Lorena
-¡Silencio! -grita Dani después de sentarnos.
Le miro sorprendida ante la potencia de su voz, y se crea un silencio sepulcral mientras todas las miradas se posan en nosotros dos. Después de soltar un suspiro y tranquilizarse, agarra mi mano por debajo de la mesa y se dispone a hablar.
-No nos vamos a mudar a ningún sitio -informa nervioso-. Vamos a seguir viviendo en nuestra casa. Solo llevamos viviendo ahí un año, no vamos a irnos.
-¿Entonces? -pregunta mi madre descolocada.
-Entonces lo que venimos a deciros es que Lorena está embarazada -sonríe mi novio ampliamente-. Y no os hacéis una idea de lo que nos ilusiona la idea de que vamos a ser padres.
-¡Voy a ser tío! -exclama Miguel poniéndose de pie y dándome un abrazo-. ¡Hermanita! ¡Que vas a ser madre! ¡Con este! -grita de buen humor mientras señala a Dani-. ¡Te va a descalabrar al niño!
-Apoyo su teoría -murmura Lucas después de solar una risa-. ¿No había uno mejor, Lore?
-Eso quiere decir... -empieza a decir Eva con una sonrisa-. Que vamos a ser abuelos. ¡Abuelos!
Momentos después, todo se vuelve un caos. Nuestros familiares gritan, brindan y nos agobian sin dejar de abrazarnos y de darnos besos. La verdad es que me tranquiliza que se hayan tomado tan bien la noticia, de veras os digo que temía que el embarazo no cayese bien.
-¿De cuánto estáis? -pregunta Manuel padre con una sonrisa.
-Dos meses -informo viendo cómo se acerca a darme un abrazo.
-Vais a ser unos padres increíbles, cariño -susurra sin soltarme-. Qué suerte va a tener ese bebé con vosotros.
Sonrío sin poder evitarlo al escucharle y me vuelvo a sentar en mi silla mientras miro a Dani feliz. ¿Sabéis esa sensación que se siente cuando miras a alguien y sabes que lo estás haciendo bien? Pues con él me pasa algo así cada vez que nuestras miradas se cruzan.
-¿Y vosotros cuándo tenéis pensado animaros? -pregunta Eva mirando a Lucas y a Jesús.
-No jodas, mamá. Nosotros queremos vivir un poco más -ríe mi cuñado pasándole un brazo por los hombros a Lucía-. Dani siempre ha sido muy precoz.
-Sí, nosotros más bien lo mismo -carcajea mi hermano mirando a Miriam-. Si viene un embarazo, bienvenido será. Pero si podemos elegir... con 22 años preferimos seguir disfrutando la vida.
-Espero que sea un niño -dice Miguel mirándome-. Así podré llevármele a correr a la pista de motos conmigo. Voy a ser el tío más guay del mundo.
-Ponte a la cola, colega -ríe de nuevo Jesús-. Lucas y yo te vamos a hacer la competencia.
-Si es niña también podrás llevártela a las motos, no seas sexista -sentencia Lucía mirándole-. Ojalá venga una niña.
-Niño o niña, no va a ir a las motos. Ve olvidándote -dice Dani serio-. Yo también quiero una niña -sonríe haciéndole un guiño a Lucía.
-Yo creo que es un niño -vacilo chocándole los cinco a Jesús, que en seguida me lleva la razón.
-Confío en que le llaméis Lucas -bromea mi hermano mayor después de beber de su copa.
-No nos hemos puesto a pensar nombres, ni siquiera conocemos todavía su sexo -carcajea Dani cogiéndome la mano-. Pero... cuando teníamos diez años te prometí que cuando tuviera un hijo le llamaría Lucas en honor a mi mejor amigo, y yo siempre cumplo mi palabra.
-¿Y no crees que en el nombre de nuestro hijo yo también tengo derecho a opinar? -me ofendo mirándole-. Menos mal que Lucas me parece un nombre precioso.
-Ya tenemos demasiada repetición de nombres en esta familia, sed un poco más originales -ríe Juan Carlos padre-. Todavía tenéis muchos meses para pensarlo.
La conversación se alarga un buen rato más, hasta que Dani consulta su reloj de muñeca y me da un toquecito en la pierna.
-Tenemos cita en el ginecólogo, tenemos que irnos -anuncia poniéndose de pie-. Ha sido un placer comer con vosotros, familia. Chicos, acordaos de que mañana vamos a la piscina de bolas -sonríe mirando a Rodrigo y a Manuel-. Y tú acuérdate de pasarme lo de Italia, que tengo que firmarlo esta noche -ordena mirando a Lucas-. Nos vemos, familia.
Después de despedirnos, salimos de casa y nos montamos en el coche para ir a la consulta del ginecólogo. Hemos decidido venir a uno que nos han recomendado que tiene su despacho en Sevilla capital. Dicen que es el mejor de la ciudad, así que vamos a probar con él a ver qué tal se da.
-¿Quieres agua? -pregunta Dani después de comprarse una botella en la máquina, sentándose a mi lado en la sala de espera.
-Por favor -sonrío quitándosela de la mano.
-Lorena Martínez -me llama el doctor desde la puerta de la consulta-. Vaya, un Oviedo. Hace un rato se ha marchado la mujer de Carlos Baute, mi despacho acabará siendo exclusivo para vips -ríe de buen humor-. Contadme, ¿en qué puedo ayudaros? -pregunta después de sentarse en su mesa.
-Está embarazada -sonríe Dani sentándose en una silla-. Y nos han dicho que eres el mejor y el más íntegro de Sevilla, así que venimos a confiarte la noticia y el seguimiento.
-Lamentablemente, pocas personas son capaces de resistir a no recibir un cheque de cinco cifras a cambio de algo de información -sonríe mirándonos-. Me llamo Antonio, es un placer que hayáis decidido confiar en mi criterio y profesionalidad. ¿De cuánto estás?
-Ocho semanas y media -contesto sonriente.
-Genial, pues túmbate en esa camilla que vamos a echar un vistazo a ver qué se cuece ahí dentro -ríe poniéndose de pie-. Súbete la camiseta.
En seguida me pone el gel en el vientre y empieza a pasar la máquina, haciendo que la pantalla se torne de blanco y negro y la miremos interesados.
-Aquí hay algo que no está bien -sentencia Antonio totalmente serio, provocando que los dos le miremos preocupados.
ESTÁS LEYENDO
Siempre Tú II [RESUBIDA]
FanfictionDaniel y Lorena tendrán que hacer frente a su independencia, su amor y a la vida adulta, con todas las responsabilidades y dificultades que arrastra. ¿Conseguirán sobrevivir a todo lo que les depara el futuro? ¡Descúbrelo ya! Segunda entrega de la s...