💕Steve Harrington's One shot 🏀💕

Invisible parte 5

Bajé tras ellos al sótano, mis pasos silenciosos pero firmes. No podía dejar que Dustin se metiera en peligro solo, y aunque Steve parecía saber lo que hacía, no podía evitar sentirme preocupada por él también. A pesar de todo, seguía siendo el chico popular con un bate lleno de clavos, y eso no garantizaba que supiera lo que estaba haciendo. Cuando llegué al final de las escaleras, me encontré con una escena que me dejó en suspenso.

Steve estaba de pie, su bate levantado. A medida que me acercaba, noté que estaba sosteniendo un trozo de algo en la punta del bate. Me detuve al lado de Dustin, incapaz de comprender lo que estaba viendo.

—¿Qué es eso? —pregunté, mi voz apenas un susurro.

Dustin se giró hacia mí, con una mezcla de emoción y nerviosismo en su rostro.

—Es piel de Dart —dijo, como si eso lo explicara todo.

Mi mente dio un vuelco. ¿Dart?No podía creer que mi hermano le hubiera puesto nombre a esa cosa.

—¿Le pusiste un nombre a esa... criatura? —exclamé, entre incrédula y preocupada.

Dustin asintió, completamente serio, como si darle un nombre al monstruo lo hiciera menos aterrador.

—D'Artagnan, como el mosquetero —respondió, orgulloso.

Rodé los ojos. Era tan típico de Dustin tratar de encontrar algo emocionante y heroico en lo aterrador.

Salimos del sótano después de que Steve y Dustin discutieron un poco más sobre el plan para el día siguiente. La idea era usar carne como cebo para atraer a Dart y atraparlo. Mi hermano, siempre entusiasta, estaba decidido a que este plan funcionará.

Al día siguiente, mientras ellos dos iban a comprar carne, me quedé en casa fingiendo que ayudaba a mamá a buscar a Mews. Ella estaba desconsolada, y yo no tenía corazón para decirle lo que realmente le había pasado a su querido gato. Traté de mantenerme ocupada, pero mi mente seguía volviendo al sótano, a Dart, a Steve. Finalmente, el aburrimiento me superó y decidí ir a buscarlos. Sabía que probablemente estarían en algún lugar trabajando en su plan.

Llegué al depósito de carros donde sabía que estarían, y no me sorprendió ver a Max y Lucas con ellos. Parecía que cada vez más personas se estaban involucrando en esta locura. Me uní al grupo justo cuando empezaba a oscurecer, y nos preparamos para defendernos. El bus abandonado era nuestro refugio temporal, y todos parecíamos estar en alerta máxima.

Cuando los demo-dogs finalmente llegaron, sentí un escalofrío recorrerme la columna. Eran aún más aterradores de lo que imaginaba. Steve, con su bate en mano, tomó la delantera. Sabía que no era solo por instinto de proteger a los más jóvenes, sino que también era por algo más profundo, algo que no podía dejar de admirar en él. A pesar de todo, Steve Harrington se había convertido en un verdadero protector.

Los demo-dogs se acercaron rápidamente, y Steve y yo nos colocamos al frente, defendiendo a Dustin, Max y Lucas. Mi corazón latía a mil por hora mientras luchábamos. Steve era impresionante, lanzando golpes con precisión y fuerza. Yo trataba de mantener la calma, usando un martillo a mi disposición para mantener a los demo-dogs a raya.

Y de repente, se fueron. Los monstruos simplemente se retiraron, dejándonos en un inquietante silencio.

—¿Se habrán asustado? —preguntó Lucas, su voz temblando ligeramente.

Steve, todavía jadeando por el esfuerzo, negó con la cabeza.

—No lo creo —dijo, con el ceño fruncido—. Algo los llamó.