capítulo 9 | No quiero hablar de eso

82 9 0
                                    

No supe como pero me había quedado dormida en la casa de Michael la noche anterior justo después de añegar que me iba. y al no tener nada que ponerme, debi salir a toda prisa esperando no encontrarme con alguien conocido, imagínese esta situación donde voy con la ropa manchada de sangre falsa por el pueblo.

Debería empezar explicando que Jonathan no me permitió salir a pesar de mis intentos vagos por dejarlos a solas, sin embargo me las ingenie para quedarme en la habitación de mi amigo todo lo que restó de la noche hasta haber caído como costal, al despertar él ni siquiera estaba ahí. Me había dejado una nota diciendo que tenía que ir a estudiar para un examen que tendría y pues así fue como en el trayecto a casa abrazada a mi cuerpo evitando lo más que se podía que se viera la suciedad, sin embargo, y por si fuera poco, un auto se detuvo a mi frente, era un deportivo plateado con los cristales ahumados.

Lo estuve ignorando pues pensé que se había detenido por el rojo del semáforo y estuve a punto de cruzar cuando lo vi bajar el cristal asomando la cabeza para llamar mi atención.

—¿Maia?— era Kenny. Miré al interior del vehículo encontrando al chico al volante mirándome con una expresión confusa en su rostro, quizás por la sangre en mi ropa a la cual tuve que mirar para enterarme el por que de su expresión.

¿Es que no podía haber otro momento para encontrarme con éste tipo?

—es falsa—  dije antes de que me lo cuestione, entonces asiente abriendo la boca en una expresión que se escuchó como "ah"

—¿y a donde vas tan temprano?— cuestiona dejando de lado la vista panorámica de mi toda echa mierda.

—a mi casa—

Entonces él vuelve a asentir en silencio.

—Bueno yo acabo de llegar de una entrega, pensé en ir por café— dice como si estuviera tratando de justificar una pregunta que nunca hice "¿a donde vas tu?", pero yo solo asiento levantando las cejas.

—ah...— sin saber que decir.

—¿te gusta el café?— Volvió a cuestionar ahora levantando una mano con la palma hacia arriba como ademán a la pregunta que hizo.

¿Será idea mía o me está invitando a ir con él?

—si— no obstante le contesté.

—bueno, si no tienes nada que hacer, ven conmigo—

Me sorprendió, Kenny el odioso me invitaba a tomar un café con él sin hablar de entrenamiento de por medio. Eso fue nuevo. Sin embargo, miré mi ropa que estaba sucia, además no me había duchado ni peinado.

—ah... otro día quizá— Me señalé a mi misma dejandole saber que el rechazo era por como me veo. Obvio no voy  caminar por ahí con la ropa manchada y sin haberme duchado antes, menos a su lado que ahora que me fijaba iba muy bien vestido, con unos Jens oscuros y una camiseta negra abierta en el pecho, además de unos lentes oscuros que posaban sobre sobre cabeza.

—Te vez bien—Si cómo no.  Le fulmino con la mirada matando su broma. —te compro ropa nueva— Alce una ceja sin poder creerlo, el chico de mal carácter me invita a un café y encima a comprarme ropa, cualquiera aceptaría pero yo no lo haría, no iba a permitir que Kenny haga esto por mí y luego sienta que le debo algún favor. Pero él no pareció querer esperar respuesta, como siempre, se estiró y abrió la puerta delante de mí. —sube—

—Kenny, ya te dije que...—

—¿que?— me reta provocando que en silencio giré la vista a otro lado —anda, sube—

Y efectivamente lo hice golpeandome mentalmente por no seguir caminando y en lugar haber subido, me sentía avergonzada, él se veía tan bien en ese atuendo informal pero fino, con su perfume esparcido por todo el auto y yo parecía una vagabunda.

Another perspectiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora