Charlie Charlie, ¿estás ahí?

Capítulo 9

Esperé en medio del bosque unos 5 minutos, empezaba a preocuparme.

Dos brazos me rodearon la cadera seguramente sería Charlie así que no me importó. Empezó a darme besitos por el cuello.

-Pensé que no vendrías.

-Pues aquí estoy.

Me giré y me besó dulcemente.

-Ya te estas acostumbrando demasiado a los besitos -reí con un tono burlón.

Me besó otra vez.

-Eres malo -hize un puchero.

-Y eso te gusta

Me volvió a besar.

-Para que querías que viniese?

-Para verte.

-Me has visto esta mañana.

-Ya pero no puedo separarme ni un segundo de ti -Me abrazó.

-Eres tan tierno aveces. -Sonreí

-Contigo siempre -le besé.

-Te quiero llevar a un sitio.

-Pues vamos. -Sonreí.

*****
Tardamos unos 20 minutos en llegar, era una casa de ladrillos, bastante grande, supuse que era de Charlie.

-Es tu casa?

-Si

Entramos a la casa, era todo de colores oscuros, negro, granate, morado y toda esa clase de colores.

-Wow, es muy bonito.

-Te gusta el negro?

-Me encanta.

-Ven, sigueme.

Subimos por unas escaleras de madera para llegar al segundo piso.

Llegamos a una habitación.

-Esta es mi habitación.

-Na sabía que los creepypasta tuvierais casas tan bonitas.

-Pues si, pero yo no soy un creepypasta del todo, soy más persona que otra cosa.

-Ah -me cansaba de estar de pié así que me senté en el borde de la cama.

Hubo un silencio incómodo.

Charlie se sentó a mi lado.

-Y... Para que me has traído aquí?

-Estaba deseando oír esa pregunta. -susurró

Mientras le miraba Charlie aprovechó para atacar mis labios y tirarme a la cama para seguidamente tirarse encima de mi.
Mientras me quitaba la camisa aprovechamos para coger aire y besarnos de nuevo pero esta vez introdujo su lengua dentro de mi boca y provocaba que la mía le siguiera el juego. Se separó y comenzó a besarme el cuello, dándome mordisquitos que hacían que soltase pequeños gemidos.

-Char

-Shhh -me puso el dedo índice en la boca.

Estaba nerviosa, pero a la vez con ganas y excitada.
Volvió a besarme, esta vez era un beso lento y apasionado, con dificultad logró desabrocharme el pantalón y me lo quitó. Bajó sus manos desde mi espalda, pasando por la cintura, mis caderas, hasta mi culo, el cual lo apretó, sabía cual era su intención, quería escucharme gemir, volvió ha apretar, esta vez más lento. No pude aguantar más, gemí, el rió.

-Eres malo.

-Yo también te quiero.

Volvio a besarme y ha jugar con mi lengua, con un poco de ayuda enredé mis piernas en su cintura. Noté su erección debajo del pantalón, y en un movimiento que hizo rozó contra mi vajina. Jadeé y se dió cuenta de ello, así que lo volvió ha hacer.

Por que haces eso!! -Dije entre pequeños gemidos.

-Porque se que te pone.

Páramos y se puso a mi lado dándome pequeños besos.

Él solo se quitó la ropa quedándose en ropa interior [como yo] y se tumbó de nuevo.

-Que hora es?

-Las 5 y tengo sueño. -volvió ha besarme.

-Ya has tenido suficiente?

-Nunca será suficiente.

Me acorruqué a su lado y ambos quedamos dormidos