13

8.4K 936 311
                                    

—Yo... —Era incapaz de pensar en algo después de haber escuchado semejante confesión.

—Quiero aclarar que no me gustas tú, pero sí tus besos —añadió Jimin, tratando de hacerme olvidar su pequeño desliz. Al verme fruncir el ceño, su expresión cambió.

—¡No! No quise decir que no me gustes porque no seas linda o porque... Es solo que... Bueno, sí me gustas, pero... Me caes bien, es solo eso. Yo... —Jimin intentó aclarar la situación, pero cada vez la empeoraba más.

Lentamente, me acerqué a él, arrodillándome en el suelo y observándolo en silencio. Su pecho subía y bajaba rápidamente, y sus ojos miraban de forma intermitente varios puntos en su habitación. Tomé una de sus manos entre las mías, y lo hice enfrentarme. Jimin se congeló. ¡Oh, Dios! Nunca creí ver a Park Jimin así.

—Si tuvieras un segundo para decirme si te gusto o no, ¿qué me dirías? —le pregunté en voz baja. Jimin me miró fijamente; su mano reposando bajo la mía, y su manzana de adán haciendo un gran trabajo, mientras tragaba fuertemente.

—Yo... —Jimin titubeó.

—Un segundo, Jimin. —Lo presioné.

—Sí.

Traté de respirar. Traté de calmar mis latidos. Traté... pero no pude.

—Ahora... —dije con voz temblorosa—. Si tuvieras un minuto para explicar de qué manera te gusto, ¿qué me dirías? —Mi mano seguía sobre la suya; esta vez acariciando muy levemente la piel entre su pulgar e índice. Jimin se percató de este movimiento, ya que dirigió su mirada a nuestras manos por lo que pareció una eternidad.

—Young Mi, yo... —empezó a decir—. No lo sé, ¿de acuerdo? Nunca me ha gustado nadie por nada que no sea su físico y nunca me he acercado a ninguna chica por nada que no sea sexo —admitió, un poco avergonzado.

—Entonces, ¿eso quiere decir que no te gusto porque no quieres tener sexo conmigo, pero que sí te gusto porque te atraen mis labios? —le pregunté muy confundida. Jimin me miró de nuevo y respondió.

—Mini... —Volvió a apartar su mirada—. ¿Quién ha dicho que no quiero tener sexo contigo?

OH. MI. DIOS.

OH. MI. DIOS.

¿Estoy escuchando mal? ¿Acaso Park Jimin acaba de decir lo que creo que dijo?

—No lo sé... Es solo que, cuando te veo, no me imaginó tomándote de forma salvaje y penetrándote con fuerza. —Wow. Demasiada sinceridad, Jimin—. Cuando me imagino el momento, parece ser diferente. Pero no entiendo qué podría hacer para hacerlo diferente. Además, no se supone que deberías saber estas cosas, pero, a veces, cuando estoy con Mandy, pienso... pienso en cómo se sentiría si fueras tú la que estuvieras allí, en ese momento. —La imagen de Jimin pensando en mí, mientras tenía sexo con Mandy, era demasiado perturbadora—. Pero, después de todo, eres solo mi tutora de química y eres la chica más testaruda que he conocido, y cada vez que intento hacer algo gracioso, tú te molestas y terminamos peleados. Y sé que la he regado un montón de veces, pero es solo que no sé qué mierda tengo que hacer para no molestarte.

Jimin suspiró fuertemente, cerrando sus ojos por unos segundos.

—Así que... si me preguntas si me gustas o no, te diría que sí. Pero si me preguntas de qué manera me gustas, no tendría ni idea de cómo responderte, porque nunca en la vida me había gustado una persona de la forma en la que me gustas tú.

Respira, Young Mi. Respira. Uno, dos, tres... Inhala, exhala. Inhala...

Unos golpes en la puerta interrumpieron nuestro momento.

—Espero que no estén haciendo lo que creo que hacen, pero, solo por si acaso... Polvito del día, ¡Jimin se tira gases, mientras ve películas conmigo en la sala! ¡Y huelen realmente mal! —Reí un poco ante este comentario, mientras Jimin se removía incómodo en el piso—. Nana dice que vengan a cenar. —¿Cenar? ¿Qué hora era? Revisé mi celular. Las siete en punto. ¡Dios! Mi madre me iba a matar... O, peor aún, ¡TJ lo haría!

Jimin notó mi preocupación y revisó la hora en su celular. Sus ojos se ampliaron un poco cuando vio todo el tiempo que habíamos pasado en su habitación. Rápidamente, tomó mi celular y llamó a TJ.

¿Hola? Soy Jimin. Young Mi está en mi casa. Vamos a cenar y la llevo de vuelta en menos de dos horas, ¿está bien?

Jimin se quedó en silencio por un largo rato. Empecé a preocuparme. Mi hermano no solía hablar mucho por teléfono, a menos que algo importante ocurriera y...

Entendido. Nos vemos mañana.

Jimin colgó.

—Ven —me dijo, mientras se levantaba y tomaba mi mano con suavidad.

Esa mirada © ➳ Park Jimin || Esa mirada #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora