capítulo 11 | La boda

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El día tan esperado por mis padres y mi hermano finalmente había llegado, la boda en menos de una hora estaría dando inicio por el cual los invitados ya se encontraban paseando por el jardín que con su decoracion elegante los recibía mientras mis padres corriendo de un lado a otro por la casa.

Fue toda una odisea lograr que mis padres se convencieran de que el dinero que les traje a casa había sido gracias al supuesto trabajo que dije tener, pues, ellos como siempre dudan de todo lo que les digo gracias a mi hermano.

Todo ocurrió una de esas noches donde no hacía nada más que la tarea y ayudar a mamá en casa, pasaban de las seis por lo cual ya casi era la hora de cenar. Kenny me había avisado que tenía el cheque listo con el adelanto de mi pago al trabajo y que podía irlo a buscar cuando quisiera, sin embargo, le pedí venir, solo que le pedí quedarse en la otra cuadra y ahí es donde yo me iría a encontrar con él pero no, el señor tuvo la audacia de tocar la puerta de mi casa y presentarse ante mi familia.

-¡Maia! Alguien te busca- Había escuchando el sonido de la puerta pero no fue hasta que mi madre llamó a mi nombre que salí.

Como estudiaba me encontraba totalmente desarreglada, enfundada en mi pijama y con el pelo revuelto en un moño alto. Bajé las escaleras preguntandome quién podría ser pero antes de llegar abajo escuché la voz de Kenny en la sala de estar, era él, estaba en mi casa hablando con mi familia como si los conociera de hace tiempo, hablaba sobre de donde me conocía y vaya que era bueno inventando excusas, ya que dijo que soy su compañera de trabajo en una imprenta de tarjetas donde él es administrador y yo su supuesta secretaria. Quise matarlo pero al mismo tiempo se lo debía agradecer, con eso iba a ahorrarme el tener que explicar de donde sacaría dinero.

Sin embargo, me sorprendía que Kenny estuviera en mi casa ya que después de nuestro pequeño y confuso momento en el lago, él no había vuelto a dirigirme la palabra más que de ser necesario algo que no me lo tomé de forma personal por que Kenny así era, tenía el mínimo acercamiento conmigo y se cerraba de golpe como si estuviera evitando que algo más surja. Me miré las fachas sintiendo la humilde necesidad de volver a subir a toda prisa a ponerme otra cosa que se viera menos horrenda, un suéter., y para mi cabello solo lo solté y acomodé un poco.

Tras bajar las escaleras finalmente llegando a la sala, los vi ahí sentados, mis padres en el sofá grande y Kenny al frente vistiendo como siempre elegante pero cómodo tan sonriente que parecía una persona distinta.

-ah ahí está, la pobre ha estado tan agotada- dice mi madre como excusa a la tardanza de mi presencia en la estancia. -ah de ser por trabajar tanto-

-lo sé, ella es muy...- Entonces Kenny voltea a verme dedicándome una sonrisa tan falsamente amistosa que casi lo mato con la mirada. -dedicada- dice finalmente. Casi se me sale una risa por lo escuchado.

Kenny diciéndole a mis padres qué soy muy dedicada cuando cada vez que nos vemos me llama inútil.

-ja si...- río para disimular mientras me acerco tomando a Kenny del brazo y haciéndolo levantar. -necesito hablar con mi compañero un segundo- tiro se su brazo haciendo que se levante al instante y me siga hasta la puerta de entrada que se encontraba al otro lado del marco de la puerta que da a dónde estaban mis padres. -¿que haces aquí?-

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