Una historia Divergente

Nueva líder de Osadía

Es casi terminando de decir "detrás" y se enciende la pantalla con los nombres. Mi foto está ahí, tengo aún mis rizos y está al lado... ¿del número uno? ¿UNO? ¡Soy la número uno! Y como por instinto, en ese segundo de silencio ansioso, me pongo de pie y lanzo un grito desde lo profundo de mi pecho y todos voltean a verme riendo. Me paro en la silla, grito y levanto mis brazos. Ariana está en segundo lugar y Will en cuarto. No puedo creerlo. Somos de los mejores iniciados. Uriah sigue con el tercer puesto, y Peter en quinto. Está dentro. Podré verlo aquí, y no deberá irse a la valla. Drew está fuera, junto con otro chico de los nacidos aquí.

Ariana, Will y yo estamos subidos en las sillas, bailando y gritando de emoción. Nunca pensé que pudiera reaccionar de esta manera impulsiva y ruidosa al estar emocionada, como tampoco pensé al cortar mi mano y dejar caer mi sangre en los carbones, que yo, Maud Austin pudiera llegar a ser la mejor iniciada de Osadía. Entonces, grito el nombre de mi nueva Facción, y todos me siguen a coro, levantando sus camisas, blusas o lo que tengan a la mano.

- ¡Osadía! ¡Osadía! ¡Osadía!

Esto es más emocionante que correr al tren, por primera vez, o saltar a la malla. Esto es lo que se siente ser miembro de una Facción, haberle gritado a mi líder y dejarlo en ridículo, e incluso tratar como un amigo al instructor. Nadie puede controlarme.

Bajo mi mirada, y Cuatro llega a tomar a Ariana por la cintura para besarla. Pensé que nunca lo harían a la luz del día, y no en uno de los pasillos del Pozo. Will y yo les aplaudimos y hacemos escándalo. Es tan hermoso verlos. Es como si deseara que llegara Peter e hiciera lo mismo, pero no tengo idea de dónde se encuentra en este momento. Eric ha bajado de la mesa y la pantalla sigue con nuestras fotografías y el puntaje. En esa fotografía luzco sonriente, feliz y segura, como si ese mismo día supiera que llegaría a estar en el número uno. Como si supiera que Al iba a estar con nosotros, hasta hoy, y que Peter estaría besándome ahora mismo. Pero nada de eso sucede. Un mes, en el que han pasado un sinfín de cosas. Y, dentro de todo ese sinfín, es tiempo de ir con Eric, así que me separo de Will con palabras que ni yo entiendo, pero él cree que iré a buscar a Peter, así que me guiña el ojo y me sonríe dulce. Me besa la frente por último, y bajamos de las sillas.

Corro hacia la Sala de Entrenamiento, entre toda la multitud, la vibración y todo lo que se ha levantado por la clasificación. Llego, por fin, y él está ahí, en la puerta. Me ve de pies a cabeza y arquea una ceja, mordiendo su labio con deseo. No sé cómo puede causar esto, en medio de mi enojo, mi molestia y todo lo que sé sobre este tipo erudito. Me sonríe y me dice que lo siga. Camino a su lado, sin decir una palabra. Abre la puerta de su apartamento y me golpea ese aroma a madera mezclado con su perfume, es realmente un anestésico para todo lo que sucede afuera de este apartamento, incluso me parece que los planes de Erudición, son falsos.

- ¿Quieres beber algo? – me pregunta.

- Claro, gracias. – voy a sentarme a su sofá. Hay un nudo en mi estómago, que se convierte de a pocos en cosquilleo morboso, y él viene hacia a mí, con dos copas de vino blanco.

- Por la mejor iniciada de este año. – dice, levantando su copa. Juega sucio, Maud.

- Por el mejor líder de la Facción. – levanto mi copa y las topamos; él sonríe orgulloso. – ¿Cómo es que quedé en el primer lugar, si Ariana tuvo solo seis miedos, y yo siete?

- Tardó cinco minutos. Y, aparte de eso, te ayudaron las clasificaciones anteriores. Edward se fue, Peter tardó demasiado... creo que, era tiempo de que cargaras la corona. – sonríe, y bebe todo el contenido de su copa. – Puede que escales rápido, Maud. – dice, sosteniendo sus codos en los muslos. – ¿Cuáles son tus planes ahora? ¿En qué te gustaría trabajar?