The End {Daryl Dixon}

1. THE START OF THE END

Corría. Cojeando pero corría. Tenía que escapar de ahí de cualquier forma posible.

FLASHBACK

- ¡Joyce! ¡Ha llegado una carta para ti!- gritó Glenn con su dulce voz.

- ¡Ya bajo!- dije. Acabé de conectar el ordenador a la tele y bajé.

- Hola otra vez primita- me dijo dándome un corto abrazo cuando llegué a su lado.- ¿Quién manda una carta a estas horas? Ah, sí, tu mejor amigo Rick.- dijo sonriente con la carta entre los dedos. Yo me apresuré a coger la carta y a leerla.

"Hola, Joyce. ¿Cómo va todo por ahí? ¿Cómo va todo con Glenn? Espero que todo vaya bien con él, porque si no ya sabes que le cortaré la cabeza. Ya sé que llevo casi un año sin iros a ver, pero es que últimamente he estado muy liado. Os prometo que os visitaré lo antes posible, ya que Carl y Lori están ansiosos por veros.

Mucho amor, Rick Grimes, tu mejor amigo del mundo."

Leí la carta riendo, ya que llevaba mucho tiempo sin escuchar nada del auténtico y conocido por toda Atlanta Rick Grimes, y porque él seguía pensando que Glenn y yo éramos pareja por la forma en la que nos comportábamos.

- ¿Qué dice?- dijo Glenn, que sin previo aviso me abrazó por detrás.

- Que te cortará la cabeza.- dije riendo. Glenn se rio y enterró su cara en el hueco que había entre mi cuello y mi hombro.- Y que vendrá a visitarnos.

- Perfecto. Ahora vamos arriba, que quiero ver Saw.- dijo. Yo reí haciéndole caso. Fue una de las mejores noches de mi vida (viendo pelis de miedo junto a mi primo)

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Al día siguiente, sobre las cinco de la madrugada, alguien llamó a la puerta. Esto no me olía bien. Bajé a abrir la puerta (ya vestida, ya que me la noche anterior me había dormido con la ropa puesta). Una vez abrí la puerta, vi a Shane, el mejor amigo de mi mejor amigo.

- ¡Shane! ¿Qué haces aquí?- dije sonriente, aunque la sonrisa se me fue cuando vi su cara. Estaba casi llorando- ¿Qué ha pasado?- le pregunté temiendo lo peor.

- Rick... Oh Dios... Han disparado a Rick. Ven conmigo, por favor.- Yo, asombrada por lo que acababa de escuchar, asentí y fui corriendo hacia el coche de Shane. Luego llamaría a Glenn para avisarle.

- No... ¿Por qué él, de todos los que estabais?- dije al borde de las lágrimas.

- Me iban a disparar a mí, pero él me salvó la vida. Ahora está en coma, se recuperará.

- ¿Estás seguro?

- Todo lo seguro que puedo estar en estas circunstancias. Sabes cómo es Rick. Aguantará.

Cuando llegamos al hospital, fuimos corriendo a la sala en la cual él estaba. Se veía mal, muy mal. Estaba pálido, seguramente por la pérdida de sangre. No sabía qué hacer ni que decir... y me puse a llorar. El simple hecho de que mi mejor amigo estuviese ahí y así... No lo podía aguantar. Inmediatamente llamé a Glenn para avisarle que me quedaría aquí a dormir. Y que se pasara a recogerme al día siguiente. Me senté al lado de Shane, que estaba sentado en una especie de sofá cama que había en la habitación.

- Yo... simplemente no puedo verle así.- dije llorando. Él me abrazó mientras acariciaba mi pelo con su mano libre.

- Yo tampoco.

Pasaron varias horas. Las enfermeras nos traían la comida para que no tuviéramos que dejar a Rick solo. Durante ese tiempo, Shane y yo intercambiamos unas palabras, contándonos como nos había ido todo este tiempo sin vernos. Cuando la noche cayó, Shane se fue a su casa y yo me quedé allí a dormir, como le dije a Glenn.

Al día siguiente él aún no había despertado y Glenn me vino a buscar. Pasaron los días y seguía sin despertar. Opté por quedarme allí tres días más. Así que fui hacia el hospital y allí me quedé. Pasaron dos días y él seguía sin despertar.

- Señorita Stark, debería irse- dijo la enfermera- Nosotros nos ocuparemos de sus cuidados. Si despierta la avisaremos de inmediato.

- No me voy a ir. Pero gracias igualmente. Quiero ser la primera persona en verle despertar.- la enfermera asintió sonriente y salió de la habitación. Y yo seguía allí, esperando que mi sola presencia le hiciera despertar. Pasaron muchas horas y parecía que el tiempo fuera inacabable. Estaba a punto de dormirme, cuando escuché unos gruñidos más unos disparos que provenían de algún rincón del recinto. Yo, temerosa, abrí la puerta y lo que vi no me gustó nada. Supe que era el momento de irme cuando los disparos cesaron. Me giré hacia Rick, mirándolo con impotencia. Sabía que no lo podía sacar de ahí, pero tampoco le podía dejar morir. Así que abrí la puerta de la habitación, salí y la volví a cerrar asegurándola con una camilla que había en el pasillo, y salí corriendo de ahí. Tropecé con un cuchillo. Caí al suelo torciéndome el tobillo. Me dolía mucho el pie, pero tenía que salir de ahí. Cogí el cuchillo y seguí corriendo. En el momento en el que vi la calle, supe que ese era el principio del fin.

FIN FLASHBACK