Untouchable Player (Yeongyu)

018

YEONJUN

La práctica me da mucha rabia. El entrenador debe haberse levantado mal esta mañana y nos tiene haciendo patinaje en bolsa. Nueve de cada diez veces, alguien vomita.

Normalmente yo.

Creo Five Guys no ayudó en lo absoluto, pero no beber en la última fiesta probablemente hizo más por mi resistencia de lo que cambiar mis sándwiches de queso a la parrilla por una ensalada podría hacer.

Al menos el dolor de cuerpo y el cansancio del entrenamiento me distraen de la conversación que tuve ayer con Gyu. Eso y nuestro próximo partido de pretemporada contra Denver el viernes.

Tengo dos llamadas perdidas de mi papá cuando salgo de entrenar y le digo a Soobin que voy a la biblioteca. Me mira como si no me creyera, y no me quedo esperando a que me pregunte si Gyu todavía me está dando clases particulares. ¿Y si lee: « No, pero Gyu quiere que yo le dé clases particulares de otra cosa», en toda mi cara? No, gracias. Puede que sea más grande y fuerte que Soobin, pero las reglas contra golpear a tu capitán son como las reglas contra golpear a tu hermana: no lo hagas.

Llamo a mi papá mientras espero el autobús. Terminemos con esto de una vez.

La conversación va bien hasta que me atrevo a bostezar.

—¿Saliste a beber anoche?

—No papá, ¿por qué es lo primero que piensas si estoy cansado?

—¿Estás durmiendo lo suficiente?

—Sí.

—¿No te quedarás despierto jugando a la PlayStation toda la noche? Un atleta necesita descansar mucho.

Si dijera que Soobin, superestrella del hockey universitario y primera selección del draft, se pasa algunas noches jugando GTA hasta las 3 de la mañana , mi vida no valdría la pena. Probablemente podría recitar la frase exacta.Una lección del libro de versos de mi padre, un padre de hockey que se aprendió de memoria. No soy Soobin. No puedo permitirme el lujo de relajarme. No tengo el talento natural de él. No crecí con los recursos que Soob tuvo. A Soobin le dieron todo en un palo de hockey dorado...

—No papá, no me quedaré despierto jugando a la PlayStation.

—No me vengas con ese sarcasmo muchacho, lo oigo.

Trago saliva y miro hacia la calle en busca de mi autobús, ¿dónde carajo está?

—Puede que ahora tengas estudios universitarios, pero eso no te hace inteligente.

—Lo sé, papá. No era sarcasmo. Solo estaba cansado porque teníamos patines.

—¿Has estado comiendo bien?

No.

—Sí.

—¿Proteína? ¿Reducir la cerveza, la pizza y todas esas cosas?

—Sí.

—Entonces, los patines en bolsa no deberían molestarte.

Los patines en bolsa molestan hasta a los jugadores de la NHL, pero no voy a discutir con él cuando está de este humor.

Si no digo nada, me preguntará por qué lo ignoro, pero si digo sí señor, me acusará de sarcasmo.

—Trabajaré más duro—intento.

Él suspira—¿Qué estás haciendo ahora?

—Voy a la biblioteca a buscar algunos libros.

—Deberías ir al gimnasio a entrenar. Tu tamaño es lo que te distingue.