-Te quiero fuera de esta casa con todos ellos en tres minutos-dice mamá con su rostro amenazante.
-Bien-digo amargada-Pero tu diles a los chicos, no puedo mirarlos sin querer matarlos.
-¡Tobias!-grita mamá-¡Te quiero a ti y a tus amigos listos! Saldrán de esa habitación o les juro que...-antes de que mamá terminara la oración todos estaban formados en una fila frente a ella-Bien, vete y comprarles lo que quieran-mamá se acerca a mi y me entrega varios billetes. Bueno, cuando ella lo hace, parece tan sencillo.
-¡Si!-grita Carrie y corre hacia afuera.
***
-¡Carrie,no corras!-le grito desesperada. Estuvo tan loca en todo el camino, que tuve que manejar más rápido para que terminara mi martirio. Más no sabía que en cuanto llegara, iba a ser peor. Todos estaban haciendo relajo, lo bueno es que estaban en el auto de papá y no en el mío.
-Oye, oye, oye ¿Adónde creen que van?-les digo a los chicos cuando veo que intentan desaparecer sigilosamente.
-A buscar a Carly-dice Toby y me cruzo de brazos.
-No soportas a Car...Espera...¿Buscarla?-me doy la vuelta para ver si ella está ahí, pero me encuentro solamente con Carrie saltando de forma hiperactiva. Oh mierda, no sirvo como niñera.
-Wen, Wen, Wen, Wen, Weeeeeeeeen, Wenenenen, Weeeeeen, Wen-siento a mi ojo temblar y muerdo mi lengua para no gritarle.
-¿Qué quieres Carrie?-mi voz sale un poco brusca.
-¡Mi helado!-chilla ella.
-Bien ¿De que mier...de que lo quieres?-sonrío con falsedad.
-¡De vainilla!-rueda los ojos como si fuera obvio.
-Y ustede...¿Y ahora donde se metieron?-Joe me sonríe de forma angelical y alzo una ceja. Héctor, Toby y Carly estaban desaparecidos, más bien, se habían escapado.
-Es por eso que eres mi favorito-le digo y eso lo hace sonreír más. Agarro a Carrie fuertemente de la mano mientras estamos en la fila para que deje de moverse de lado a lado. A Joe lo agarro con la otra mano y sonrío divertida al ver sus mejillas rojas.
Cuando estamos llegando a la caja para pedir los helados, frunzo el ceño al ver a Carly correr hacia nosotros.
-¿¡Dónde estabas!?-le grito molesta.
-Estaba...-comienza a decir pero alzo mi mano.
-¡No me importa!!¿De que sabor quieres tu helado?-pregunto alzando una ceja.
-Chocolate-dice ella viendome mal.
-Escucha bien Carly, siéntate y quédate ahí o no habrá helado para ti-señalo a una mesa en donde podré vigilarla.
-Pero no es...-la veo amenazante y cierra su boca molesta pero aun así se va a sentar. Una menos, faltan dos.
Muevo mi cabeza hacia todos lados para intentar encontrarlos. Alzo una ceja y sonrío al ver a Héctor y Toby hablar con una niña de su edad, con cabello rubio y probablemente la zorra de su clase. Cuando me encuentro con su mirada, los llamo con mi dedo y se dirigen hacia mi, con esa niña. Intentaré ser amable.
-¿Quién es ella?-pregunto sonriendo.
-Kathleen-dice ella cruzando se de brazos y viéndome de pies a cabeza con una expresión superior. Mocosa engreída de mierda.
-Bien, pues vete por donde viniste y ve a zorrear con otros niños-le espeto y casi sonrío cuando abre los ojos sorprendida
-¿Quién te crees?-pregunta con las mejillas rojas como si se estuviera aguantando para hacer un berrinche.
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Un Cambio Inesperado © (Sin Editar)
Teen FictionAdvertencia: Errores ortográficos en la novela (En edición) *** De un momento a otro todo cambió... Una buena familia, dinero y popularidad. Gwendolyn Reeve es sensacional y todos lo saben, incluso ella misma. Siempre creyó que todos la amaban por...
17. Gwendolyn
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