Capítulo XXIII

4.4K 295 13
                                    

Debía admitir que era la primera vez que se animaba a venir a una de esas fiestas. Siempre las organizaban en la misma fecha. Pero él nunca había decidido asistir a una. Y ahora entendía porque le llamaban "La fiesta de las luces". Todo en aquella playa se había transformado en un auténtico juego de luces. Una plataforma se extendía entre la arena. La gente bailaba sobre ella. Las luces iluminaban las olas del mar y a los que esa noche habían asistido. Solo eran ellos, la música y la diversidad de colores. Era fantástico.

Bianca entreabrió los labios al observar todo eso. Nunca había visto algo parecido. A pesar de que había asistido a miles de clubs carísimos en Las Vegas. Nada se asemejaba con todo eso. Y tal vez era por que Abraham estaba junto a ella. Victoria y Tony se habían perdido entre la gente. Había muchísima. Y eso solo hacía que aquella fiesta fuera aún mejor.

- ¿Te gusta? - le preguntó él. La abrazó por la espalda y caminó con ella, abrazándola. Caminando y escabulléndose entre la gente.

- ¿Habías venido aquí antes?

- Nunca... - susurró él, en su oído, para que pudiera escucharle mejor debido al volumen de la música. - si lo hago ahora es por ti.

- Todo esto es increíble, enserio...

Abraham le acomodó el cabello hacia atrás, para poder besar suavemente su cuello, ahora descubierto. Bianca le acarició la cabeza. Cerró los ojos. Todo era perfecto. Al mismo tiempo los labios de Abraham hacían lo suyo, al igual que sus brazos, enredándola en el máximo placer. Así mismo miles de personas bailaban a su alrededor. Juntas, pegadas, sin importar nada, solo eran ellos y esa noche. La música cambió. "Lightning" sonaba con fuerza en los amplificadores. Abraham la volteó. Bianca quedó frente a él. Ambos juntos. Tocándose. Como todos ahí. Piel con piel. Sin ningún centímetro de separación. Era la mejor sensación del mundo.

"Solos tú y yo...y los abrigos en el cuarto de atrás"

La tomó de la cintura y la pegó contra su cuerpo. Sus ganas eran incontrolables. Quería besarle el cuerpo entero en ese momento.

- Te haría el amor aquí mismo... - le susurró en él oído. Bianca cerró los ojos con fuerza. No podía con tanto.

"...aprendiendo cosas que nos enseñaron en la escuela... pero ahora...estás aquí, tengo miedo, pero sé que todo está claro..."

- Y yo... - admitió ella. Lo miró a los ojos. Ella relamió sus labios. Deseaba tanto a Abraham. Con todas las putísimas fuerzas de su cuerpo. Y ahora mismo había hecho que se excitara con tan solo escuchar sus palabras y con tenerlo tan cerca. Abraham la apretó aún más. Con tan solo una intención: que sintiera todo lo que producía ahí dentro de sus pantalones. Todo su cuerpo estaba tenso por ella. La gente alrededor hacía que ellos dos se pegaran aún más. Todo esto iba terminar por acabar a Abraham

"He sido adicto a ti desde el primer día en que te vi... todo fuera de control, como una oleada de electricidad...sí, tu piel...rozando, el beso, te estás precipitando demás...y aquí viene..."

- Te amo. - le dijo él. Y sentía que esas palabras venían desde la superficie de su corazón. - te amo demasiado...

Y la besó. Justo como indicaba aquella parte de la canción. Nadie pensaría que las cosas terminarían así. Que después de dos años aún estuvieran juntos a pesar de las cosas. Que a pesar de que todo esto había comenzado como un secuestro...había terminado en amor. Que a pesar de los secretos, la había terminado seduciendo de nuevo. Su lengua chocó con la de Bianca. Tibia y húmeda. Jugó con la suya. Besándola. Miles de parejas hicieron lo mismo. Alrededor. Tony besó a Victoria como la primera vez. Mientras Bianca apretaba la nuca de Abraham para que la besara más intensamente. Y Victoria soltó una risa en medio del beso, Tony había bajado sus manos hasta tocar sus nalgas, pero eso... era normal. Abraham también paseó sus manos por toda la espalda de Bianca, hasta llegar a sus hombros, jugó con su cabello, y siguió besándola... y nadie detendría a Victoria y a Tony. Y nadie detendría a Abraham y Bianca. No mientras estuvieran juntos.

****

- Richard necesito empezar el plan ya.

- Rubén... Como se nota que eres un inútil. No sabes cuando hay que atacar. - Richard lo miró fijamente.

- ¡JODER! NECESITO ALEJAR A TU HIJA DE ESE IMBÉCIL.

- Actuaremos pronto...

- Ese maldito de Abraham Mateo no sabe con quien se ha metido. - Sentenció Rubén.

Secuestrada. {HOT} (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora