Capitulo 29.

36 5 0
                                    

Cap 29: Origen Uno.

[Alison]

~3 años atrás~

-No puedo creer que estés haciendo esto -Dije riendo-

-Mantente callada Alison. Deja de comportarte como una adolescente conflictiva. -Dijo el riendo-

-¡Alex! -Me quejé- Sabes que odio las sorpresas.

-Lo sé. Pero pronto llegaremos, lo prometo.

-Bien. -Dije resignada-

Me la estaba pasando muy bien con Alex, y sinceramente no era algo que se nos permitiera a menudo. Entonces, cuando teníamos la oportunidad, él se encargaba de aprovecharla al máximo.

Llevábamos caminando unos 10 minutos, y a pesar de mis ansias de abrir mis ojos, ya que Alex los había vendado porque me tenía una sorpresa, me contuve inclusive a preguntar.

-Bien... -Dijo nervioso- Aquí estamos.

Saco la venda de mis ojos y me permitió apreciar lo que estaba frente a nosotros.

-Sé que quizás no es la mejor sorpresa pero... -No lo deje terminar y corrí a abrazarlo. Lo que había hecho, era simplemente, hermoso-

-Gracias. -Dije con lágrimas en los ojos- De verdad Alex.

-Hey princesa, espero que haya sido del ojo derecho.

-Ten por seguro eso. -Dije abrazándolo aún más fuerte-

Una de las primeras veces que hable con Alex, me había explicado una vieja leyenda que con el tiempo, me había tomado a consciencia la oportunidad de creer.

Él decía que si cuando lloras, la primera lágrima es derramada por el ojo derecho, significa que estás llorando de felicidad. De ser el ojo izquierdo, refleja tristeza.

Siempre que el me veía llorando, se tomaba el tiempo de preguntármelo, y siempre sabía cómo actuar ante mis emociones de adolescente de 15 años.

-¿Qué tal si vamos a comer? -Pregunto secando mis lágrimas-

-Claro. -Tomó mi mano y nos dirigimos dentro del pequeño edificio-

Hace pocos años sufrí un altercado, el cual no quiero mencionar ahora. En esos momentos, era una niña inofensiva de tan solo 7 años de edad.

No sabía cómo defenderme o hacerme valer como mujer. Era algo que no piensas a esa edad. Pero ese no fue mi caso.

Mis padres nunca fueron atentos en cuanto a lo que me pasaba tanto en mi vida personal, como en mi vida social. No estaban al tanto, y simplemente, yo no parecía ser su hija.

En uno de mis muchos problemas de pequeña, termine en este pequeño edificio, el cual antiguamente era un invernadero que con el tiempo fue quedando abandonado, ya que nadie quería hacerse cargo de él debido a los gastos que involucraba ponerlo en condiciones.

Ese mismo día, apareció Alex, con tan solo 14 años. Frente a mis ojos, un niño que me duplicaba la edad. Pero no era un niño cualquiera.

Pertenecía a una pandilla y en esos momentos yo me encontraba en una de sus guaridas. Y mi castigo, sería la muerte.

Él debía matarme ese día, pero sin embargo no lo hizo. Se apiado de mí y me llevo con él. Quizás no haya sido el mejor lugar, pero quedaron en un trato conmigo.

Alex fue reprendido y lo mandaron a entrenarme, así que mientras no estaba en casa, ni en la escuela, estaba entrando con mi superior y también, mi mejor amigo.

De Pandillero A Caballero.Where stories live. Discover now