El hijo de Levi [Ereri] リーバイスの息子

Reencuentro

Desperté despacio sintiendo los rayos del sol en mi rostro, apenas me levanté un dolor de cabeza se hizo presente en mi.

—. Tks.—dije quejandome mientras me ponía de pie.

Maldición ¿Por qué sera esto? Veamos ¿qué hice ayer que pudiera haber provocado esto? De repente recuerdos del día anterior inundaron mi mente haciéndome sonrojar.

Joder es cierto, el capitán y yo nos habíamos hecho una pareja "oficial "aunque bueno, él solo lo decidió" además de eso ya nos habíamos besado 3 veces... Que idiota.

Sentí una punzada de dolor en la cabeza.

—. Maldición. —dije poniendo una mano en mi frente.

Me cambie y puse mi uniforme. Ya era hora de desayunar así que fui directamente al comedor a sentarme con mis nuevos compañeros; todos ya estaban en su lugar comiendo y hablando tranquilamente incluido el capitán quien solo permanecía inmóvil con los brazos sobre la mesa e inexpresivo. Un leve sonrojo apareció, lo ignore mientras me acercaba.

—. ¡Eren! Buenos días.—saludo Petra-san con una sonrisa mientras los chicos asentían en forma de saludo.

—. B-Buenos días.—conteste tratando de devolver la sonrisa mientras me sentaba.—g-gracias por la comida.

-—. Lo mismo digo, la verdad es que Petra se despierta demasiado temprano.—dijo Erd-san.

—. Alguien tiene que hacerlo.—contesto ella feliz.

Me di cuenta de que el capitán no se había dignado a comer seguramente esperando a que yo llegara, él me miraba extrañado; supongo que se habrá dado cuenta de que algo me pasa.

Mi dolor de cabeza aun permanecía, incline la cabeza soltando suspiros entrecortados comenzando a comer. Realmente dolía pero no quería preocupar a nadie ni causar ningún tipo de problema.

—. Por cierto Eren ¿Qué propones para entrenar hoy?.—pregunto Auruo-san.

Subí la mirada lentamente cerrando un ojo poniéndole atención.

—. Supongo q-que algo de combate cuerpo a cuerpo n-no estaría mal.— conteste.

—. Tienes razón, hoy lo usaremos para entrenar entonces.—dijo Auruo-san.

Asenti desviando lo mirada volviendo a comer. Note que el capitán estaba por hablarme pero Petra-san lo interrumpió.

—. Eren ¿Te encuentras bien? ¿Pasa algo?.— preguntó preocupada.

Maldición, no solo el capitán había notado que actuaba extraño.

—. No se preocupe, no es nada, es solo que me duele...

—.¿Qué te duele mocoso?.—preguntó el capitán interrumpiendome.

Ahí viene el interrogatorio. No puede ser.

—. No es gran cosa, solo me duele un poco la cabeza.—conteste mirándolo.

Otra punzada de dolor atravesó la zona de mi cabeza, haciendo que cerrara los ojos fuertemente.

—. Ngh.— me quejé levemente llevándome de nuevo la mano a la cabeza.

Mierda si que duele, sentía que me desmayaría en cualquier momento.

—.¡Eren!.—exclamo Petra-san extendiendo la mano hacían mi.

—. Suficiente.—dijo el capitán poniéndose de pie.—ahora mismo vamos con Hanji.

—. H-Heichou no es n-necesario.—dije abriendo los ojos.—estoy bien.

—. No seas necio ¡es una orden!.—contesto el capitán autoritario.