Untouchable Player (Yeongyu)

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—Eh...

—No te preocupes, lo único que necesitas es alguien que lea el material y sepa explicártelo de forma que lo entiendas.

¿Y qué le hace pensar que su hermano pequeño será mejor que el profesor? ¿Quién tiene un doctorado en la materia y escribió un libro sobre el tema?

—Y si no lo entiendes, entonces él puede simplemente... ayudarte un poco más de lo que lo haría tu profesor.

Ah. Tramposo. ¿Gyu ha aceptado esto? No sé mucho del tipo, pero no me parece un tramposo.

Salí a practicar y Taehyun me gritó por no defender la red lo suficientemente bien (y me insultó en ruso, creo), y luego Soob y el entrenador me dijeron que necesito concentrarme en el juego antes de ir a las duchas.

Cuando regreso al vestuario, tengo tres llamadas perdidas de mi papá que no quiero devolver, pero me meteré en un gran problema si lo ignoro.

Espero hasta estar fuera del alcance del oído y le devuelvo la llamada.

—Estaba practicando, lo siento—le digo antes de que se enoje por no haber respondido.

—¿Cómo te fue?

—Bien—miento.

—¿Crees que llegarás a los play-offs este año?

—Tenemos una buena oportunidad.

Me digo a mí mismo que no fue un suspiro lo que escuché.

—Tu mamá quiere saber si vendrás a casa para el cumpleaños de tu hermana.

—Sí, claro, es...

—¿No sabes cuándo es el cumpleaños de tu hermana?

Me muerdo la lengua y fuerzo una sonrisa, aunque no me ve—No, claro que sí, allí estaré. ¿Qué está haciendo?

—Ella quiere una de esas fiestas de cumpleaños en el partido de hockey, pero la temporada no comienza hasta el próximo mes.

—Es una lástima tener tu cumpleaños en septiembre.

Papá gruñe.

—Entonces, ¿qué va a hacer en su lugar?

—La llevaremos a la pista de hielo y luego a esa galería de juegos que le gusta después con Wendy's.

—Bien.

Se queda en silencio durante un minuto y pienso que tal vez su teléfono murió o algo así.

—Yeon, necesitas jugar el mejor hockey de tu vida esta temporada.

—Yo...

—No hables, solo escúchame. Esta es tu última oportunidad de que un cazatalentos te elija. No llegaste al draft, pero aún puedes llegar a la NHL como agente libre...

—Papá...

—No, escúchame...

—Papá, no sé...

—Este es tu problema —dice—: eres un vago. No quieres hacer lo que sea necesario.

—Papá, no soy un perezoso, simplemente no soy lo suficientemente bueno.

—Con esa actitud no llegarás a ninguna parte...

—El entrenador me dijo que si me dedico al hockey, terminaré arruinado y arruinando mi cuerpo para nada.

—Si no juegas al hockey, ¿qué vas a hacer? ¿Qué tal tus notas?

Cuando no digo nada, continúa: —¿Sabes cuánto hemos invertido tu madre y yo en tu carrera de hockey...?

Allá vamos. Quiero rogarle que no vuelva a hacer esto, porque sé, sé cuánto dinero invirtieron con la esperanza de que algún día pudiera devolverles el favor. Pero ¿sabes qué? Lo intenté, puede que no sea bueno estudiando, pero nunca salí a un partido de hockey y di menos del cien por cien. Nunca me importó mi seguridad. Detendría un disco con la cara si fuera necesario. Todavía me duele el hombro a veces, sobre todo cuando golpeo a alguien contra las tablas en el mismo sitio, y probablemente siempre me duela. Me rompí un diente, ¡por Dios!, y todo lo hice por el hockey. Que no lo sepa me saca de quicio.

Espero hasta que termine de hablar y le digo que lo sé y que lo siento.

—No te disculpes—dice—simplemente esfuérzate más.

—Sí, señor.

Cuando vuelvo a casa, Soobin y Kai se están preparando para ir a una fiesta y me preguntan si quiero ir con ellos.

—Claro que sí.

Esta noche me van a aniquilar.