BEOMGYU
Salgo de mi dormitorio, con los ojos legañosos y aturdido por haber estudiado toda la mañana, y encuentro una pandilla de lunáticos con los dientes rotos lanzándose y riendo como hienas en la sala de billar de la planta baja.
Hay alrededor de ocho de ellos, todos de pie, en pantalones cortos de baño y con el mismo cuerpo de muñeco Ken, empujándose y manoseándose unos a otros de una manera que haría si pudiera mi amiga Karina, estudiante de psicología.
No hay nada que separe la piscina de la antesala que da a la cocina, salvo el cristal.
Al no estar completamente empañado, tengo que ver al estúpido de mi hermano —y a lo que parece ser todo el equipo de hockey— actuando como si fueran los dueños del lugar cada vez que quiero usar mi propia cocina.
El defensa Yeonjun es un poco más alto y ancho que los demás, pero aún tiene unos abdominales marcados y el mismo tatuaje de la mascota del equipo (creo que es un bisonte) en el antebrazo derecho. Y dándome cuenta de eso Yeon al ser un poco más grande que los demás. Todo lo que hace es un poco más exagerado. Un poco más ruidoso. Un poco más molesto.
Uno de los nuevos fans de Soobin me sonríe a través del cristal y me doy la vuelta con un gruñido. ¡Dame fuerza!
Debería estar en Massachusetts ahora mismo. A cinco horas en coche. Suficiente para evitar que mamá se subiera a su camioneta y viniera de visita por capricho. Lo suficientemente lejos de Soobin y sus matones de hockey como para verlo solo en Navidad y Acción de Gracias. Nada de partidos de hockey forzados los viernes por la noche cuando debería (y preferiría) estar estudiando.
Incluso Nueva Jersey habría sido mejor que esto. Quizás todavía lo suficientemente cerca para algunas visitas improvisadas, pero lo suficientemente lejos para tener...Una excusa para perderme los partidos de Soobin. Quizás me sentiría culpable y me llevaría a alguna final de otro torneo sin sentido, pero el resto del tiempo sería mío.
Pero no entré al MIT y de alguna manera permití que mi madre me disuadiera de ir a Princeton y aquí estoy.
Otra ovación surge del billar mientras me sirvo un café y reviso la nevera buscando algo para comer que no sean platos de carne y pizza fría. Juro que mamá compra solo pensando en el equipo de hockey.
Menos mal que mi habitación está en el ático. Puede que sea la habitación más pequeña de la casa, pero también es la más apartada, la que tiene más personalidad y la mejor vista.
Desde mi ventana, puedo ver hectáreas y hectáreas de bosque repleto de altos y oscuros pinos. Y en invierno, los pinos suelen perder suficientes agujas como para permitirme ver hasta el lago.
He puesto mi escritorio frente a la ventana para al menos poder mirar hacia arriba de vez en cuando y ver el mundo exterior. Me recuerda al olor del aire fresco entre los breves respiros que suelo hacer entre clases.
No puedo permitirme perder el foco. Cuando no entré al MIT, pensé que se me había acabado el mundo. Desde que supe de su existencia, el MIT había sido mi sueño. Hacía que mi madre me llevara a las jornadas de puertas abiertas todos los años, y volvía a casa con el coche lleno de mercancía hasta que mi habitación parecía un museo del MIT. No me parecía justo que precisamente yo no entrara, cuando no solo me había esforzado tanto, sino que nadie amaba esa universidad como yo.
A mamá le fue más fácil convencerme de quedarme cerca de casa después de eso. Si no era el MIT, ¿Qué importaba? En mis momentos más difíciles, ni siquiera había considerado ir a la universidad, pero por suerte, tuve tiempo de salir de ese bajón antes de que venciera la fecha límite para aceptar mi plaza en las universidades de mi elección.
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Untouchable Player (Yeongyu)
FanfictionBeomgyu solo quiere que lo dejen en paz para estudiar sin que los compañeros de equipo de hockey de su hermano Soobin anden por ahí y lo desconcentren. Hasta que un día ve un tatuaje familiar en una aplicación de citas gay perteneciente al tipo duro...
