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Habían pasado casi 20 minutos. Tenía la cabeza agachada con sus manos tocando su cabello, sus brazos apoyados en sus piernas. Se encontraba en la sala de espera del hospital. Una suave mano le tocó el hombro. Alzó su cabeza. Ella le sonrió. Justin sonrió inconscientemente también.

-Paris- Dijo él. -¿Cómo estás?- Preguntó. Se puso de pié frente a ella.

-Muy bien- Respondió ella. -Sólo me pusieron esto- Le señaló una pequeña venda en su ceja.

-Me alegro que estés bien- Dijo Justin. -Nada de esto debió pasarte. ¿Te duele la mejilla?- Preguntó, preocupado por su notable pero ligero morete.

-Sólo un poco, se me pasará- Avisó ella. Justin asintió. Ambos se quedaron callados. Mirándose directamente. Inesperadamente, a ambos se les vinieron recuerdos del pasado... de su relación. Después de algunos segundos, Justin apartó la mirada y reaccionó.

-Bien. Iré por mi auto que tengo guardado en un taller a dos cuadras de aquí. Después te llevaré a tu casa- Dijo rápidamente.

-¿Qué? No... podemos tomar un taxi- Contestó Paris.

-No, no importa. Ya quería sacarlo desde hace mucho, me hace falta- Avisó él. -No es mucho dinero-.

Ella suspiró y asintió.

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-¿Y aquí donde estaban?- Preguntó Rosalyn, señalándole una fotografía más del álbum de fotos. Taylor sonrió.

-¡Oh! En una excursión. Ese día fue realmente genial, Justin y yo fuimos junto a mi familia. Escalamos una montaña enorme, fue divertido- Dijo, recordando aquél maravilloso día. Rosalyn volteó a verlo y sonrió. Él le devolvió la sonrisa.

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-Bien...- Susurró él. -Llegamos. Sana y salva en casa...- Avisó él, apagando el motor de su lamborghini blanco. Paris se quedó seria.

-Si... gracias por traerme- Respondió. Abrió la puerta del auto y Justin la detuvo.

-Oye... de verdad lamento todo esto. Si quieres, puedes denunciarme con la policía, lo entenderé- Dijo Justin.

-¿Qué? No. Tú me salvaste Justin. Te agradezco por haber llegado a tiempo- Agradeció ella.

-Bien...- Susurró él. Paris se bajó del auto y puso sus brazos sobre la ventana abierta.

-Justin- Dijo ella. Él estaba a punto de girar la llave, pero se detuvo y la observó.

-¿Si?- Preguntó.

-¿Puedo ofrecerte algo de beber? Sólo un pequeño rato... realmente quiero hablar contigo. Hace mucho que no te veía y... bueno, me gustaría saber cómo te ha ido estos meses. Creo que es lo menos que puedo hacer, luego de que me salvaras- Pidió ella, con una ligera sonrisa en su rostro.

-Oh... quisiera entrar pero... tengo que irme, me esperan en otro lugar- Avisó él, recordando a Rosalyn.

-¿15 minutos?- Insistió ella. Justin tomó un suspiro. La conocía. Sabía que esa chica no se rendía fácilmente.

-Bien... 15 minutos- Asintió.

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Taylor volvió al sillón y se sentó junto a ella de nuevo. Rosalyn seguía observando el álbum. Le entregó una copa de vino.

-Aquí tienes- Avisó él. Ella recibió la copa.

-Gracias- Respondió Rosalyn. Le dio un sorbo al igual que Taylor.

Detrás de los Mester. 1temDonde viven las historias. Descúbrelo ahora