Untouchable Player (Yeongyu)

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YEONJUN

Después de un comienzo inestable, le pateamos el trasero a Denver 3-1 y le damos a Tae un saludo con el casco y nos dirigimos al vestuario para celebrar.

Es sólo un partido de práctica para calentarnos para la temporada, pero aún así se siente bien ganar, especialmente en casa, en tu propio estadio.

Sé que si no llamo a mi papá se armará un infierno, así que salgo al pasillo mientras los chicos juegan en el vestuario.

De hecho, parece contento y me dice que hice un buen trabajo—Ahora asegúrate de aprovechar eso para el resto de la temporada y quizás lleguemos a la Frozen Four este año y llamemos la atención de algunos ojeadores.

Y así, sin más, mi buen humor se fue.

—Claro papá, hablaré contigo pronto.

—No salgas a emborracharte, tienes otro partido el próximo fin de semana contra Toronto. Es solo una exhibición, pero nunca sabes quién lo va a ver.

—Está bien, no lo haré.

—¿Te veré mañana para el cumpleaños de tu hermana?

—Por supuesto que no me lo perdería.

Colgó y estoy a punto de volver al vestuario, pero primero le envío un mensaje rápido a Beom.

"Vuelvo a Filadelfia este fin de semana para el cumpleaños de mi hermana. ¿Quieres pasar el rato esta noche?"

Guardo mi teléfono para no quedarme mirándolo mientras espero una respuesta.

De vuelta en el vestuario, Soobin me abraza y me dice que hice un buen trabajo, y me invade una oleada de culpa por lo que hice con su hermano. Código de hermanos.

Lo rompí a fondo y planeo volver a hacerlo.

¿Pero no tengo una buena razón? ¿No estoy impidiendo que Beom tenga su primera vez con un imbécil que conoce en una app de citas de mala muerte? Al menos haré todo lo posible por cuidarlo y que le vaya bien. Aunque no se lo diría así a Soob.

—¿Vienes a O'Neil's?

Dudo.

Gyu aún no me ha contestado, pero si lo hace, prefiero hacer lo que quiera antes que emborracharme otra vez. Sí, me gusta emborracharme, pero me gusta más que los chicos guapos se corran. ¿Quizás le interese que se la chupe? Me gusta la idea de tomarme mi tiempo mientras Beom pierde la cabeza. Si dice mi nombre al correrse como la última vez, puede que yo también pierda la cabeza. 

—No, tengo que estudiar.

Soobin me mira como si me acabara de crecer una segunda cabeza.

—¿Estás estudiando?

Hueningkai se ríe a nuestro lado.

—Tienes que conseguir esa C, recuerda.

—¿Creí que Beom te había instruido en eso?

Por favor, no dejes que vea lo roja que se ha puesto mi cara.

—Sí, bueno —me encojo de hombros—.¿Qué cojones quieres que diga?

Él sonríe y dice: —Ah, ya veo.

—¿Qué?

—Es una chica. ¿Vas a tener sexo, verdad?

Un par de chicos gritan y, joder, ojalá pudiera decirle a Soobin que se calle.

—Adelante Yeonjun, moja tu polla.