💕Steve Harrington's One shot 🏀💕

El proyecto de fotografía

Siempre me ha gustado capturar momentos que nadie más nota. Mientras otros se enfocan en grandes eventos o paisajes perfectos, yo prefiero las risas inesperadas, las miradas distraídas, los gestos cotidianos que cuentan historias. Por eso, mi nuevo proyecto de fotografía era simple: capturar la esencia de la gente de Hawkins en su día a día.  

Lo que no esperaba era que Steve Harrington terminará siendo uno de mis modelos.  

—¿Yo? —preguntó, señalándose el pecho con una mezcla de sorpresa. —¿Quieres que yo sea tu modelo?  

Rodé los ojos, apoyándome en la barra del videoclub donde trabaja.  

—Sí, Steve, tú. Ya sé, qué locura, ¿no? —Él sonrió con esa confianza que siempre llevaba consigo, pero pude notar el ligero sonrojo en sus mejillas.  

—Bueno... —se cruzó de brazos, fingiendo pensarlo. ¿Qué gano yo con esto?  

—Un café y la experiencia de ser una súper estrella por un día.  

—Trato hecho. —Extendió su mano y la estreché, divertida por su entusiasmo.  

Día del proyecto.  

—Vale, Harrington, no te lo tomes tan en serio. No estás en una sesión de fotos para una revista de moda.  

Steve estaba de pie frente a la vieja tienda cerrada del centro, posando como si fuera un modelo de revista, con la chaqueta colgando del hombro y una mirada intensa al horizonte.  

—¿Así? —preguntó, levantando una ceja dramáticamente.  

Me reí tanto que casi dejé caer la cámara.  

—Sí, claro, muy natural. —Me acerqué y le di un pequeño empujón en el hombro. —Quiero capturar al verdadero Steve, no a esta versión falsa de galán.  

—Ah, claro, porque soy un desastre en la vida real, ¿no? —dijo con una sonrisa mientras se pasaba la mano por el cabello.  

—Un poco. Pero es un desastre encantador.  

Steve se quedó quieto un segundo, sorprendido por mi comentario, pero no dijo nada. Solo se limitó a mirarme con una sonrisa más suave, menos teatral.  

—Está bien, Tn. Haz tu magia.  

Y ahí estaba: el verdadero Steve. Relajado, con esa sonrisa que parecía guardar secretos, y esa mirada que podía hacerte sentir como si fueras la única persona en la habitación.  

Click.  

Pasamos el día recorriendo Hawkins. En cada lugar, Steve encontraba una manera de hacerme reír. En la plaza, se subió a una fuente, declarando ser el "rey del agua"; en el parque, me hizo tomarle fotos mientras intentaba (sin éxito) trepar a un árbol.  

—¿Sabes? No eres tan ágil como parece. —Le dije entre risas mientras él bajaba torpemente.  

—Oye, estoy oxidado, ¿vale? No todos somos ninjas fotógrafos como tú.  

—Ninja fotógrafa. —Lo corregí, alzando una ceja.  

—Eso.  

Nos detuvimos en una cafetería al final del día, y mientras él pedía dos cafés, me quedé mirando las fotos que había tomado. Cada una capturaba algo único de Steve: su risa, su mirada pensativa, incluso su torpeza.  

—¿Qué tal van las fotos? —preguntó, sentándose frente a mí y deslizando el café hacia mi lado.  

—Perfectas. —Le mostré algunas en la cámara. —No sabía que tenías tantas expresiones.  

—Soy como un camaleón. —Sonrió, pero su voz sonó más suave. —Gracias por pedírmelo.  

—Gracias a ti por aceptar. No muchos estarían dispuestos a pasar todo un día conmigo haciendo esto.  

—Yo lo haría cualquier día.  

Mis ojos se encontraron con los suyos, y de repente, el ruido de la cafetería pareció desvanecerse.  

—Steve...  

—¿Puedo decirte algo? —interrumpió antes de que pudiera seguir.  

—Claro.  

—Siempre me pareciste increíble. Incluso cuando éramos más pequeños. —Se pasó una mano por el cabello, nervioso, algo raro en él. —Pero nunca tuve el valor de decírtelo.  

Sentí un calor subir por mi pecho.  

—¿En serio? —pregunté, mi voz apenas un susurro.  

—Sí. Y ahora, verte aquí... haciendo lo que amas, con esa pasión que siempre tuviste... es como si hubiera estado esperando este momento.  

Mi corazón latía con fuerza.  

—Steve... yo también. Siempre me gustaste. Solo que pensé que estabas muy ocupado siendo "Rey Steve" para notar a alguien como yo.  

Él soltó una risa suave.  

—El Rey Steve era un idiota. Pero ahora, solo soy Steve. El desastre encantador, ¿recuerdas?  

—Sí, lo recuerdo. —Sonreí.  

Nos quedamos en silencio por un momento, esa tensión dulce y palpable llenando el espacio entre nosotros. Finalmente, él habló, —¿Sabes cuál sería la mejor foto del día?  

—¿Cuál?  

—Esta. —Se inclinó hacia adelante, cerrando la distancia entre nosotros, y sus labios rozaron los míos con una suavidad que me hizo olvidar todo lo demás.  

Click.  

Sin darme cuenta, había presionado el botón de la cámara que aún colgaba de mi cuello. Ambos nos apartamos, sorprendidos, pero comenzamos a reír.  

—Bueno, supongo que esa es la foto más honesta del día. —dije, con las mejillas ardiendo.  

—Definitivamente mi favorita. —Sonrió, tomando mi mano sobre la mesa. —¿Qué te parece si hacemos esto más seguido?  

—¿Fotos?  

—No, Tn. Pasar el día juntos... y ver a dónde nos lleva.  

Sonreí, apretando suavemente su mano.  

—Me encantaría.  

Y en ese momento, supe que este proyecto de fotografía había capturado algo mucho más importante que simples imágenes, había capturado un nuevo comienzo.

La guardiana del bosque

Tn es una criatura mística que vive en los bosques cercanos a Hawkins, protegiendo el equilibrio natural y vigilando la influencia del Upside Down. Cuando Steve, accidentalmente, se adentra en su territorio buscando a Dustin, Tn lo salva de un ataque de criaturas del otro mundo. Aunque inicialmente desconfían, Steve queda fascinado por su belleza y poder, mientras que Tn se siente atraída por su valentía y humor torpe. Juntos enfrentan una amenaza del Upside Down, y su conexión crece mientras descubren que sus mundos no son tan distintos.