Cap.2-¿Un pelirrojo?

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Pasamos por largo algunas tiendas, donde compraríamos los utensilios que al joven le faltaban, aunque no le importó nada pues, me dejó que comprara todo yo sola, mientras el iba a la tienda de Quidditch.

Después de visitar muchas tiendas, algunas de entretenimiento incluso, busco la librería, aunque suele ser más difícil encontrar algún lugar, con bolsas obstruyendo la vista. Como puedo me dirijo a personas  a preguntar, pero todos están demasiado ocupados para mí. Ya cansada, me paro en alguna esquina dejando las bolsas de compras en el suelo. A un lado mío, se encuentra un caballeros pelirrojo, alto, flacucho, que parece no tener nada que hacer. Así que me acerco a el lentamente.

—¿Disculpe señor? —Digo tímidamente a su dirección, haciendo que este volteara.

—¿Señor? —Contesta el confundido —¿Crees que soy un señor? ¿Acaso me veo viejo? Oye niña, de hecho parezco menor que tú.

—¡Lo siento! ¡Lo siento!

—Es una broma, no te apures. —El chico me mira con una sonrisa —No te he visto por aquí antes. ¿Eres de Hogwarts? Debes estar en otra casa. La mia es Gryffindor, Fred Weasley a tu servicio.

El pelirrojo carismático, me extiende la mano en forma de presentación, al dársela solo la agita con alegría, parecía muy divertido. Su energía era bastante contagiosa, por lo que yo le sonreí de igual manera. Aunque había olvidado responder a sus preguntas, ágilmente, cambié el tema.

—Un gusto Fred Weasley —Digo más relajada —Solo quería saber dónde está la librería.

—¡Oh, si! —Fred baja lo que sea que esté cargando y me da las indicaciones con ayuda de gestos de mano. —Espero no te pierdas.

—Lo intentaré.

—Espera, no me dijiste tu nombre.

Antes de recoger las bolsas, le miro, insegura, debería decirle mi nombre o no. En fin, el me dio el suyo y fue tan amable conmigo.

—Mi nombre es....

—¡Ellie! —Alguien que seguramente sí sabe mi nombre, lo grita, como si estuviera vendiendo verduras en el mercado. —¿Qué haces aquí?

Dylan, el desafortunado apareció detrás mío, interrumpiendo mi carta de presentación con el chico agradable. Este se acerca más a mi, no tarda en darse cuenta de que platicaba con alguien.
—¿Por qué hablas con este señor?

Fred le mira odioso, como si fuese a querer callarlo con una bofetada. Aunque eso parecía menos agresivo que, con lo que su rostro mostraba.

—Preguntaba dónde está la librería—Le contesto —No pasa nada.

Dylan me miró pensando, después se volteó a ver al pelirrojo que mostraba desagrado por el castaño.

—Lo siento señor —Dice el tomándolo levemente por el hombro —¿Le dijo algo loco? ¿Lo molestó? Disculpela, no va al colegio. De echo no es mi hermana biológica. Aunque pensándolo bien, mi hermana biológica es más tonta, que ella.

—Oye, viejo. Tengo tú misma edad —Contesta Fred irritado —No me vuelvas a llamar señor.

Infló mis mejillas tratando de evitar reírme por la cara de ambos. No tengo tiempo de despedirme o decir algo, porque el señorito Hoff me toma la mano y recoge las bolsas que yo he llevado cargando, el mismo. Volteo a mirar atrás y con mi mano libre le hago una seña de despedida.

—¿Por qué hiciste eso?

—Me colmo la paciencia ese ansiano —Dijo por fin, dándome las bolsas —Además, no tenías porque hablar con ese chico. Si consigues novio, lo cual nunca harás, Mary querrá que tenga dinero, y déjame te digo, no parece que gose de mucho.

𝑬𝒍𝒍𝑰𝑬 𝑪𝑶𝑹𝑹𝑬 ¹➻ Cedric Diggory Where stories live. Discover now