Cap 12

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Era raro, pensaba Jaeyi mientras iban en el coche tomadas de la mano. Tener novia era raro. Raro en el buen sentido.

Nunca creyó tener una novia... y menos aún que ella sería quien lo pidiera. Lo había hecho sin pensar, solo siguiendo lo que le decía el corazón. Porque lo que sentía por Seulgi no se parecía a nada.

Había algo en ella que no quería dejar ir. Aunque no tuviera experiencia, aunque apenas y supiera qué era el amor. Solo sabía del amor por lo que había visto de sus padres y de aquella historia de sus libros favoritos, donde los protagonistas se querían tanto que dolía.

Sabía que el amor, así como se sentía de bien, también dolía.

Lo había visto en los ojos de su padre cada vez que hablaba de su madre. Y lo había sentido un poco cada vez que creía que Seulgi se alejaba.

Pero hoy no dolía. Hoy era lindo.

La mano de Seulgi entrelazada con la suya le confirmaba que todo estaba bien.

Aunque aún no dijeran nada frente a los demás, ellas sabían lo que eran. Y eso bastaba.

Seulgi seguía tratándola de la misma manera respetuosa y cariñosa. Y aunque todo parecía igual ambas habían aprendido a poner sus límites con otras personas, sobre todo ella.

Taek ya no estaba en el panorama. Le había dejado claro, con mucha amabilidad, que le gustaba otra persona. Él sonrió, quizás ya lo intuía. Quizás también entendía que Jaeyi solo tenía ojos para Seulgi desde el principio.

Cuando llegaron a su casa subieron a su habitación. Seulgi dejó caer su mochila en una silla antes de acostarse en la cama. Jaeyi se quedó de pie desabrochando su uniforme.

Con el uniforme doblado en manos,  fue hacia su ropero y sin querer empujó la mochila de Seulgi que cayó al suelo.

De la mochila rodaron unas monedas y un sobre arrugado.  Jaeyi los tomo para ponerlos en su lugar pero no pudo evitar ver su nombre en el sobre.

—¿Qué es esto?

—¡No, espera! —Seulgi se levantó al instante, pero Jaeyi ya tenía la carta en las manos.

La abrió y la leyó.

Jay:

Sé que esto puede sonar torpe, o demasiado cursi.  Pero necesitaba escribirlo, aunque fuera solo para sacar lo que siento.

Me gustas. Mi corazón late diferente cuando te veo reír y  pongo nerviosa si estás cerca. Me gustas cuando eres celosa. Cuando eres amable incluso con quien no lo merece. Cuando te encierras en tu mundo y, sin darte cuenta, me haces querer formar parte de él.

Me gustas desde antes de que supiera cómo se llama esto. Y cada día quiero verte más. Me gustaría ser tu novia. Pero si no estás lista, está bien. Yo puedo esperarte. Siempre lo haré

No sé exactamente cuándo empezó. Solo sé que cada día que pasa quiero protegerte más.

No quiero presionarte. Solo quería que lo supieras.

Porque me gustas. Mucho. Y no quiero seguir fingiendo que no es así.

Seulgi.


Jaeyi leyó en silencio. Sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa.

—¿Cuándo escribiste esto?

Seulgi se frotó el cabello, nerviosa.

—Hace un par de semanas. Pero me dio miedo dártela. No sabía si ibas a sentir lo mismo.

—Tonta, si me la hubieras dado ya seríamos novias desde entonces.

Seulgi sonrió timidamente. Jaeyi se acercó a su buró y guardó la nota con cuidado. Después regresó a la cama, se recostó a su lado y la abrazó dándole un par de besos.

—Jay...

No dijeron nada más. Se acurrucaron juntas, y poco a poco, se quedaron dormidas.

...

Cuando Jaeyi despertó, ya había bajado el sol. Seulgi seguía dormida, se quedó mirándola un rato, observando cómo respiraba con calma.

"Qué bonita se ve mi novia" pensó.

No quiso despertarla aún, así que pidió que subieran la comida a la habitación.

—Seulgi —dijo acariciándole la mejilla.

—Hmm...

—La comida ya llegó.

Seulgi se sentó lentamente, aún adormilada. Se frotó los ojos con y luego sonrió al verla.

Ambas comenzaron a comer.

—Últimamente te ves agotada —comentó Jaeyi—. ¿Es por las clases?

—Sí... el último año es pesado. Pero también es eso de que no duermo bien si no estoy aquí contigo.

—¿Puedo hacerte una pregunta?

—Claro Jay.

—¿Cómo supiste que te gustaban las chicas?

La pregunta la tomo por sorpresa, pero sonrió al sentir la curiosidad de su novia.

— Me pasó desde niña. Pero lo descubri bien en la secundaria cuando me ponía nerviosa si se sentaba cerca una chica, si me sonreía. Después conocí a otra. Y lo confirmé. Me gustaban las chicas, y ya. No lo pensé tanto.

—A mí nunca me pasó —confesó Jaeyi—. Nunca lo imaginé... Hasta ti.

Seulgi la escuchó en silencio.

—Tú me haces querer saber todo. No sé si soy así o si solo me pasa contigo. Pero no me importa. Me haces sentir segura.

Seulgi dejó la cuchara a un lado y tomó su mano.

—No necesitas etiquetarte ni entenderlo todo hoy. Tienes tiempo. No hay prisa, Jay. Yo no voy a ningún lado.

—Pero quiero aprender. Quiero hacerte feliz. Quiero hacerlo bien.

—Solo tienes que ser tú. Ya me haces feliz ...¿Y tú cómo supiste que te gustaba yo?

Jaeyi bajó la mirada un instante pensativa luego sonrió.

—Quizás no lo supe al instante...  Pero ahora que lo pienso ... el día que me defendiste, cuando nadie más lo hizo.  Y después, cuando empezamos a hablarnos, tú siempre volvías a pesar de saber mi apellido y mis gustos. Eso me hizo sentir especial.

—¿Eso fue suficiente?

—Sí... Y también... por alguna razón te ves muy bien con el uniforme deportivo. Me encanta cómo te queda. Y cuando sales del entrenamiento... no sé, aunque estés toda sudada... te ves linda. Me da ganas de abrazarte, aunque estés toda mojada.

Seulgi no pudo evitar sonrojarse. Jaeyi siempre sabía como hacer latir su corazón y quería que fuera así por mucho tiempo.

Azul [JaeyixSeulgi]Where stories live. Discover now