De Pandillero A Caballero.

Capitulo 35.

Cap 35:

[Alison]

De un momento a otro la cabaña comenzaba a prenderse fuego. Luego de que media cabaña estuviese incendiada, una nube de humo negro se elevó en el aire y unas llamas vivas y brillantes subieron por las paredes. Me sorprendió gratamente la rapidez con la que el fuego se propagó.

Jackson se dirigió a la puerta de entrada mientras que Al me arrastró lejos de su alcance. Me revolví con ímpetu para liberarme y correr en dirección a la cabaña para ayudar a Jackson, pero Al era demasiado fuerte.

No podía escapar. Ni gritar. Mis ahogados gritos eran demasiado tenues para que pudieran oírse por encima del silbido del viento y el crepitar del fuego.

Gabriel había quedado inconsciente mientras que Jackson, aun intentaba salir.

Al me soltó y yo me desplomé sobre el suelo. Mi corazón se rompió en fragmentos imposibles de recomponer. Apoyé la cara en los antebrazos y exhalé un profundo y agónico suspiro. Las lágrimas resbalaron por mi cara.

Yo presté atención y percibí el zumbido lejano de un motor. Se aproximaba a nosotros. Pero aun no tenía el valor para hablar.

-¡Es un helicóptero! –Me advirtió Al- ¡Quédate aquí!

Se tapó la cabeza con la chaqueta y entró a la cabaña. Contemplé, aturdida, como las llamas se deslizaban por el suelo y numerosas chispas caían del techo.

Los chasquidos y chisporroteos del fuego, se convirtieron en un potente rugido. A través del humo, veía las sombras de quienes estaban dentro de la cabaña mientras que poco a poco, el lugar en donde me encontraba, se llenaba de Mox's.

-¡Maldito imbécil! –Gritó el que parecía tener el liderazgo- ¡Tenía razón! -

Intente pararme y correr, pero ya me tenían tomada de los brazos y comenzaban a esposarme. El líder se acercó a mí, esperado que yo diera alguna señal de temor.

-Soy William. Amigo de tu novio.

-Sé quién eres. –Dije con tono firme-

-Entonces, podemos ahorrarnos estas formalidades, Alison.

-No lo sé. ¿Podemos? –Dije mostrándole mis manos, demostrando que unas simples esposas, no podían detenerme-

-Sujétenla. –Dijo él-

-No te atrevas a tocarme. –Repliqué-

William iba a replicar, pero detrás de donde me encontraba Al traía a Jackson sobre sus hombros. No se veía para nada bien, sin importar lo fuerte que sea.

-Jackson... -Dije acercándome-

-Aléjenla. –Ordenó William- No dejen que se acerque.

-¡No se atrevan a intentarlo malditos idiotas! –Dije revolviéndome en cuanto me tomaban de los hombros-

-Ali... -Dijo Al-

-Tú, cierra la boca. –Chille-

El dejo a Jackson en el suelo y fue en busca mío. A pesar de mis gritos y mis intentos de soltarme, logró alejarme de donde estaban todos ellos.

-Cálmate. Ellos saben lo que hacen.

-¡¿Lo sabes?! –Regañe- ¡Si fuera por ellos, lo dejarían morir!

-Probablemente. Pero eso no sucederá. Quédate tranquila.

-No puedo... ¿Y Gabriel?

-No es mi problema. Se están encargando los demás –Dijo comenzando a tener problemas para respirar-