Memorias. /Yaoi/ [Finalizada]

Capítulo 31

Los ojos de Lea se abrieron al instante impactados. Sentía que su corazón se iba a salir de su pecho mientras que su cabeza no paraba de dar vueltas. No podía creer lo que estaba sucediendo. Todo se estaba por venir abajo. Vanessa iba a matarla.

Sintió un mar de miedo recorrer su cuerpo antes de hablar.—¿D-de que hablas Drew? —Los ojos del otro detonaban furia. No se iba a salvar fácil de esta.

—Sabes bien de lo que hablo.—Pronunció el joven.

Los ojos de la chica seguían mirándolo incrédulos. Negó con la cabeza en silencio.—Realmente no sé a qué te refieres.

Drew la observaba sin poder creerse que realmente ella todavía tuviera las agallas de seguir ocultándolo.—Así que no sabes a qué me refiero.—Asintió—Bien, quizás el nombre de un tal "Teo" refresque tu memoria.—Lea se sintió desfallecer con la mención de aquel nombre.
—Escuché todo Lea, deja de ocultarlo.— Le advirtió Drew.

La joven se removió incomoda en su asiento pero dejó de negar aquellas acusaciones de una vez.—¿Cuánto sabes sobre el tema?

—Vi a Thaiel hace un rato, él se encargó de contármelo todo.—Gracias al cielo lo había hecho, porqué si no ahora mismo se estaría enterando de muchas verdades y no tendrían sentido. Necesitaba persuadir a Lea para que lo ayudara en este asunto, dándole información, hablando con Vanessa o quién sabe qué. Podría solucionarlo, él sabía que así sería.

A Lea le parecía inútil seguir ocultando lo que estaba ocurriendo, Drew ya se había dado cuenta de lo que estaba pasando. Aunque quisiera seguir ocultándoselo ahora mismo, la chica sabía de la terquedad de el joven y no tardaría en encontrar la verdadera respuesta logrando finalmente su cometido.

—¿Qué tienes para contarme?—Habló Drew interrumpiendo sus pensamientos. Lea levantó la mirada encontrándose con los ojos expectantes de Drew, suspiró rindiéndose completamente. Sabía que no sería fácil lidiar con Vanessa después de esto, su prima terminaría ahorcándola.

La chica se mordió su labio inferior confundida y desorbitada.—¿Recuerdas que supuestamente yo me había ido de Boston, para vivir en Nueva York?—El joven asintió.—Realmente no fue así, estos últimos años estuve viviendo en Madrid con mi familia. Haciendo que mi relación con Vanessa creciera ya que ella es mi prima.—Lea lucía deprimida y avergonzada al estar contando todo aquello de golpe.—Ella nunca olvidó a Thaiel. ¿Sabes?—Sonrío.—Es más, hasta tenía un altar en su honor en su habitación.

Drew lanzó un silbido.—Sí que esta chiflada.

A la contraria se le escapó una risita.—Sí, es algo extraño realmente.—Se encogió de hombros.—Pero es mi familia. Así que la respeto.

Drew entendía sobre eso, sabía que a pesar de alguien de su familia cometiera una estupidez o algo loco, no opinaría al respecto.—Está bien, ¿y entonces que sucedió?

—Hace alrededor de siete años atrás Vanessa vio una foto de ustedes dos besándose en Facebook, sintió que iba a explotar de rabia y prometió una venganza ya que si ella no tenía a Thaiel, nadie lo tendría. Me pidió mi ayuda pero yo me negué rotundamente, no podía separarlos viendo lo felices que estaban.—Suspiró.—Pero por desgracia tiempo después ocurrió lo peor, mi novio chocó con su motocicleta lo que le trajo problemas en la columna vertebral. Cuando fuimos al médico este nos dijo que debían hacerle una fusión en la espina lumbar, la cual es una operación muy cara y sumándole medicamentos y tratamientos, necesitaría más de cien mil dólares. Dinero que obviamente no dispongo.

No necesitaba decir mucho más, Drew ya había captado hacia donde iba este relato, pero aún así la dejo continuar.

—Cuándo Vanessa se enteró de que estaba desesperada intentando conseguir el dinero, se ofreció a prestármelo a cambio de que la ayudara a casarse con Thaiel.—La joven bajó la cabeza.—Tuve que aceptar, no soportaba seguir viendo a Teo sufrir de dolor.