaba ocurriendo aquí, la chica que hace horas atrás estaba coqueteando con él, ahora mismo lo acusaba de estar enamorado de Thaiel.

Lea bufó.—Por favor Drew, seguro que cuando yo te besé no sentiste nada.—Le reprochó, levantó su dedo índice.—Pero...si Thaiel lo hiciera es diferente.

El recuerdo de los labios de Thaiel sobre los de él se cruzó en la mente de Drew como un destello fugaz, ese día se había sentido confundido, pero eso no significaba que no había sentido nada como con Lea. Pero es que aquel beso con ella se había sentido como plástico, falso, no había ningún mensaje oculto detrás de este. No entendía bien qué estaba ocurriendo, pero el calor había tomado su cuerpo y se sentía a punto de desmayar.

—Para.—La detuvo el chico.—No es ese el punto ahora.

La joven puso los ojos en blanco.—Bueno, bueno. ¿Tienes algún plan para solucionar esto?

Drew negó con la cabeza, no tenía la más mínima idea de que hacer al respecto. No pasaron ni diez segundos cuando una idea se le vino a la cabeza a Lea. Miró al chico con malicia, sabía que le costaría hacerlo acceder, pero estaba dispuesta a aceptar el reto.

Tomó al chico y se acercó hacia su oído susurrando su plan, no fue ninguna sorpresa para la joven que este abriera los ojos de par en par impactado y le diera una mirada de.—Estas loca si piensas que voy a hacerlo.

—Sí que lo harás, lo vas a sacar de esto.

El chico imploraba tiempo para pensarlo, esto que estaba por ocurrir no iba a ser nada fácil. Para absolutamente nadie.

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Tania estaba llorando a mares, hacia unos días que la pequeña no podía dormir con tranquilidad a causa de la otitis que la había atacado, la cual no la dejaba en paz. A pesar de que el médico le había recetado un fármaco este no parecía muy efectivo ya que la inflamación no bajaba causando que el dolor no se fuera.

Memorias. /Yaoi/ [Finalizada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora