Capítulo 11: Final

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Laura estaba en el correo con la carta en mano.
No pensaba que haría esto, pero sabia bien que lo debía hacer.
Miró la carta por tercera vez, repasando cada palabra que esta contenía en su cabeza.
Simplemente creía que haciendo aquello se tranquilizaría mas rápido.
Pero no, se sintió culpable.
Más culpable de lo que pudo haber imaginado.

"Querido Luke:
Lamento mucho haberte dejado en el altar. Me sentí la peor persona, tu me has tratado demasiado bien y no te merecías aquello.
Después de todo tus padres no me querían y me sentía subestimada, yo no era así, y supongo que aún no estaba lista para dar ese gran paso.
Lamento mucho si te lastime, nunca fue mi intención hacerlo.
Realmente gracias por todo, estos meses no hubieran sido tan grandiosos si tu no hubieras estado.
Te agradezco sinceramente.
Además, la vida esta llena de sorpresas, y supongo qué no era el momento para casarnos.
Somos jóvenes, aun tenemos 21 años, tu tienes un gran futuro por delante.
Te escribo desde Inglaterra, mi bebé esta mas grande, tienes que venir a verlo. Se que te extraña.
Claro, solo si no estas enfadado. Aunque entiendo perfectamente que lo estés.

Se que tuve que disculparme antes, pero no tenia el valor suficiente.
Se que pasaron tres semanas, no mucho tiempo, pero aún así me molesta no haberte escrito antes.
Espero que me entiendas, ya que entre nosotros nunca hubo amor, no se si tu estabas enamorado de mi, ya que te comportabas como un amigo. Como un gran amigo.
Uno que estaba dispuesto a casarse por lástima a una mujer que tiene un hijo sin padre.
Realmente no se como agradecerte.
Siento que irme fue lo mejor para ambos.
Aún así, siempre seras alguien especial para mi.

Laura. M ♡"

Dió un gran respiro, y repasó todo lo sucedido.
Había dejado a Luke en el altar, se había venido con Ross a Inglaterra, le había contado a Ross (quien ahora es su novio oficial) que el bebé que llevaba dentro era de él y por aquella razón aceptó irse a Los Angeles.
Recordó aquel recuerdo.
Y no pudo evitar que sus ojos se le cristalicen.

Laura había hecho un gran pastel de fresas y chocolate.
Tenia ese antojo y entonces, puso manos a la obra.
Ross llego de trabajar como siempre.
Se acercó y la beso.
Se agachó un poco y besó su enorme panza.

- Aunque no eres mi hijo, te trataré como tal- dijo Ross para darle otro beso y pararse.
Laura se puso seria. Sabia que debía decirle lo del bebé.
Se armó de fuerzas y antes de meter la masa al horno miró a Ross a los ojos.

- Tenemos que hablar- dijo seca.
No sabia como llevar la situación.

- ¿De qué quieres hablar?- preguntó Ross asombrado por el tono de voz que ella empleo.

- Yo.. yo... Ross.. -suspiro- el bebé.. tu eres el padre.- dicho eso pozo su vista al suelo.
La levanto cuando vio que Ross no respondía.

- ¡¿Me estas tratando de decir que este bebé es mi hijo?!- pregunto Ross un poco alterado. Ella notó que en su mirada había dolor y enfado.

- Tenia que hacerlo.. ¿De acuerdo?.. Tu tenias una esposa.. ¡¿Qué haría ella si se enteraba que tenias un hijo con otra?!.. Y para peor.. tu mejor amiga.- dijo sin evitar que las lagrimas se acumulen en sus ojos.

- ¡¡La hubiera dejado!! ¡¡Por ti y nuestro hijo!! ¡¡No me hubiera importado ni Sheila ni sus padres!! ... me perdí tus primeros meses de embarazo.. me perdí muchas ecografias, incluyendo la primera...- dijo con la mirada en suelo y su voz tranquila y herida- ¡¿Estas contenta?! ¡¿Qué pretendías?! ¡¡En algún momento tenia que enterarme que ese bebé era mi hijo!! ¡¿Qué harías entonces?! -dijo a los gritos.

- ¡¡Tenia mis razones!! -dicho eso comenzó a llorar. No sabia que hacer.
Solo ver como Ross la miraba con odio.

Ross estaba tan enfadado y dolido que tomó su chaqueta, las llaves del auto y cerró de un portazo la puerta.
Condució hasta una plaza, donde estacionó y comenzó a llorar.
Herido. Le dolía la idea de que, si no hubiera encontrado a Laura, ella nunca le iba a contar que tenia un hijo.
Sabia que iba a dar todo por ellos.
Y entonces, se puso en el lugar de Laura, quien se encontraba en casa llorando.
Tenia razón, no tenia opción.
Tal vez las cosas fueran distintas en ese entonces.
Condució a una floreria y compro flores y chocolates.
Se disculparía.
Aparco el auto frente a la casa y entró, Laura no estaba. Subió las escaleras y se dirigió a su habitación.
Ahí estaba ella de espaldas empacando, mientras sus ojos rojos e hinchados le pedían que parase de llorar. Sin embargo no lo hacia.
Se acercó a ella y la rodeo por la cintura.

Laura dio un gran salto.
No lo había escuchado entrar.
Estaba concentrada en su maleta.
No prestó atención y siguió empacando.
No sabia donde iría. Pero aún así, sabia que no iba a quedarse en la calle. 
Ross la volteo y ella miro al suelo.
Incapaz de verlo a los ojos.

- Perdóname- dijo Ross en un tono suave- mírame- dijo tomándole la cara con una de sus manos y obligandola a que lo mirase.
Sin darse cuenta mas lagrimas caían por sus ojos.
Entonces ella negó con la cabeza.

- Perdóname tu a mi... debí habértelo contado- dijo Laura mirándolo.

- Bien, te perdono, pero solo si tu me perdonas- dicho eso, vio que Ross sacaba un ramo de flores con unos chocolates. Una sonrisa se formo en sus labios y lo besó.

Salió del recuerdo cuando un hombre la llamó por el numero que tenia en manos.
Dejo la carta, y salió.
Ross la esperaba con una gran sonrisa en el rostro.
Se acercó a ella y la besó como nunca.
Subieron a su auto y se dirigieron a comer.
Esta última semana había estado de lo mejor. Ross la trataba como una princesa.

***Un mes y medio después***

- ¡¡Ross!! ¡¡¡Ross!!!... ¡¡¡Ahh!!! ¡¡¡Ya viene Shor!!- gritaba Laura quien estaba acostada en su cama.
Eran las dos de la mañana y los dolores la habían despertado.
Estaba de ocho meses y medio y le habían dado fecha para los nueve meses.
Shor Austin Lynch definitivamente se había adelantado.

Ross se vistió los mas rápido que pudo, le colocó una de sus camperas a Laura y la llevo hasta el auto.
Condujo hasta el hospital en donde internaron a Laura.
El estaba con ella. En la sala.
Les dio la noticia a sus hermanos y padres.
Vanessa y Riker vinieron lo mas rápido que pudieron.

A las 11 del mediodía Ross ya tenia a Shor en brazos.
Era todo una belleza. No quería soltarlo. Laura tuvo que rogarle que le de su bebé, aunque sea para que tome la leche.
Ross se inclinó y la besó.
Le había dado la belleza mas linda de todas.

- Te quiero- le dijo entre el beso.

En eso entró Vanessa y Riker con globos y peluches.
Madeline, la hija de Riker y Vanessa se quedó con Trina, la amiga de Vane.
Tenia dos años y medio y era una ternura.

Un par de horas mas tarde dieron de alta a Laura, fueron a casa con su nueva entretención y Ross se comportaba como un baboso.
En sí, el niño era como Ross, de Laura solo tenia los enormes ojos cafés y tal vez en un futuro la personalidad.
Pero eso no podía saberse.

A las cinco de la tarde llegó su familia, todas emocionadas por el nuevo miembro de la familia.
Ross no paraba de sonreír y besar a Laura.

- Shor, si siguen así, no tardaran en darte un hermano- dijo Rydel con Shor en brazos.
Ross la miró con los ojos entre cerrados.

- Oh, claro que tendrá mas hermanos- dicho eso Laura se puso colorada.

- Felicidades mi niño- dijo Stormie abrazando a Ross.

- Gracias mamá- dijo Ross soltándose del abrazo y dándole un enorme beso en la mejilla.
Se abrazó con su padre y recibió la noticia de que Rydellington era real.
Laura y el comenzaron a reír.
Ahora, los mejores amigos, eran mas que mejores amigos.
Comieron y celebraron por ambas noticias.
Las cosas iban mejor que nunca, y, sabia que iban a continuar así si tenia a su familia cerca.

+~FIN~+

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Amantes (raura) ||Short Story||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora