Capitulo 25.

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Cap 25:

[Alison]

No sabía cuánto tiempo habíamos caminado. Descendíamos con pesadez por la ladera de la montaña mientras buscábamos algún tipo de refugio que nos protegiera del clima.

De repente, sacudí la cabeza, me espabile y entonces me di cuenta de que debía haberme dormido intermitentemente y el hecho de tener las defensas más que bajas, no me ayudaba.

Jackson susurro algo y en cuanto levante la vista, mi corazón se llenó de alegría. Delante de nosotros había un árbol caído.

Rápidamente entramos al pequeño refugio como pudimos y nos acoplamos. Una vez protegidos del viento y de la nieve, me sentí un poco menos desesperada.

El árbol olía a tierra y podredumbre, pero el recinto estaba seco y, comparado con el azote de la ventisca, el efecto era casi relajante.

-¿Cómo tienes los pies? -Me preguntó Jackson-

-Fríos. -Conteste como pude-

Si no lograba inyectarme otra dosis de adrenalina, quizás no pasaría la noche. O peor, las próximas 2 horas.

-Me preocupa que sufras un principio de congelación -Dije bromeando, a lo que sonreí levemente. No tenía el estado como para soportar bromas- Mejor tratemos de descansar un par de horas.

Yo asentí y deje que él me abrazara.

Me costó mucho pelear contra mi conciencia para no quedarme dormida, no podía y era lo que menos necesitaba ahora. Si me dormía, quizás entraría en estado de coma.

Espere a que Jackson estuviera completamente dormido y busque entre mis cosas las jeringas y me inyecte. Con esto podría aguantar unas 12 horas y podría descansar un rato y luego hacer guardia, aunque dudaba mucho que alguien se acercara.

Cuando me desperté, una luz blanquecina se filtraba por las enmarañadas raíces que nos servían de techo. Había dormido durante horas y sentí que Jackson se agitaba a mi lado.

-¿Estas despierta? -Me pregunto el, con voz somnolienta-

-Sí -Conteste. Me senté y mi cabeza rozo la cubierta de raíces- Ahora no nieva, es un buen momento para ir a buscar leña.

-No irás muy lejos, ¿No? -Pregunto a lo que yo lo observe con curiosidad durante unos instantes-

-¿Te preocupa que no regrese?

-No, es solo que...

No termino la frase, al parecer, no tenía nada más que decir. Le aterraba la idea de perderme otra vez.

-Escarbaré en busca de ramas secas en la base de los arboles -Explique- No creo que tarde más de media hora.

***

Me llevo menos de lo que pensaba encontrar la leña, y cuando lo hice volví al refugio. Entre y Jackson se encontraba dormido, al parecer, estaba agotado.

Comencé a colocar la leña y en poco tiempo, tuvimos una pequeña fogata con la que entraríamos en calor. Una vez que termine, me encontré con los ojos de Jackson, mirándome fijamente.

-¿Qué? Son trucos básicos que sirven ahora sobrevivir -Dije-

-Lo note. En situaciones así, son muy útiles. Aunque no estaba en mis planes de fin de semana, estar en un refugio en medio de la montaña.

-Créeme que los míos tampoco-

-Al menos te tengo a ti -Dijo juntando mis labios con los suyos- ¿Y Gabriel?

-Tuvimos una pequeña discusión y decidió ir por su lado yo por el mío.

-¿Todo está bien?

-Lo estará -Dije intentando sonreír para tranquilizarlo-

Jackson y yo estábamos sentados sobre nuestros abrigos, bajo la protección de las raíces del árbol y cerca del fuego, absorbiendo todo el calor que podíamos.

El me formulo unas cuantas preguntas más acerca de que tanto sabía en cuanto a las pandillas, que conteste sin dar mucha información sobre mí y mi pasado.

-¿Por qué rompiste con tu ex? Ya sabes... me refiero a Alex. -Preguntó inesperadamente-

No me miro a la cara, pero percibí que intentaba sonar amigable. Bueno, no amigable, sino más bien no ofendido.

-Lo llamaste varias veces mientras dormías. -Concluyó-

En lugar de sentirme avergonzada, me molesto no acordarme del sueño. Si la verdad era que no había salido con Alex, el significo mucho para mí.

La mayoría de veces, soñaba que Alex y yo vivíamos en una casa en la playa lejos de todos los problemas y cosas que nos preocuparan.

Nunca soñé sobre la parte oscura de nuestra amistad, las veces que él estaba de mal humor porque no le salían las cosas en combate y se desquitaba conmigo; como si quisiera castigar a todos a través de mí.

En aquellas ocasiones, Alex estaba convencido de que el mundo entero estaba contra él. Me frote los ojos para no echarme a llorar, aunque, en realidad, era eso lo que quería hacer: soltarme y llorar a gusto.

-Lo echas de menos, ¿No? -Yo solo asentí, no podía hablar-

De repente, presione la cara contra su pecho. El llanto intentaba salir por mi garganta. Solo quería que alguien me abrazara.

Él se quedó tieso. Mi abrazo lo sorprendió y al ver que no lo soltaba, subió con cautela las manos por mis brazos. Al principio, me los toco con incomodidad, pero luego me los acaricio de una forma tranquilizadora.

Me alegre de que no me tocara como si fuera cristal, necesitaba saber que él era sólido y real. Luego apoyo mi cabeza en su pecho y murmuro algo en un tono relajante.

Yo no pude contener las lágrimas durante más tiempo. Escondí la cara en su chaqueta y rompí a llorar mientras intentaba consolarme.

-Estoy aquí -Me calmo él- No me iré. No estás sola muñeca.

Apoyo la barbilla en la parte superior de mi cabeza y, de una forma instintiva, me acerque más a él. Luego se tumbó de lado junto a mí y apoyo la cabeza en su mano. Yo experimente un torbellino de excitación por aquella cercanía.

Su barba de dos días le daba un aire pícaro y atrevido. Durante toda la tarde, una leve sonrisa había curvado sus labios mientras yo me volvía loca intentaba adivinar sus pensamientos.

-Me gusta que estés aquí conmigo muñeca.

Alargó el brazo hacia mí y apoyo su mano en mi hombro. Deslicé la mirada por su cara, parecía sincero. El Jackson de antes, el pandillero ya no estaba.

-Ya es hora de dormir -Dije- Mañana será un día largo y duro. Saldremos al amanecer.

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Hola amorees. Feliz miércoles.

Espero les agraden los capítulos.

Pronto se sabrá quien es el verdadero villano de la novela.

Las amo.

De Pandillero A Caballero.Where stories live. Discover now