The Reason.

Scene twenty.

Dedicado a: GabrielaEsparza7.

-Juxi necesito tu ayuda- escupe justo en el momento que atiende su llamada.

-¿En qué soy bueno amigo?- dice.

-Verás...- sale de la habitación para proseguir- me gusta una chica y...

-¿Quieres andar con ella?- lo interrumpe.

-Sí pero requiero de ayuda, amigo.- rasca su cabeza.

-Um, ¿tienes algo en mente?

-Me gustaría pedirle que sea mi novia en año nuevo.

-Uh, y dos días después es tu cumpleaños ¿no la quieres pasar solo?

-¿Y eso qué?- gruñe- nada que ver pendejo, eso es lo de menos. La verdad me gusta, no sé, me hace sentir diferente.

-Aw, estás enamorado- sonríe.

-Algo así juxi, la verdad no sabría decirte- suspira.

-Total, entonces ¿en año nuevo?

-Ajá pero ¿estarás ocupado para ese día?

-La iba a pasar con Laura pero si quieres hablo con ella y que se una a lo que tienes pensado.

-Por favor- suplica.

-Am... ¿qué te iba a decir...? ¡Oh sí! ¿Quién es la afortunada?- pregunta curioso.

-Ya verás cuando llegue ese día.

-Hm, la quieres hacer de emoción, quien te viera.

-Bien, te diré, es la chica de aquella vez en el bull ¿la recuerdas?- dice rendido.

-A ver, um- se frota la barbilla para recordar- ah ya recuerdo, es la chica que invitabas al after en el departamento de sandy ¿verdad?

-Sí, ella.

-¿Ya se conocían?

-Algo... ¿es necesario wey?

-Pues sí ¿no? ¿Qué tal si tiene algo que te cague como tú a ella?

-No lo creo wey, es... es perfecta.

-Te hemos perdido- se ríe.

-En fin ¿me ayudarás?- sonríe.

-Claro amigo, en estos días me vas a buscar para que me digas tu plan.

-Gracias cabrón, te la debo y sí, yo te busco.

-Ya está, hasta luego, feliz navidad.

-Feliz navidad para ti también, diviértete un chingo, nos vemos.- cuelga-. ¡Alejandra! ¿Sigues despierta?- dice en un sonoro grito, quizá llegó a escucharse hasta afuera.

-¡Sí!- responde ella de la misma manera.

Regresa a la habitación, se la encuentra con una blusa de manga larga blanca, bragas y una coleta alta, se miraba pensativa sentada en la cama.

-¿Todo bien?- le pregunta.

-¿Por qué no debería estarlo?- hace una mueca.

-Por lo de hace rato ¿no?

-Hablando de eso, lamento no haberte comentado lo de... tú sabes, eso.

-Oh, eso... tranquila, vamos con calma.

-Gracias.

-Sobre lo otro que te confesé ¿no dirás nada?- toma asiento en el borde de la cama.

-Tú también me gustas- confiesa con timidez y cubre su rostro.

Una sonrisa de oreja a oreja se dibuja en el rostro de José y se abalanza hacia ella para abrazarla, acto seguido empieza a depositar muchos besitos sonoros en su mejilla.

-¿Y eso?- cuestiona entre risitas.

-Sh... esto me agrada.

Permanecen así por un rato, abrazados en silencio, es algo sumamente agradable hasta que a ella le empieza a carcomer la intriga.

-José...- rompe el silencio y ese lindo momento.

-¿Mande?- enarca una ceja.

-¿Qu-Qué so-somos?- le pregunta mirando a la nada.

-No sé...- suspira.

-¡¿No sabes?!- exclama asombrada.

-Me gustas... pero... no sé.

-Lo sabía, sólo me quieres para un rato- escupe y lo deja de abrazar- como el gran patán que eres, maldita sea.

-¡¿Qué?! ¡No! ¡Yo no soy así!

-No me mientas...

-¿Por qué eres así? ¿Por qué fácilmente desconfías de mí?- acuna su rostro entre sus manos.

-Tengo miedo...

-¿Miedo? ¿A qué?

-A que me hagas daño.- solloza.

-No lo haré preciosa, recuerda que prometí estar siempre a tu lado, no quiero que te sientas sola porque no lo estás, me tienes a mí- besa sus labios- te quiero y mucho. ¿Podrías dejar a un lado todo eso que suele atormentarte y enfocarte solo en nosotros? ¿En lo felices que llegaremos a ser?- acaricia su mejilla.

-Te quiero más, gracias por llegar a mi vida.

-Y tú a la mía, escucha, estoy consciente de que te dije que no sé lo que somos pero de lo que si estoy seguro es que pronto seremos algo. Tengo una sorpresa.- sonríe.

-¿Con qué me sorprenderás esta vez?

-Paciencia y ya verás.- le guiña el ojo.

-Cada vez me intriga saber más de ti José. Sigues siendo un misterio.

-Para saber mucho de mí, sigue conmigo, siendo mi compañera de futuras aventuras.

-¿Así eres siempre?- le mira fijamente.

-¿Cómo?

-¿Tan romántico, tan tú, tan hermoso?

-Solía hasta que llegaste tú.

-¿Qué buscas o quieres de mí?

-Lo mismo que tú de mí... tu amor.