7. Blake, Jake & Drake

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Un sollozo hizo que pasara sin mas, me quedé helado- oh por dios!
Me desesperé y agarré el aparato en la pared llamando a sus guías, les dije que todos los guías tenían que estar en el cuarto de sus respectivos puntos urgentemente. "Maddie!" pensé y acto seguido abrí los ojos de par en par.
-Todo está bien niñas, ya vienen Josh y los demás de acuerdo, no se preocupen, todo estará bien. –dije esperando impaciente a los guías de las niñas-
Josh llegó seguido de Jonathan y Anthony preocupados, se desesperaron cuando las vieron y empezaron a utilizar su poder protector. Salí de allí rápidamente dirigiéndome a la habitación de Maddie, entonces la vi, estaba igual o peor que las niñas. Ahogué un grito de pánico. Llamé rápidamente a George, el guía de Maddie. Me senté a su lado y ella tomó mi mano con fuerza.
-Ivonne –susurró- Alex... Juliet... peligro.
Palabras claves que me servían para entender que ellas deberían estar exactamente igual que Maddie ahora. Asentí y plante un beso en su mejilla. Salí corriendo de allí a mi carro. Jake y Drake salieron corriendo a buscarme.
-Chicos, nuestros puntos deben estar igual, según Maddie dijo o mas bien balbuceó, suban, no hay tiempo –ordené, ellos obedecieron-
Conduje a una velocidad acorde a la película de rápidos y furiosos, dejé a cada uno cerca de la casa de sus puntos y llegué rápidamente a la casa de Ivonne, trepé por un árbol y me adentré en su cuarto. Efectivamente ella estaba igual que los demás puntos, o sea completamente pálida, alrededor de los ojos tenía un color morado tirando a negro y la parte del globo ocular que tendría que ser blanca estaba completamente roja, tiritaba demasiado y sus labios se estaban poniendo morados. Corrí a su lado y empecé mi labor. Un fuego de color azul envolvió todo su cuerpo y rostro. Vi que su mirada estaba perdida, seguramente ella creía estar muriendo. Me esforcé haciendo que las llamaradas azules fueran cada vez mas intensas. Puse toda mi energía en el fuego, estaba sudando. En un momento sentí que me desvanecería si no paraba, pero ella estaba peor, ella tenía que ser salvada. De repente Ivonne saltó de la cama y cayó sobre su escritorio haciendo que un gran estruendo surque la habitación. Dejé que el fuego se extinguiera y la miré jadeando. Ella estaba bien, solo parecía que había llorado, pero nada mas que eso. Me miró con pánico.
-Q-qué... -empezó incorporándose, pero no pudo seguir ya que cayó al suelo, corrí a ayudarla-
-No hables, gastas energía hablando, tienes que dormir –ordené aun jadeando- te lo explicaré, a todo, pero duerme –aseguré, en realidad no lo haría, ya que para mañana ella no recordaría nada-
Asintió y la cargué en brazos llevándola a su cama. La recosté y me miró con pánico, no entendí por qué hasta que sus ojos se pusieron rojos otra vez, soltó un gemido de dolor y se llevó las manos al pecho. Luego las dejó estiradas a sus costados y tomó fuertemente las sabanas descargando el dolor allí. Jadeé, otra vez? Dios, esta chica iba a matarme. Comencé a hacer crecer el fuego en su cuerpo, pero nada sucedía. Parecía que no daba resultado. No supe cuanto tiempo pasó hasta que ella estaba completamente morada, casi negra. Me desesperé, no tenía idea de qué hacer. Entonces, como si de un milagro se tratara, calló un copo de nieve afuera. Iba a nevar. Tomé a Ivonne en mis manos y aguanté el dolor que producía eso en mi. Su piel estaba ardiente, en el sentido literal. Me quemaba. Ella tiritaba de frio pero estaba hirviendo, literalmente hirviendo. La dejé acostada en la tierra. Formé un charco de agua sanador a su lado y la coloqué allí. Estaba casi toda sumergida allí, su rostro sobresalía lo suficiente para que pueda respirar. Coloqué mi mano en el agua y esta se congeló haciendo que salga un poco de vapor. Ivonne, que estaba retorciéndose de dolor, de repente quedó inmóvil. El hielo era de un azul transparente que me permitía ver perfectamente el color de piel que poseía Ivonne, ella era pálida normalmente, pero no tanto como había estado antes, en cambio ahora parecía toda un gran golpe. Ese mismo color entre morado negro y verde que tienen los golpes que te produces accidentalmente al caerte o golpearte contra algo por no mirar, ese color, en todo su cuerpo. Sus ojos estaban abiertos y eso me producía una extraña sensación de vértigo, eran completamente rojos en la parte que tendría que ser blanca, completamente, no como cuando lloras, que se marcan las venas de los ojos, no, todo, completamente todo. El azul de su iris seguía siendo azul y sus pupila seguía siendo negra. Me dejé caer a su lado sin quitar la mano del agua, si la quitara, se descongelaría. Tenía la esperanza de que todos hayan tenido la misma idea que yo y nadie muriera, aunque no creo que nadie se muera por esto, quiero decir, Maddie no es tan estúpida como para ocultar un asunto de vida o muerte, no es así? Maldije en mi interior, tenía ese sentimiento de querer que alguien sobreviva para luego darle un gran abrazo y terminar por matarlo. El hielo se rompió de un momento a otro y me concentré en Ivonne. Estaba tomando su color natural, pero todavía no era suficiente. Volví a hundirla en agua y la congelé. Ya no jadeaba y la nieve había empezado a caer verdaderamente, me estaba congelando, pero cuando los copos caían sobre mis brazos lastimados se sentía bien. Los miré y me sorprendí, tenía ampollas considerables en ellos, miré a Ivonne. Su piel había producido eso. Reí al escuchar a Jake en mi cabeza bromeando sobre eso. Seguramente el hubiera dicho algo como "Enfríate, Blake, es linda pero tampoco para arder en llamas" o algo por el estilo. Esperaba que el y Drake estén bien y sus puntos también. Hablando de eso, qué diablos les había sucedido a los puntos!? Por qué sentí ese frío en mi espalda? Era por ser un guía o por algo mas? Por qué se veían así? Por qué diablos quemaban? Y sus ojos? Como se explica el rojo de sus ojos!? Y EL MORADO DE SU PIEL!? Dios, tenía miles de preguntas, en verdad miles. Quiero decir, qué diablos!?
Ivonne estaba volviendo a su color natural de piel, lo blanco del ojo volvía a ser blanco, lentamente estaba volviendo a la normalidad. Realmente deseaba que a los demás les haya ido tan bien como a mi.

|| Jake

Alex estaba cubierta de nieve. Había manejado los copos para cubrirla toda. Tenía mi mano sobre su vientre haciendo que toda la nieve fuera de color azul y así ella sanaría. Se movió un poco, miré la hora, 5:45 a.m. había pasado aquí poco mas de dos horas tratando de que ella vuelva a la normalidad. Algunos rayos de sol ya se filtraban en el horizonte entre las nubes. Nevaba considerablemente y el suelo ya estaba por lo menos dos centímetros cubierto del hielo molido blanco. Alex estaba comenzando a responder, estaba volviendo a su color natural. Me había quemado los brazos al cargarla, realmente estaba ardiente. No malpiensen, estoy hablando de que su piel quemaba, literalmente, tenía ampollas en los brazos debido a esto. La encontré con todo el rostro y el cuello hasta el comienzo del pecho morados. Sus ojos estaban rojísimos. Tiritaba de frío pero cuando la toqué me quemé la mano por lo que rápidamente traté de crear hielo. Cabe decir que no soy para nada bueno con el agua y el hielo, se me hace mas fácil manejar el fuego sanador, al no dar resultado me comencé a desesperar y la traje afuera, hacía frío pero no bastaba. Entonces comenzó a nevar, agradecí a todos los dioses habidos y por haber. Cuando el hielo ya estaba creado, manejarlo no significaba un problema. Entonces la cubrí y ahora allí estaba, a su lado, esperando a que se recupere.

|| Drake

Juliet, mi hermosa Juliet con los ojos mas rojos que vi en mi vida. Todos los brazos morados y los pies comenzando a oscurecerse. La había tomado en brazos pero al instante la había dejado nuevamente sobre su cama, como es posible? Me había quemado los brazos al tomarla por lo que decidí dejarla allí acostada. Lo primero que se me vino a la mente cuando la vi fue la escarcha, entonces soplé un fuerte viento frío que quedó quietamente suspendido sobre ella. Cubrí toda su cama con escarcha sin cubrirla a ella. Luego hice una cúpula, como la de blanca nieves, de hielo azul sobre ella. El hielo y el aire frío le harían bien. Fuera comenzó a nevar, asique se me ocurrió cubrir sus brazos y pies con esa nieve transformada en sanadora, dio resultado. El morado de sus extremidades ya no estaba. Ni siquiera rastro de el. Pero los ojos seguían mas rojos que la sangre. Por lo cual no deshice nada del hielo. Lo dejé allí hasta que sus ojos volvieran al blanco normal. Una lagrima corrió por mi mejilla, odiaba verla así. La congelé y la puse sobre uno de sus ojos. Este fue perdiendo el color de a poco. De a muy poco. Entonces otra lagrima cayó y repetí la acción colocándola sobre el ojo izquierdo, el cual seguía igual de rojo que cuando la había encontrado a las tres y pico de la mañana.
Tenía miedo, en verdad lo tenía. Es decir, ella es tan viva y feliz siempre, verla así fue un golpe duro y para nada agradable.
Pensé en las pequeñas Annie y Maite y se me erizaron los cabellos de la nuca. Pensar que ellas seguramente se encontraban igual que ella era peor que haber visto al amor de mi vida en las condiciones en las que la encontré. Pobre Blake, el las había visto. Esas chicas eran como sus hermanas menores a las cuales tenía que proteger. Maddie, el había visto a Maddie también. Nuestra 'madre'. A Amanda, su adorada princesa. La chica que le gustaba desde hacía años. A Ivonne. Su punto. Blake si que lo había visto todo. No pude evitar preocuparme por el en el momento en que pensé en eso.
Con el tiempo, Juliet fue reaccionando. No estaba preparado para que reaccione, es decir, me preguntaría qué estaba haciendo en su habitación. Me preguntaría sobre el hielo. Empecé a sudar, estaba demasiado preocupado.

Herederos de facción. (Faction Heirs)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt