Capítulo 10

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Habían pasado 5 meses ya desde que Laura conoció a Luke, se había convertido en la única persona en su vida, Andrew por algún motivo la había dejado de llamar y no se percató nunca en devolverle la llamada.

Estaba en su casa con la hermana de Luke. Quien la ayudaba a colocarse el gran vestido de novia.
Luke le había pedido matrimonio hace un mes, y aunque no lo amaba lo suficiente pretendía amarlo con ayuda del tiempo.
Estaba nerviosa, no sabia realmente si quería casarse por no hacerle daño o simplemente para olvidar a Ross.
Luke la ah tratado de maravilla a pesar de que el niño que lleva en el vientre no sea suyo.

La trata demasiado bien, su familia estaba un poco en contra por casarse con una mujer que tenia un hijo que no le correspondía.
De hecho sentía que la odiaban. Escuchó la conversación de Luke y su padre sin querer una noche y escuchó perfectamente como su padre le decía

《Es una simple mujerzuela que solo pretende sacarte el dinero. ¡¿No ves lo estúpido que estas siendo?!》

Eso le rompió el corazón, no, ella no era así. Se derrumbo en llanto.
Aún así, los hermanos de Luke lo entendían. No les parecía correcta la idea de casarse con una mujer que tiene un hijo de otro. A nadie le gustaría.
Pero a pesar de eso, se lo guardaban y todos lo apoyaban, ya sabían que ella no era así. Pero de todos modos no les agradaba la idea del niño por mas buena persona que ella fuera.
Se miró en el espejo grande de la pared. Su enorme panza de 6 meses se lucia espléndidamente en ese vestido.
Esbozó una gran sonrisa.

- Me debo ir Laura, debo prepararme- dijo Pauline.

Laura asintió y antes de que se fuera la abrazó.

- Gracias por todo Pau- dijo Laura.

- No hay porque Laura, se que mi hermano te ama... - dijo antes de salir y cerrar la puerta tras ella.

Laura de quedó sola. Se sentó en el sofá y pensó. Quería llorar, pero no podía por mas que quería.
Le había costado mucho a Pauline pintarla. Y no quería que se arruinase.
Parpadeo rápidamente para alejar las lágrimas.
Así seria su vida de ahora en adelante. Con Luke, y no podía hacer mas que aceptarla. Sabia que iba a ser feliz de todos modos si tenia a su hijo a su lado, el único recuerdo de Ross que poseía.
Ya que tiró todas las fotos y demás cosas el mes pasado. Cuando se dio cuenta que ya no era más que un simple recuerdo en la vida de él.
E hizo lo que pensaba que era adecuado. Dejarlo en el pasado.

Ross no paró en ningún momento, las ansias de por fin ser libre no lo dejaban dormir de noche, el no encontrar a Laura lo preocupaba mas de lo que esperaba.
Había estado viviendo con Rydel todo este tiempo.
Estos 5 meses. Pero después de todo, ya se terminó. Era un hombre nuevo, al fin libre de esa tipeja que alguna vez amó.
Ahora tenía otro asunto, otro objetivo, Laura.
Estos meses estuvo averiguando, y después de todo, lo consiguió.
No la vio en el cementerio ningún día.
Probablemente ah estado ocupada. Eso al principió le bajo las esperanzas, pero no se rindió.
No sabia a donde acudir. Pero en ese entonces (la semana pasada) se dio cuenta del museo.
El museo debía saber algo, ella exponía allí y no podía marcharse.
Y eso hizo, le dijeron que se había mudado a Los Angeles ya que el museo de allí le había dado una oferta mucho mejor.
Demasiado mejor. Ahora Laura podría cobrar el triple de lo que ganaba.
El mismo museo se encargaba de hacer subastas y se dejaban un porcentaje mínimo.

Hoy, esperó hasta este mismo día, ya había firmado los papeles de divorcio en el juzgado y armado las maletas.
Ya estaba llegando a Los Angeles.
Tenia dos pasajes para el primer vuelo mañana. Se la quería llevar a vivir a Inglaterra.
Después de todo Vane y Riker vivían en Inglaterra, y Riker le había conseguido un puesto de trabajo para una empresa.
Ganaría bastante dinero.
Tenia ya todo su futuro preparado, su vida junto a Laura y de seguro un par de niños corriendo al rededor de la casa. Entonces se dio cuenta de lo mucho que quería formar una familia con Laura.

El museo de Los Angeles le había pasado la dirección de la casa de Laura luego de insistir mucho y hacerles saber que era el hijo de Mark Lynch. 

Luego de unos minutos se detuvo en frente de la dirección escrita en su papel. Vio a una mujer salir de allí y pensó que tal vez se había equivocado.
Aún así, cuando perdió de vista a aquella mujer se bajo del auto y se dirigió a la puerta.
No sabia si estaba en lo correcto sin arriesgarse.
Tocó timbre. Y esperó.
Demasiado ansioso por no haberse equivocado de dirección.
Pero entonces la vio.
Y la enorme sonrisa que se había formado se desvaneció en el momento que posó su vista en aquel vestido. Se casaría.
La mujer que prometió esperarlo por siempre, había roto su promesa y estaba a punto de casarse.
Su vista se estaba nublando por las lágrimas y notó que la de ella igual.
No sabia que rayos hacer.
Pero no dejaría que la persona que mas amaba se casara con otro.
No así de fácil, no sin antes saber lo cuanto que el la amaba.
Entró a pesar de que ella no lo invitó a pasar. Sentía como se le formaba un nudo en la garganta.
Y tomó valor para enfrentarla.
La miró de pies a cabeza, y le dolió en el alma ver la enorme panza sobresaliendo.
Estaba embarazada. Sintió como se desmoronaba. Pero aún así, no se permitió rendirse.
Aceptaría a aquel niño con tal de tener a Laura.
Se dio cuenta, que por ella haría cualquier cosa. Y si su antigua esposa le hubiera aparecido con una enorme panza se enfurecería.
Miró a Laura y estaba en el sofá llorando tapándose la cara.

Laura estaba en el sofá cuando ocurrió, se levantó apenas escuchó el timbre pensando que tal vez Pauline se halla olvidado algo.
Pero no, no era ella. Sintió como se mareaba y sus ojos ponerse acuosos.
¿Qué hacia él aquí a estas alturas del partido?
Lo miró y recordó los viejos tiempos.
Sus jeans desgarrados y su camiseta negra, claro que también estaban las infaltables converse negras. Así era el hombre que amaba.
Se sorprendió al darse cuenta de que su sentimiento hacia aquel rubio seguía intacto.
Ross pasó sin avisar y notó como le caían las lágrimas.
No sabía que hacer. Se sentó en el sofá y comenzó a llorar tapándose su cara. Sin saber específicamente el porqué.
Respiró profundo justo cuando Ross comenzó a hablar.

- Creí.. creí.. que me esperarías..- dijo Ross herido en su tono de voz.

- Yo.. creí que me habías alejado de tu vida... creí que ya no existía para ti y empezaste una nueva vida... sin mi- dijo casi en susurro el final.

- Co.. ¿como puedes creer que podría sacarte de mi vida Laura?- preguntó mas fuerte- te dije que te amaba- dijo esta vez mas bajo- ¿Entonces no me creías cuando te dije todo eso?

- Sí.. ¡Claro que te creía Ross! -dijo Laura con lágrimas amenazantes en salir en cualquier momento y un poco alterada.- solo... ¿No crees que ya es tarde?.. ¿No crees que es tarde para.. para seguir con nuestros planes? -agregó al ver que su pregunta no había quedado concreta.

- No.. para el amor nunca se es tarde Laura.. nunca- dijo Ross evitando llorar una vez mas delante de ella. -dime.. dime que amas a ese hombre.. y.. entonces.. me iré.. dejaré que vivas feliz tu vida sin mi..

Laura se quedó callada. Sabía que no podía decir eso. Sabía en su corazón que no lo amaba.

- Tomo ese silencio como respuesta.. deja qué te haga feliz Laura.. trataré a tu hijo como si fuera mío, te amo, y nada ni nadie puede impedirlo.. -dijo serio. Comenzó a llorar. Y no sabia cuando lo había hecho.
Simplemente sentía mis mejillas húmedas.
Se preguntó que haría Ross cuando descubra que aquel hijo era suyo. Tal vez nunca la perdone.

- Tengo un par de pasajes.. para Inglaterra, conseguí trabajo allí, tendremos todo lo necesario... cobraré lo suficientemente bien para cuidar de ti y el niño que llevas dentro... solo.. quiero saber que decides.. ¿Vienes a vivir con migo a Inglaterra y hacerte la mujer mas feliz de la tierra?.. Si es que aún me amas- dijo con la voz débil.

Laura lo pensó por un momento.
No estaba segura, tenia a su padre muy cerca y si se mudaba no podía volver a verlo.
Dejaría a Luke en el altar y eso no le gustaba.
Tenía su casa e incluso su trabajo en este lugar.
No podía irse sin más.
No podía. Entonces, tomo la decisión.
Ya estaba segura.
Y por mas dolor que le causaba, sabia que estaba haciendo lo correcto.

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Amantes (raura) ||Short Story||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora