Capítulo 5

3K 190 9
                                    

Ya había pasado todo un día y la castaña se encontraba sentada en el pasillo del consultorio.
No había alcanzado a desayunar por levantarse sobre hora y sus entrañas dolían del apetito que tenia.
Maldita sea la hora en la que se quedo dormida, si no fuera que se hubiese quedado tan dormida hubiera alcanzado a comer una manzana o alguna otra fruta.
Estaba pensando a que lugar iría a comer luego de salir de la consulta y que el medico le recete los medicamentos.

- Señorita Marano- dijo alto una doctora.
Ella se paro y se dirigió a su consultorio.
Se sentó en una silla negra que la doctora la había indicado.

- ¿Que la trae por aquí señorita Marano?- pregunto la señora de unos 38 años de edad.

- Bueno... ayer tuve un fuerte mareo, de hecho, hace varios días que lo tengo...

- Bien... ¿ah tenido por casualidad algunos antojos últimamente?- pregunto la doctora escribiendo en un bloc de hoja chico.

- Si, de hecho si..- lo que no entendía era que tenia que ver aquello con sus mareos. Estaba nerviosa y sin darse cuenta comenzó a jugar con sus anillos.

- ¿Y nauseas? - pregunto mirándola.

- No.. nauseas no..

- Bien, Laura... ¿Hace cuanto fue tu ultima vez que.. tuviste relaciones?- la morena se asombro tanto por esa pregunta que temía saber cual era la respuesta.

- Hace... cuatro semanas ya...

- ¿Usaron protección?- se quedo atónita. Claro que no.
Ross y ella nunca esperaron que esto se fuera de las manos. Si lo hubiesen sabido estarían preparados.
Que inocente había sido. Tal vez pueda tener un hijo de Ross en su vientre y jamas se había percatado.
Estuvo tan pendiente de su trabajo y de olvidar a Ross que no presto atención a ese asunto.
Este mes no le había venido. Era obvio que estaba esperando un hijo.

- Bien, tomo ese silencio como una respuesta negativa- dijo la doctora- de todas formas te haremos la prueba de embarazo.

Laura asintió mientras la doctora escribía en otra hoja, la arranco del bloc y se la tendió. Tenia su sello y su firma.

- Ve con esto a secretaría que hay te harán pasar para el sacado de sangre, luego tienes que esperar unos minutos y ahí sabrás si estas embaraza o no... pero como todo indica, creo que ya sabes.- ella estaba confundida. Estaba alegre y triste por el bebe.
Alegre porque tendría un hijo y seria madre de tal bella criatura.
Triste porque esa ternura no tendrá un padre o una figura paterna en su vida.
No sabia si llorar de alegría o de pena.
Pero a pesar de eso comenzó a llorar, no sabia si era por una u otra cosa, solo lloraba.
La doctora la abrazo.

- Cuando te den los resultados quiero que vengas.. ¿si?- pregunto la doctora.

Apenas tenia 21 años, toda una vida por delante, y ya esperaba un hijo.
Uno que lo criaría con alma, corazón y cuerpo. Seria una madre valiente y daría la vida por aquel pedacito de vida que llevaba en su interior.
Salio al pasillo nuevamente y entro otra chica que estaba sentada un par de sillas mas que ella hace unos minutos.

Se dirigió a secretaría como la doctora le había indicado, le mostró el papel a la secretaria y esta la hizo pasar hacia una sala.
Un medico ya listo la hizo que se arremangue su blusa y entonces comenzó con el sacado de sangre.
Una vez terminado salio a la sala de espera.
En unos minutos sabría si era madre o se trataba de una simple falsa alarma.

Ross iba en dirección al hospital, su mujer ya había pedido el turno y el tuvo que pedir el día libre en el trabajo. Lo que aun no sabia era porque su mujer quería ir al doctor.
Simplemente el accedió a llevarla.
Estacionó el auto a pocos metros de la entrada, bajo y tomo la mano de su mujer.
Ambos entraron.
Tomaron asiento y sin querer poso la vista en aquella castaña.
La que amaba enteramente.

Amantes (raura) ||Short Story||Where stories live. Discover now