Capítulo 1

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P.O.V. Sonya:

Salí de la sala de espera y me dirigí fuera, estaba esperando a que Harriet pudiera hablar conmigo, pero con todo el lío de presidenta, casi no tenía tiempo para lo demás.

Me sentía sola, mi mejor amiga siempre había sido Harriet desde que llegue al laberinto, incluso antes de eso, ya éramos inseparables en CRUEL. Me alegró saber ese hecho cuando recuperé mis recuerdos. Pero ahora, no tenía gran compañía, Aris era mi amigo pero después de lo que hizo, no conseguía confiar en él como lo hacía antes.

Las demás supervivientes del laberinto de chicas eran muy majas y me caían bien, pero mis conversaciones con ellas solían ser cortas. Yo no era como ellas, yo era tímida y callada, solo conseguía ser yo misma cuando estaba al lado de Harriet.

Me encaminé hacia la playa, era un día caluroso y quería refrescarme un poco, eran solo las diez de la mañana así que a aquella hora todos los habitantes están en sus cabañas o trabajando. Cuando llegué, comprobé que no había nadie y me saque la camiseta, quedándome solo con el sujetador y los shorts, no me importaba mojarlos, mi cabaña estaba cerca, pero tampoco quería ir empapada, así que guardé la camiseta seca junto a unas rocas.

Introducí mi cuerpo lentamente en el agua y un escalofrió recorrió mi espina dorsal, estaba muy fría, pero valía la pena, era una sensación refrescante, me hacía sentir bien, me hacía sentir viva. Nadé un poco y me hundí entera, abrí los ojos bajo el agua y me sorprendí, el agua era transparente, pura, no había nada contaminando el mar, era maravilloso.

Unos segundos después salí a la superficie a respirar, la suave brisa mañanera me golpeó en la cara mientras salía a fuera, me hice una coleta recogiendo mi pelo largo y pelirrojo (AN: En el libro Sonya es pelirroja) y me vestí la camiseta. Justo en el momento en que la suave tela de mi camiseta se deslizaba por mi barriga noté unos ruidos de ramas partiéndose providentes del bosque que estaba junto a la playa, me dirigí hacía allí pero no encontré a nadie. Extrañada, decidí ir a mi cabaña a cambiarme el short.

-Qué raro.-Susurré para mis adentros.-Juraría que alguien me estaba observando.

P.O.V. Brenda:

-Oye Thomas, levántate de una vez, te has perdido tu paseo matutino con Minho. ¡Eres un vago!-Exclamé desde la cocina.

-No es un paseo, vamos a correr juntos, nos gusta recordar cuando corríamos en el laberinto.-Dijo él levantándose.

-¿Os gusta recordar cuando unos laceradores os intentaban picar cada día?

-No es por eso Brenda, es por la sensación, la adrenalina que sentíamos en nuestro cuerpo, nos hace pensar en ellos.

-¿Ellos? ¿Quiénes?-Inquirí yo.

-Emm...Los clarianos.-Dijo él bajando el tono de voz.-Todos los clarianos que perdimos en el laberinto y los que perdimos hasta llegar aquí. Ellos nunca se rindieron, siempre mantuvieron la esperanza de crear una nueva vida, incluso cuando CRUEL nos arrebató lo poco que habíamos conseguido.

Me giré cerrando el grifo, ya que había terminado de lavar los platos, y le miré. Estaba sentado al pie de la cama, sin camiseta, cabizbajo y pensativo. Una punzada de culpabilidad se clavó en mi estómago, sabía que lo había pasado muy mal y que el dolor aún era reciente, no debería haber tocado el tema.

Me dirigí hacia la cama y me arrodillé delante de él, tenía los ojos llorosos.

-Eh... Mírame.-Dije con un hilo de voz.-Lo siento ¿Vale? No debería haber tocado el tema.

-Tranquila, no es culpa tuya.-Dijo él.-Esto pasará, te lo juro, con el tiempo se hará más fácil de soportar, solo necesito eso...Tiempo.

-Vale, tranquilo.-Dije levantando su barbilla obligándole a mirarme.-Yo estaré aquí, siempre, yo te ayudare a que el dolor disminuya.

-¿Y cómo lo harás?

-Mmm...Por ahora te pido que te vistas, hoy me he despertado perezosa, así que no tengo ganas de preparar el desayuno, vayamos al comedor. Fritanga suele tener unos pastelitos muy buenos para desayunar, cogemos unos cuantos y vamos al precipicio a desayunar. ¿Qué te parece?

-¡Me parece fantástico! Dame dos minutos y vamos.

-Perfecto.-Dije.

Me levanté para ir al baño a lavarme la cara pero Thomas me cogió del brazo, me giré para ver que quería. Él solo me miró, me acercó a él estrechándome en sus brazos y depositó un suave y corto beso en mis labios.

-Gracias.-Me dijo.

-No hay nada que agradecer.-Le dije con una sonrisita.-Ahora muévete. ¡O se acabaran los pastelitos!

-¡Si señora!-Me dijo él, guiñándome un ojo.

AN: Varias cosas:

Primero de todo, agradeceros a todos los que me habéis dado una oportunidad leyendo mi historia, me hacéis muy feliz. Quería decir que gracias a las que han comentado, y para las lectoras fantasma, decirles que pueden manifestar su existencia también eh, yo no muerdo¬¬ (Casi nunca).

Probablemente cuelgue el siguiente capítulo el Viernes/Sábado. Y ahora que ya se han visto todos los puntos de vista de los protagonistas, empezara a tener más humor el fanfic. Os dejo un adelanto...

¡Habrá reunión en el ayuntamiento para elegir nombre para su pueblo! Os dejo que elijáis vosotras el nombre y yo escogeré el que más me guste. Adelante, sin miedo, comentad vuestras ideas y opiniones.

Por último, me han comentado que el mediquero que sobrevivió fue Clint y no Jeff y yo como no dispongo del libro en físico no he podido comprobarlo, así que en cuanto lo mire, si está mal, corregiré el prólogo.

Besos y hasta la próxima pingajas ;)

Maduu_xx

Heaven Is A Place On Earth || El corredor del laberinto ||Where stories live. Discover now