Scene twenty nine.

392 47 36
                                    

Who?

-Temo que sea mi mejor amiga quien haya caído en coma.- musita fabi con voz temblorosa y lágrimas rodando en sus mejillas-. ¿Qué haría sin ella? ¿Qué?- lo abraza.

-Yo... tr-tranquila ¿sí? El doctor me dijo que habían sido siete accidentados ¿quién te asegura que uno de nuestros amigos sea quien quedó así?- le dice intentando animarla para enseguida besar su frente- sólo relájate, el doctor no tarda en atendernos.

-Debo estar preparada para la verdad, Eduardo- suspira, deja de abrazarlo y limpia sus lágrimas para poder relajarse- pero yo no me explico ¿por qué justo cuando todo es tan armonioso y lleno de color?

-La vida es dura- se encoge de hombros- uno sufre mientras ella goza por su malicia. Es un ciclo interminable. ¿Qué se hace? Más que aceptarlo, a veces lo afrontas, es difícil.

-No quiero un golpe así de duro en mi vida, otra vez, Eduardo. Suficiente tuve con la muerte de mi abuela hace unos meses como para que me digan que mi amiga está en coma y que hay poca probabilidad de que despierte- de nuevo empieza a llorar- no podría soportar eso... pero ahh... ¿cómo te explico?- cubre su cara.

-Yo estaría igual que tú, si es algo de mis amigos, ha sido un largo tiempo en el que hemos tenido una chingona amistad como para que de la noche a la mañana ¡pum! Me digan esa noticia ¿sabes?

-Sólo tendremos que ser fuertes...- sonríe de lado, más bien parecía una mueca.

Tuvieron que esperar alrededor de veinte minutos ya que el doctor estaba ocupado atendiendo a varios pacientes pues habían tenido cita, ya al estar libre, salió hacia la sala de espera, yayo al verlo se puso de pie rápidamente y llegó a él para adquirir información, la tendría pero en la oficina, no frente a los demás que esperaban noticias de sus familiares internados.

-¿Usted es?- enarca una ceja el doctor desconcertado.

-Eduardo.- se presenta extendiéndole la mano y éste la toma estrechándola.

-Hm, hablé con usted ¿cierto?

-Así es, me comentó que hubo un accidente, y por lo que veo en él les tocó a mis amigos, pues del celular de alguno de ellos consiguió mi número para hacérmelo saber.

-Bien, acompáñeme a mi oficina para darle información, si viene con compañía, dígale que también venga con nosotros.

-Está bien.

Mira a Fabiola y con la cabeza le hace una seña de que vaya hacia él para ir tras el doctor que los guiaría hacia su oficina en donde privadamente les diría el suceso. Ella recuesta su cabeza en el hombro de él mientras le toma la cintura y suspira imaginando que posiblemente quien esté en coma es su mejor amiga, con pocas probabilidades de vivir.

Eduardo lo notó, besó la cabeza de ésta y le susurró un "todo estará bien" para que se relajase un poco, era lógico que esas palabras no ayudaban del todo pero al menos para no caer tan deprimida y diesen señal de esperanza.

Entraron a la oficina del doctor que estaba al final del pasillo a la izquierda, les cedió el paso a ambos y pidió que tomaran asiento, la oficina era de paredes blancas como si fuese una clase de habitación de manicomio, unos cuadros con diplomas y doctorado en ellas se hacían visibles, en las esquinas había unos maceteros de barro, estaba el escritorio y sobre éste estaba una computadora, un cuadro del doctor con lo que era su familia, recetas esparcidas y plumas.

« Qué infierno. » pensó Eduardo.

-Muy bien- inició el doctor rompiendo el silencio que se había convertido incómodo ya que los chicos estaban viendo toda la oficina- les leeré la lista de los accidentados o bueno, si conocen a alguno pidan que me detenga ¿de acuerdo?- les mira y ambos asienten. El doctor carraspea y empieza a leer-: Alejandro Rosales Silva.

-Jux...- murmuró Fabiola.

-Laura Bernal.

-Chiki chuky...- murmura yayo.

-José Pérez Salazar...- frunce el ceño- Alejandra Monroe...

-¡Deténgase!- piden ambos.

-¿Los conocen?- les mira con ambas cejas alzadas.

-Sí.- afirman.

-¿Quién entró en coma doctor?- escupe Eduardo intrigado.

Lo que recibe es un suspiro de su parte, se pone de pie y empieza a caminar de un lado a otro en la oficina, provocando que ese par se desesperase y casi volviese loco.

-Sólo...- dijo al fin- sólo no quiero que vayan a volverse unos psicópatas o qué sé yo y...

-¿Cómo mantener la calma si usted lo quiere hacer de "emoción"?- dice fabi al borde de la histeria, interrumpiéndolo.

-Lo siento, simplemente cuando doy noticias así, la mayoría de las personas hasta quieren rasguñar el suelo, hablo en serio.

-Nosotros estamos listos para la verdad, doctor- confiesa yayo fingiendo que no le preocupaba del todo cuando internamente se estaba muriendo vivo de la intriga.

-Por favor doctor, díganos- suplica fabi.

-¿Quién entró en coma?- cuestionó de nuevo yayo.

-José, José Pérez Salazar.- responde con una mueca.

*-*-*-*-*-*-*-*

Yo sé que me odian, pero tenía que pasar, ya en el transcurso se darán cuenta de por qué.

Muchísimas gracias por todo el apoyo que me han brindado chulas, las adoro, son increíbles. Hago el esfuerzo para que les guste, las quiero mucho.

Un beso y... ¡Adiós!

-JDTrouble.

The Reason.Where stories live. Discover now