The Reason.

Scene fourteen.

Maratón 3/3.

-¿Crees que venir aquí con rosas, películas y comida yo te voy a perdonar?- frunzo el ceño.

-¿Quizá?- se encoge de hombros.

-Te equivocas.

-Alejandra, puedo explicarlo.

-¿Explicar qué? ¿Qué me querías ver la cara de estúpida y luego venir hasta mi departamento con detalles y hacer como que no pasó nada?

-No... no...

-¿Entonces qué?

-Lo olvidé ¿sí?- se sincera- desperté demasiado tarde con una maldita cruda de los mil y un demonios, fui a casa de un amigo porque necesitaba que lo ayudara en algo, de ahí tuve que ir a las oficinas en donde grabo mis canciones, había junta, para cuando llegué a casa, revisé el celular, vi tus mensajes y llamadas, entonces fue cuando recordé que te había invitado a salir- suspira y me mira fijamente- sé que te hice esperar de más, incluso sé que me detestas por ni siquiera contestarte pero lo siento mucho. No fue mi intención, y mi disculpa sincera es esta ¿nos quedamos aquí viendo películas?

-¿Y qué si te perdono? Terminarás por hacer lo mismo, José.

-No, lo juro. Por favor chula, tienes que creerme, no quiero que por esto nos alejemos y nunca más volvamos a vernos.

-¿Por qué lo haces tan difícil? ¿Por qué actúas así conmigo?- sollozo.

-Me agradas... me interesas... me gus...- pausa y carraspea- eso...- muerde su labio inferior.

-¿Y yo qué? No soy tan maravillosa José, hay chicas mejores y superiores a mí ¿por qué yo?- intento parecer relajada pero es tan inútil.

-Claro que lo eres, tú eres diferente a ellas y eso te hace destacar de entre todas, eso me llama la atención de ti.

-Soy tan cruel contigo y tú en cambio eres tan dulce... tan tú.

-¿Y eso qué? Eso me atrapa, no sé por qué y aquí me tienes ¿qué no te es suficiente?

¿Por qué me comporto tan cruel con él? Intenta que le agrade, intenta ir en serio conmigo y yo ahí estoy, empeorándolo y mandándolo por un tubo ¿qué clase de persona hace eso? Me decepciono de mí misma.

-¿Y bien? ¿Me vas a dejar aquí como pendejo?- hace una mueca.

-Pasa.- le abro paso para que entre y sonríe.

-Gracias chula.

-No hay de qué. Toma asiento, estás en tu casa.

-Es agradable y acogedor.- musita viendo a su alrededor. Lo veo poner las películas y botana sobre la mesita de la sala, luego viene a mí con una linda sonrisa de oreja a oreja haciéndome entrega del bonito ramo de rosas de mediano tamaño.- Para ti, con amor.- añade.

-Gr-Gracias- agradezco con timidez- no debiste gastar en mí.

-Intento conquist...- pausa brevemente pensando en sí darme a saber lo que está por decir o sólo quedarse callado- agradarte, intento agradarte y no me tengas en concepto de que soy un patán- sonríe de lado.

-Lo estás logrando- sonrío- las pondré en agua. Um ¿qué películas trajiste?

-¡Rocky!- exclama emocionado, su semblante irradia felicidad, es tan lindo.- ¿La has visto?- cuestiona curioso.

-Sólo vi las dos primeras.- río nerviosa.

-¿Qué? Debes estar bromeando mujer, eso no puede ser posible ¡no!- me mira pasmado que no evito carcajearme- oye no te burles.