Capítulo 13

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Yo guié mis manos hacia sus brazos, los quité de mí y luego me volteé;

Nicola se alejó un poco de mí y se sentó en la cama:

-¿Qué pasa?- pregunto como si nada

- ¿Como... como que, qué pasa? -elevé la voz mientras me levantaba de la cama, me sentí furiosa en ese momento.

Nicola se paro, lo miraba con un gesto un poco dramático en mi rostro-

El sonrió levemente y comenzó a caminar hacia mí- porqué te pones así, ¿eh?- Di unos pasos hacia atrás y no le respondí. Llegó enfrente mío y se pegó a mí- ¿me vas a decir que no quieres hacerlo de nuevo? -se humedeció los labios-

Que si quería eso, Dios si, verlo ahí dispuesto, no sabía qué hacer, pero tampoco sabía que me paraba, no si lo sabía, yo quería a Nicola, y que solo le atrajera sexualmente dolía, no quería ser un juguete; pero una cosa es lo que dice la mente y otra lo que dice el cuerpo y mi cuerpo recibió un escalofrío y se sonrojo

- Pues... eso... eso... - retrocedí aún más alejándome de él, topé con la pared- no tengo porque responderte...

- ¿Ah no? -sonrió y se acercó más- yo creo que si tienes que... -me tomó de la cintura y me pegó a él, yo sólo lo miraba fijamente mientras él me acorralaba en la pared, me sonrió y acercó sus labios a mi oído- quiero hacerte mía otra vez Angie...

- Pero... -me quedé callada

Retrocedió para verme- vamos; ¿me vas a negar que tienes ganas? – tenía una gran sonrisa

No dije nada

- Sabes perfectamente que también quieres... -subió su mano recorriendo todo mi cuerpo hasta parar en mi pecho, lo apretó delicadamente, me trague un gemido, comenzó a besarme lentamente, parecía un baile sensual y hacia que me rindiera a él, su lengua no tardo en apoderarse de mi boca, me pago más a la pared, puso su mano sobre las tiras de mi camisón y la prenda bajo inmediatamente, me quede en ropa interior, toda protesta había quedado atrás

Se separó de mí y me observó de pies a cabeza- me fascina como te ves así -se mordió el labio y se quitó su camiseta; no pude resistirme y puse mi mano en su pecho, Nicola parecía un poco sorprendido... y muy contento, respecto a que yo lo tocara, le di un pequeño beso en el pecho, luego otro, otro y otro, lo acariciaba con mi mano; Nicola lanzaba pequeños suspiro y sentí como su mano iba desabrochando mi brassier, comencé a subir y deposite besos húmedos en su cuello, sabia delicioso, me sentía poderosa al escucharlo, era magnifico y mejor aún saber que yo provocaba eso.

-Me vas a matar- su vos sonaba ronca; ahueco mi rostro con sus manos y me miro directamente a los ojos, esos hermosos ojos color miel, que ahora por el placer estaban mas oscuros de lo normal, fue acercándose, me di un pequeño beso, solo un rose de nuestros labios, fue aumentando la presión, hasta que sentí su lengua penetrar mi boca.

Nicola me tomó de las caderas y comenzó a recostarme en el suelo, beso mi senos delicadamente, trague un gemido, le dio un suave lametón a mi pezón, me mordí el labio, comenzó a rodar mi pezón, aguante un grito; hizo el mismo trabajo con mi otro pecho.

Me mordía los pezones mientras acariciaba mi abdomen lentamente, yo no podía aguantar mas, guié mis manos a su pantalón y lo desabroché; él dejó de besarme y me sonrió, se bajó el mismo el pantalón quedando sólo en bóxer, que en realidad no hacían nada para disimular su gran erección.

Se acercó a mí y comenzó a besarme el cuello, su mano masajeaba mi seno y giraba mi pezón de un lado a otro, puse mi dedo en mi boca y lo mordí para evitar hacer algún ruido, él llevó su mano a mi feminidad y empezó a tocarla sobre mi panty rápidamente, esto era tan bueno, subía y bajaba sus dedos y luego hacia un alto para acariciar mi clítoris, yo ya no aguantaba las ganas de soltar un gemido de placer, pero Nicola me calló besándome; empezó a bajar mi última prenda hasta quitármela totalmente, su mano izquierda acariciaba toda mi pierna mientras penetraba dos dedos de su mano derecha en mi parte íntima, los metía y los sacaba a gran velocidad provocando que me mojara rápidamente; cuando él subió su mano a mi seno, sacó sus dedos de mí y dejó de besarme:

El placer de Tu InocenciaWhere stories live. Discover now