The Reason.

Scene forty nine.

Maratón 1/2.

Celebration.

Parte II.

-Yoss, yo... puedo explicarlo.- tragué saliva y empecé a sentir un frío sudor en mi frente, lo que menos quería, recién pasa ¿por qué? ¡No lo merezco!-. Verás... es que...- ¿cuándo fue la última vez en que no me salían las putas palabras para articular una concreta y coherente oración? Ah sí ¡jamás!

-¡Felicidades cabrón!- me felicitó entusiasta y me abrazó, dejándome estupefacto y desconcertado.

¡¿QUÉ VERGA?!

-Gra-Gracias, supongo.- sonreí de lado y dejé de abrazarla para poder quitarle de las manos mi acta de matrimonio.

-¿Y qué? ¿Van a festejar o qué pedo?- nos miró a ambos fijamente y su sonrisa parecía macabra, espero no abra la boca.

-Este...- suspiré- sí, a las nueve en el bull, de hecho íbamos hacia el departamento de strecci y luis para invitarlos pero tú nos detuviste.- reí sin ganas, esto de lidiar con ella sobre mi matrimonio no está chido.

-Genial, ¿puedo ir?

-Am, claro- asentí- puedes ir, ahí estaremos todos a excepción de pepe que no está aquí.

-Sí supe, anda en Nueva York, creo iba con alguien ¿no?

-Su no...- le interrumpí a fabi.

-Ajá pero no sabemos con quién, porque sólo dijo que estaría allá dos semanas y que regresaría para empezar el tour con su banda.

-Pues esperemos traiga obsequios ¿no?

-Si es que se acuerda el cabrón.

-Bueno, los dejo muchachos, felicidades por su matrimonio y los veo en el bull a las nueve o quizá antes.- musitó y se despidió de ambos con un beso en la mejilla.

-¿Y ella es...?- frunció el ceño fabi cuando retomamos el camino hacia mi camioneta.

-Yosselin Hoffman, es hermana de ryan, no sé si lo recuerdes, el judío.- entrelacé mi mano con la de ella.

-Am...- entrecerró los ojos para ponerse a recordar, se veía tan hermosa- oh sí, lo recuerdo, estuvo en la fiesta de año nuevo.

-Y fue a ver a la pepa loca cuando estaba en el hospital.

-Sí, sí lo recuerdo.- asintió con la cabeza-. Um, te veías algo incómodo cuando ella te abrazó para felicitarte. ¿Por qué?- enarcó una ceja.

-Verás, ella es buen pedo y todas esas madres pero, donde hay mame, ahí la tienes ¿me explico?- hice una mueca.

-Uh, algo.

-En el camino te cuento con lujo y detalle, mi amor.- besé su mejilla.

Le abrí la puerta como el caballero que soy, ella me lo agradeció y subió, cerré su puerta y rodeé la camioneta para subir del otro lado, acto seguido la encendí y arranqué con destino al departamento, nuestro departamento. Eso suena... lindo.

En el camino le empecé a contar por qué me había incomodado con Yoss y no era porque me cayese de la fregada, al contrario, ella me cae de maravilla pero sin embargo, aunque muchos digan lo contrario, la creo capaz de divagar que estoy recién casado o quién sabe, tal vez estoy precipitando todo que me lo hace pensar y termine siendo otra cosa. Vaya que decirlo no está mal pero, es demasiado pronto para darlo a saber, está fresco como pintura cuando recién acabas de pintar tu habitación o la casa; y qué decir de mis panchebrios, los tomaría por sorpresa.