La fiesta de clasificación

437 29 11
                                    

Estoy frente al espejo de las duchas, y aún no puedo creer que sea yo la que está ahí, reflejándose. Quizás es otra chica que se parece a mí, pero tiene los mismos tatuajes y la misma nueva cicatriz en una ceja, aparte del piercing. Ariana ha contribuido a que luzca de esta manera.

Esta mañana, fuimos al "salón", luego del entrenamiento de Tiro. Ariana se ha coloreado la mitad baja del cabello de rosa, se hizo unos rizos y la maquillaron de negro intenso. Por otro lado, a mí me han alisado el cabello, y me lo decoloraron en algunos mechones para pintarlos rojos y otros azules, de manera que aún se ve negro pero con reflejos de esos tonos. Aparte, me han cortado un flequillo inútil y desesperante del lado izquierdo y me han tirado todo el cabello para ese mismo lado. En cuanto a maquillaje, me han hecho lo mismo que a Ariana. No me quejo, es solo que en Verdad jamás hubiera pasado por mi cabeza "ir al salón" y arreglar esos rizos rebeldes que tengo en la cabeza, y me es difícil asimilar esta nueva imagen mía.

Luego del salón, fuimos a comprar ropa. Yo, había escogido un vestido de cuero, parecido al de encajes que ya tenía, pero Ariana dijo que era aburrido y que parecería que iré a una reunión con los jueces, de Verdad. Así que me sugirió algo mucho mejor, un top sin tirantes, de cuero y un pantalón de chifon, con zapatos altos. Ariana por su lado ha comprado un vestido: tiene una manga larga y un tirante. El lado del tirante es de cuero, y el de la manga larga es tela. Ambos lados se cruzan a la altura de los muslos, pero quedan traslapados y la unión es sellada por unos broches de metal, quedando el lado de la manga larga a desnivel con el lado de cuero. Es realmente hermoso, y corto.

Los chicos nos esperan fuera de la habitación, nos hemos escapado de ellos desde que salimos del entrenamiento.

- Gracias. - le digo a Ariana. - No sé qué hubiera hecho sin ti.

- Pues nada de esto, seguramente. Te ves muy bien. - sonríe.

- Ambas nos vemos muy bien.

- Te vas a ir acostumbrando a este tipo de ropa, porque así como pasaremos esta etapa, pasaremos la siguiente y seremos miembros.

- ¡Lo sé! Oye, ¿con quién irás a la fiesta, eh? - le doy un codazo.

- Adivina. - dice, emocionada. Por un momento me parece verla con una blusa amarilla y la falda roja.

- ¿Cuatro? - le pregunto, intuitivamente. Ella afirma con su cabeza, y da un grito ahogado. - ¡No! ¿Por qué no me lo habías contado?

- Ay, porque siempre pasas castigada con Eric, y vienes tarde, trato de esperarte y me duermo.

- Perdón. - le digo, tomando sus manos. - Lo importante, es que funcionó el reto que les puse. - le digo, guiñándole el ojo.

- ¡Sí! Bueno, que no fue en el mismo momento... pero, digamos que sí, ayudó.

- ¿Desde cuándo salen?

- Desde que Edward y Drew intentaron lanzarme al Abismo. Esa noche dormí en su apartamento.

- ¿Segura que a dormir?

- ¡Oye! ¡Me sentía fatal para pensar en otras cosas!

- ¿Pero, y los demás días?

- Bueno... eso ya es otra cosa. - se encoge de hombros.

- ¡Ariana!

- Vamos, se hace tarde. - ríe.

- Oye, espera... ¿y Al? ¿le dijiste?

- Sí... Will estaba ahí cuando le dije que iría con alguien más, y dijo que si no le molestaba, él aceptaba que fueran una pareja de tres.

Una historia DivergenteWhere stories live. Discover now