capitulo 18 | Mentiras que salen a la luz

Start from the beginning
                                    

—no me molesta, no sueles decirme cosas lindas—  fui sincera por que era cierto, lo más "lindo" que Kenny me ha dicho, es que le importo y le da miedo perderme.

Me preguntaba si esa actitud repentina se debía a lo que había pasado entre ambos, es decir, es que para mi había sido algo mágico, algo nuevo y especial pero para él seguramente no. Por que ya me había dicho antes que solía tener ese tipo de contacto muy a menudo.

— es que anoche un genio mágico salio de una botella y me hizo decírtelo—

No pude evitar sonreír mientras negaba con la cabeza empezando a caminar por la habitación sin encontrar rumbo fijo, en definitiva ese es el Kenny que conozco, el bromista y sarcastico.

—eres un tonto, ya la cagaste—

Pero mi risa delata que no estaba molesta. Justo en ese instante sentí como alguien daba suaves golpes en la puerta de entrada, yo que estaba de pie decidí ir a abrirla para ver quién era.

—alguien toca afuera, iré a ver quien es—Me disculpe con Kenny para ir hasta la entrada escuchándolo decir que me esperaba al otro lado del teléfono, no me apresuré pero traté de llegar antes que mis padres mientras seguía con el telefono colgado del oido. Y vaya sorpresa que al abrir la puerta estaba Kenny parado sonriendo con el teléfono igualmente colgado a su oído, solo que él lo bajó de inmediato. —Oh... Kenny—  pero la sonrisa idiota se me reemplazó por una tímida al verlo, como no lo había visto en todo el día después de que literalmente tenía sus dedos dentro de mí, me ha causado que mi estómago se estruje y la vergüenza me cale todo el cuerpo subiendo lentamente hasta erizarme los pelos de la nuca, él sin embargo, se acercó despreocupado, rodeando mi cuerpo con sus brazos como si me hubiera extrañado.

Un gesto tan cálido y dulce que casi me hizo sentir que el Kenny de hace días había sido reemplazado por un impostor que pretendía ser él, pero su perfume y su delicioso aroma varonil me embriago de forma tan intensa que no pude evitar cerrar los ojos hundiendo la nariz en su pecho para abrazarme a él.  Era la primera vez que algo así pasaba, algo tan tierno y cálido como un abrazo que venía por parte suya.

—¿que mosquito te ha picado hoy?—

Cuando se aleja lo miro con la sonrisa mas resplandeciente que jamás había tenido recibiendo por su parte que se encoja de hombros.

—¿no me invitaras a pasar?— Señala al interior de mi casa recordandome que estábamos en la entrada y los vecinos chismosos podrían estar mirando, así que casi de inmediato me hice a un lado invitándolo a adentrarse. —y no me pasa nada, solo actúo como se supone debe actuar un buen novio— Exclamó brindándome una mirada de soslayo ya que se encontraba caminando por mi frente hasta pasar y que yo pudiera cerrar la puerta. No pude evitar ruborizarse mientras se me devolvía la sonrisa al rostro.

Al parecer la relación se hizo formal, a menos que se refiera a eso de fingir, que esperaba que no.

— en fin, vine a buscarte— cuando dijo eso sus manos se habían metido en los bolsillos de su chaqueta (era la misma que traía el día que lo conocí) y me miraba.

Por razones obvias mi mente pensó rápidamente en una cita o que me quería ver para pasar tiempo conmigo.

—¿saldremos?— por ello sonreí como Idiota. Y cuando él asintió casi que doy un salto de emoción. —¡no puede ser! ¿tendremos una cita?—

Y ahí fue cuando el sonido de un auto estrellándose resonó entre ambos y el ambiente rosa pastel que se había formado se murió, por que Kenny hizo una mueca de desagrado. —¿que? ¡no!, el jefe quiere vernos en la colmena hoy—

Y así se me fue la emoción. Puse los ojos en blanco por que al final sabía que Kenny no era tan romántico, si por Kenny fuera su romance se reduciría a coger tres veces al día y probablemente regalarte un kit de navajas Suizas o algo así para tener un combate cuerpo a cuerpo. No podía esperar demasiado, ya era un milagro que esté tratandome bien y admitiendo ser mi pareja.

Another perspectiveWhere stories live. Discover now