Confesiones en una noche de luces y monstruo

Start from the beginning
                                        


—¿Puedo sentarme?  


Asentí, incapaz de decir nada. Se dejó caer a mi lado en la acera, frotándose las manos.  


—Así que... un monstruo.  


—Sí.  


—Con una boca gigante y sin ojos.  


—Sí.  


Steve soltó una risa seca y nerviosa, sacudiendo la cabeza.  


—No sé si necesito terapia o un trago.  


—Probablemente ambas.  


Nos quedamos en silencio por un momento. Era extraño estar así con él después de tanto tiempo. Habíamos sido inseparables cuando éramos niños. Luego él se volvió "popular", empezó a salir con Tommy H. y Carol, y dejó de hablarme. Supongo que yo también dejé de intentarlo.  


Pero ahora estaba aquí. Y yo también.  


—Tn... ¿qué pasó con nosotros?  


Su pregunta me pilló desprevenida.  


—¿A qué te refieres?  


—Nosotros. Éramos mejores amigos. Y luego, de repente, dejé de verte.  


Solté un suspiro.  


—No fue "de repente", Steve. Tú cambiaste. Yo no encajaba en tu nuevo mundo.  


Él frunció el ceño.  


—Eso no es cierto.  


—¿No? —Lo miré con escepticismo. —Porque desde donde yo lo vi, te volviste el típico chico popular que se olvida de la gente que realmente le importaba.  


Steve se pasó una mano por el cabello, frustrado.  


—Mierda, Tn... yo nunca quise que pasara eso.  


No respondí. Porque parte de mí todavía estaba dolida.  


—Cuando te vi en esa casa... —continuó, —juro que sentí que el mundo se detenía por un segundo. Porque pensé: "Dios, ella está aquí, en esto. ¿Qué carajo he estado haciendo todo este tiempo?"  


Mi corazón dio un vuelco.  


—Steve...  


—Déjame terminar. —Me miró fijamente, sus ojos castaños brillando bajo las luces del hospital. Estuve persiguiendo algo que nunca me hizo feliz. Fingiendo ser alguien que ni siquiera sé si quiero ser. Pero cuando vi el miedo en tus ojos esta noche, cuando me di cuenta de que podrías haber muerto luchando contra esa cosa... todo se aclaró para mí.  


Su voz se quebró un poco.  


—Yo debería haber estado a tu lado desde el principio.  


El aire entre nosotros se volvió más denso. Lo miré, sin saber qué decir.  


—No espero que me perdones así de fácil —dijo, su tono más bajo—. Pero quiero arreglar esto. Quiero recuperar lo que teníamos... y tal vez algo más.  


Mi pecho se apretó.  


Steve Harrington acababa de confesar que quería algo más conmigo.  


Después de años de distanciamiento, después de todo lo que pasó esta noche... ¿Cómo se suponía que debía procesar esto?  


—Steve... No sé qué decir.  


—Solo dime que no me odias.  


Lo miré. Tan sincero, tan vulnerable. Tan diferente al chico arrogante que creí que se había convertido.  


—Nunca te odié —susurré.  


Steve exhaló con alivio y, en un movimiento impulsivo, tomó mi mano. Su piel estaba cálida, firme.  


—¿Me darás una oportunidad para demostrarte que no soy el idiota que pensabas que era?  

Mi corazón latía a mil. Miré nuestras manos entrelazadas, sintiendo una extraña calidez en mi pecho.  

Tal vez Steve Harrington realmente había cambiado.  

Tal vez, yo quería averiguarlo.  

Apreté su mano suavemente.  

—Está bien, Steve. Veamos qué pasa.  

Y por primera vez en mucho tiempo, él sonrió. Una sonrisa real.  

💕Steve Harrington's One shot 🏀💕Where stories live. Discover now