Capítulo 11

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Un rallo de sol me despertó de ese sueño profundo, abrí mis ojos lentamente y me encontré en una habitación que no era la mía, tarde unos minutos en recordar donde y porque esta ahí, había pasado la mejor noche de mi vida, me había entregado al hombre que ... quiero; ese pensamiento me dejo en shock por uno minutos, quería a Nicola..

Un ruido me saco de mis pensamientos; Nicola salía de su baño, venia con una tolla enroscada a su cintura.

-Hola ¿Cómo dormiste? – me pregunto

-(Como nunca antes) – bien ¿y tu? – dije

-De maravilla – dijo con una hermosa sonrisa, comenzó a caminar hacia la cama – si quieres- se sentó – el baño ya esta libre

-Gracias – me levante tapándome con la sabana - ¿tienes una toalla?

-Claro – me miro pervertida mente

-¿Me la puedes prestar? – pedí

-Como quieras- y dicho esto se saco la tolla dejando su escultural cuerpo desnudo frente a mi, otra vez; no pude evitar sonrojarme – toma – se acerco hacia mi e intento pasarme la toalla

-¡NICOLA, cúbrete! – dije y desvié mi mirada hacia otro lado

-¿Para que?- se sentó en la cama, justo al lado mío- si tu ya me has visto así – guio una de sus manos y aparto la sabana de mi cuerpo, dejándome completamente desnuda y sonrojada – y yo ya te e visto así – dicho eso se puso arriba mío, acorralando entre ese musculo cuerpo y la cama – y déjame decirte que eres hermosa- me dio un pequeño beso en los labios y se separo – bajare a hacer el desayuno mientras te bañas ¿de acuerdo? – se estaba comenzando a poner la ropa

-Es... esta bien – dije nerviosa

-¡Oh! Y no te preocupes por los chicos, después de estas fiestas siempre vienen al día siguiente – dijo

Me sentía un poco culpable, no se me había pasado por la mente en ningún momento los chicos

-Claro – susurre

- Angie - dijo Nicola serio

-¿Qué... que pasa?

Se comenzó a acercar, poco a poco, su rostro estaba cerca del mío y nuestros labios se rosaba, creando una fricción exquisita, se acerco y nos besamos, un beso tierno lleno de sentimiento, en el que por mi parte, le decía a Nicola que lo quería, aunque en el fondo de mi corazón sabia que no podía decírselo; sus labios eran suaves, nuestras bocas se movían en una sincronización perfecta; de a pocos se fue separando, sus ojos brillaban y tenia una gran sonrisa en el rostro.

-Te espero abajo- se fue del cuarto

Di un gran suspiro cuando él salió y tomé la toalla que estaba en la cama; me paré y me la coloqué, me dirigí al baño y me bañé; cuando terminé tome mi conjunto blanco, el cual estaba en el suelo a un lado de la cama, lo recogí y salí del cuarto con la toalla puesta; entré a mi habitación y dejé mi conjunto sobre mi cama; fui al armario, elegí mi ropa y me vestí, luego volví al cuarto de Nicola a dejar su toalla, fui al baño y la colgué; vi que el cuarto era un desastre o mas bien la cama, me ruborice al recordar lo que habíamos hecho, Nicola fue tan cariñoso y tierno; la mejor noche de mi vida; comencé a ordenar el cuarto y cambie las sabanas de la cama; cuando por fin el cuarto esta ordenado baje..

Abajo encontré a Nicola haciendo el desayuno, en silencio fui a la lavandería y puse las sabanas en la lavadora, puse lo necesario y presione el botón de lavado y secado; luego Salí de la lavandería.

Fui directo a la cocina, ahí estaba Nicola.

-Emm Nicola – el volteo- he ordenado tu cuarto y puse a lavar las sabanas – el pareció sorprenderse por mi acción

El placer de Tu InocenciaWhere stories live. Discover now