Venganza

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Es un día antes de la Visita de nuestros padres. Estuve contando ansiosamente cada día. Recordándolos sin lágrimas desde que jugamos Reto. Will sigue siendo mi estúpido pañuelo de lágrimas, aunque no sea exclusivamente para las penas que cuente con él. Will está conmigo en todo momento.

Es hora de ir a la sala de entrenamiento, estoy ansiosa por ver contra quién me tocará pelear; toda la emoción que me causa el saber que, al día siguiente veré a mis padres me hace sentir que será un día genial, y que podré hacer todo, sin importar los obstáculos que se me pongan enfrente.

En dos semanas, han sacado la conclusión que soy, de las chicas, la más fuerte. No alardeo, solo es lo que ha dicho Cuatro, aunque todavía no hay clasificación definitiva, y tampoco quiero saber cuál será mi puesto en esa clasificación. He visto los errores que cada uno tiene, y Will me ha ayudado a descubrir los míos. No he peleado con él, es posible que hoy nos toque juntos.

Entramos a la Sala y Will toma el elástico de mi top, por la espalda y lo suelta. Doy un codazo en su estómago, un tanto suave y ríe. He decidido usar el pantalón holgado que nos dieron el primer día y el top. Además, han hecho buenas críticas sobre mi tatuaje del brazo, así que me gusta lucirlo.

- Mañana, luego de la Visita, – anuncia Eric. – estará lista la clasificación de sus primeras semanas de iniciación. Espero que a todos les vaya como merecen. – sonríe burlonamente, y se dirige a una de las esquinas de la arena.

Cuatro voltea la pizarra. Busco mi nombre, ahí está, ansío que al lado esté el nombre de Will. Pero ya debí haber aprendido que en esta Facción, no se hace lo que yo espero, ni lo que deseo. Aquí, son crueles, y no les importa. Siento que las entrañas se encogen cuando veo que será Ariana quien peleará con Will, Edward peleará con Drew y Myra con Al. Peter, es el que está al lado de mi nombre. Le he repetido a Eric, que no soy partidaria de la venganza, pero hoy eso sabe diferente. Hoy tendrá un valor distinto. Volteo hacia él, me ha estado observando desde antes; lo veo de pies a cabeza y miro hacia la arena.

- Concéntrate. – me dice Ariana. Will está a su lado y me ve preocupado. – No piensas en otras cosas.

- Estoy lo suficientemente molesta, como para compadecerme y dejar que me lastime.

- Cálmate, por favor.

- No, Ariana... ya no.

- ¿Qué creen que es esto? – grita Eric. – ¿Una sala de té? ¡Apresúrense! – mis amigos suben a pelear.

Ambos se han vuelto fuertes y saben atacar, pero entre las virtudes de Ariana están la observación y la velocidad. Puede calcular los movimientos que hará su contrincante y observar a la vez, las áreas que él ha dejado desprotegidas. Ya no tiene miedo de golpear, logra dejar a Will en el suelo por una fuerte patada en el estómago, justo abajo del esternón. No me importan las otras peleas, sé quién ganará en cada una: Edward, Al. Conmigo, veremos quién lastima a quién.

Me siento sin aire, en el momento que Al ayuda a Myra a ponerse de pie. Miro a Will y Ariana, ambos me dan apoyo sin emitir una palabra. Me quito los deportivos, y amarro mi cabello. Me hago una promesa de que si venzo a Peter, me tatuaré nuevamente, esta vez en el abdomen. He quitado mis argollas, para que no las tenga como ventaja, no tengo dolor de tatuajes nuevos, así que esto será cuestión de fuerza. Peter se ha hecho un nuevo tatuaje, su muñeca luce rodeada por una malla fina, como pulsera, se ve muy bien. 

Subo a la arena, y miro a Eric, quien ha cambiado su postura y parece más interesado que en las otras peleas; tiene cruzados los brazos y sus tatuajes se resaltan, siento que una pluma pasa desde mi espalda baja hasta la nuca, haciéndome cosquillas. Veo una señal de su parte, asiente con la cabeza y quizás lo imagino, pero tiene una sonrisa en sus labios.

Una historia DivergenteWhere stories live. Discover now