Capítulo 13

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No queria llorar en ése momento, ni parecer asustado. Alguien me había estado siguiendo y no era divertido ¿y si era un familiar o conocido? ¿Y si era un extraño? Tuve miedo de voltear a verle, me había quedado inmóvil.

-D-dejame.- Le había dicho con mi voz quebradiza y tartamudeaba un poco a causa del temor de no saber quien era. Comencé soportar el llanto, quería aguantar más tiempo como podía.

-Tranquilo.- susurró éste.

-N-no tengo di-nero, pero puedo darte mi ipone.- Dije con temor, mis piernas temblaban.

-Hey.. No quiero nada. ¿Te encuentras bien?.-

No le respondí.

Deseaba que me soltase pero me había causado rareza que se preocupase por mí ¿ a caso alguien me habían visto? ¿Acaso era uno de ellos? No lo sabía en absoluto, me quedé en silencio algunos minutos y mi mente quedó en blanco. Recordé los mensajes de mi móvil y caí en cuenta de que algo me decía que era ése alguien.

El hecho que se preocupara era algo un tanto bueno. Pero me asustaba de cierta forma.

-S-si.- Le respondí aún con cierto grado de temor.

Noté que se acercaba más. Sentí su respiración cerca de mi cuello. Me quede inmóvil. Mi respiración se detuvo.

-N-no m-me toques.- solté y al mismo tiempo sentía mis lágrimas brotar de mis ojos.

Suspiró cansado.

-Bill. - Oí que me nombraba. Cada parte de mi cuerpo se estremeció rápidamente, sentí un fuerte escalofrío recorrerme entero.

-¿Q-qué quieres?.- mis manos comenzaron a temblar otra vez.

De no ser porque el callejón se encontraba totalmente oscuro, podía huir corriendo tanto como me dieran los pies. Temía encontrarme con otras personas.

Sentí una de sus manos descender por mi antebrazo. Trague duro y mi respiración tanto como mi pulso comenzaron a acelerarse. Apreté mis puños pero me armé de valor. De repente golpeé su estómago de una patada que lo hice encoger del dolor y corrí sin destino alguno mis piernas fallaban temblaban pero debía hacer el esfuerzo aunque algo se me hacía familiar. Noté que alguien corrió hasta mí y me empotró contra la pared salvajemente apretó mi cuerpo contra la pared, sentí sus manos apretando mis muñecas por detras de mi espalda. ¿Todo se repetía? Tal vez era un jodido sueño del que despiertas de repente a media noche asustado, con el pulso por las nubes y la respiración agitada. Sollozo descontrolado ante la situación tampoco podía moverme con todo el esfuerzo que hacía me tenía totalmente inmovilizado.

-Q-que quieres?.- Le pregunté débilmente como podía. Mi voz sonaba suplicante.

- Primero te me calmas, Rubio.- Oí su voz, se me era bastante familiar..pero no supe diferenciar quien era. Sonaba serio. No podía verlo porque estaba detrás de mí. Noté su aliento chocar otra vez por mi cuello a lo que sentí cierto grado de repulsión.

-Calmate. ¿Si?.- oí cómo susurró cerca de mi oído pero ésta vez noté cierta calma en el tipo que me sostenía. Algo me decía que debía confiar en sus palabras pero todavía sentía ese maldito nudo que me impedía hablar con normalidad.

- De acuerdo..- Le susurré de regreso con la mejilla sobre la fría pared. Sus manos ya no hacían presión pero luego sentía sus brazos acorralarme contra la maldita pared. En algún descuido huiría de aquel largo callejón. No podía verle tampoco quería verle a la cara, ésta vez escupiría en ella y le daría una gran paliza. Saldría de ésta situación. Estaba seguro de aquello.

Noté su aliento, otra vez chocando contra mi cuello.

-Siento haberte asustado.- su voz calmada sólo me provocó fastidio.

¿lo sentía? Acaso mis oídos estaban mal? Porqué no me soltaba de una maldita vez si lo que quería no era asustarme?

Tengo que aceptar el hecho de que me daba miedo.

- Porqué no me dejas ir?.- Le dije como podía, sentía mis labios temblar.

-Lo siento, no tienes opción.- oí decir en tono cansado. ¿Quien demonios se creía que era?.

- ¿A dónde te habías metido, Bill.?.- le oí susurrar, no quería voltearme ya que su rostro seguía cerca de mi cuello.

-Eso a ti que te importa!.- solté con enfado.

Sentí su cuerpo hacerme presión contra la pared. ¿y era lo último que faltaba? Al parecer ..pero ésta vez no le daría el gusto!

-J-joder!! S-sueltame! Que haces!.- repliqué moviendo mi cuerpo tratando de safarme.

-Cálmate. Respóndeme ahora mismo, Bill.- pero es que ¿a quien le importaba? Su voz se mantenía calmada, eso me exasperaba. Traté de safarme pero me tenía inmovilizado otra vez sostenía mis muñecas con fuerza y noté que se separaba. Al fin. Parecía una tortura.

No le respondí de mero revelde que era.

De repente sentí que se alejaba de a poco pero todavía podía percibir que lo tenía cerca. Sus manos se colaron por alrededor de mi abdomen. ¿Que demonios quería? ¿Porqué no tenia opción de irme? Me comencé a hacer preguntas idiotas en mi mente. Que caso tenía pegarle y huir? Sin más, volvería por mi como lo estaba haciendo. No tenía opción . No la tenía.

Me percaté que me estaba abrazando por detrás de mi espalda. Cerré mis ojos lentamente pero oí un par de tacones pasar por aquel callejón, llevaba prisa al fin y al cabo ya estaba perdido.

-Bill.. - Noté su susurro. Al menos supuse por su actitud que no me haría nada que no quisiese..o eso creía.

Esperé que dijera algo más. Comencé a dudar y hacerme preguntas tontas.

Sus dedos se deslizaron por mis mejillas húmedas a causa de las lágrimas. Me sorprendí. Pero..

Narra Lola:

En la semana vería a Bill, estaba feliz por volverlo a ver! Supuestamente ya vivía en un apartamento completamente sola al fin. Podria visitarlo como tambien a Ash.

En mi antigua casa siempre acostumbraba a hablar por telefono con Ashley y ya de ser por donde vivía que ella temía viajar en avión. Desde joven tenía ese miedo a las alturas.

Ella tanto como yo eramos muy unidas a pesar de la distancia. Ella supo estar alli cuando más la necesitaba.

En el pasado mis padres me obligaron a alejarme por completo de Bill. Recuerdo ése día como si hubiera sido ayer.

Él me miraba fijamente, sabía que me iba a pedir ser su novia porque percibía ése momento. Estábamos tan ilucionados que simplemente quería escapar. No lo volví a ver. Me habían quitado el teléfono y me llevaron a vivir con mi abuela. Nos habían alejado pero nunca olvidaría sus últimas palabras.."Te esperaría toda una vida si fuera necesario, porque eres lo más hermoso que conocí en mi existencia. " Ésa era la única esperanza que me mantenia en pie, y no me rendiría fácilmente.

El Capitán [Versión extensa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora