De Pandillero A Caballero.

Capitulo 32.

Cap 32:

[Jackson]

No me sentía bien, había algo que realmente me incomodaba y no sabía que era. Quizás el no tener a Ali, era lo que mantenía intranquilo, por lo que decidí salir a buscarla.

Estaba atando mis tenis, cuando Gabriel entró.

-Has despertado por fin. -Dijo acercándose-

-Sí.

-¿Descansaste?

-Sentí la presencia de Alison. ¿Ella está bien?

-Sí, lo está. Y no pudo haber sido ella. Ha estado en la habitación de al lado, todo este tiempo.

-Bien, creo que iré a verla. -Me iba a parar cuando Gabriel me detuvo- ¿Qué pasa?

-Está descansando. Y no la ha pasado bien.

-No más razón quiero ir a verla.

-No creo que sea lo más conveniente, Jackson. -Dijo cambiando su tono de voz-

Algo sucedía, pero no podía permitir que él notara que sospechaba de sus actos. Por lo que termine por aceptar, para evitar que creyera que sabía algo.

-Bien... Creo que la veré cuando despierte. -Comenté-

-Será lo mejor. Estaba por ir a comprar comida. ¿Quieres acompañarme?

-No, está bien -Era mi oportunidad perfecta y no podía darme el lujo de echarla a perder- Aún estoy cansado.

-Bien. Duerme un momento más. No tardaré.

-Claro.

Esperé lo que pareció ser, 15 minutos. Gabriel demoro demasiado en irse, y mis sospechas de que sucedía algo, aumentaba con el paso del tiempo.

Una vez, que no sentí movimientos en la planta baja, tome mis cosas y termine de cambiarme. No podía hacerlo antes, ya que sí comenzaba a caminar, Gabriel pensaría que no estaba cansado y no se iría.

Cuando termine, me dirigí a la puerta. Pero cuando quise salir, no lo logre. ¿La razón? Estaba cerrada con llave desde fuera.

-Maldito infeliz... -Exclame furioso. Mis sospechas, estaban confirmadas. Algo estaba pasando-

Resignado, comencé a llamar al celular de mi muñeca pero no tenía servicio, por lo que era inútil.

Busque por toda la habitación, algo con lo que pudiera romper la puerta para poder salir y sacar a Alison de la cabaña. Gabriel no era quien parecía, y nunca llegue a confiar en él.

-No te saldrás con la tuya imbécil.

Comencé a golpear la puerta, con todo lo que estaba a mi alcance, hasta que logre romper una pequeña parte. Si Gabriel no se encontraba en la cabaña, tendría el tiempo suficiente para terminar de romperla y lograr salir. Pero tenía que apurarme, estaba contra el reloj.

-Vamos... -Dije terminando de romper un agujero por donde mi mano pasaba-

Tantee la puerta como pude hasta tocar la cerradura, y con unos pocos movimientos, estaba abierta.

Recorrí la cabaña de arriba abajo, sin éxito ya que no había señales de que Alison estuviera cerca. Decidí ir por su habitación, pero también estaba cerrada.

Fui a la cocina por algo con que forzar la cerradura, y encontré cuchillos de varios tamaños por lo que subí y encontré como forzar la entrada. Lo cual no fue tan difícil, ya que era algo antigua y no requería de mucha presión.