Capitulo 28.

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Cap 28:

[Alison]

No podía estar despierta un minuto más, pero tanto Gabriel como yo, sabríamos lo que pasaría si yo llegase a dormirme; entraría en coma.

No estaba bien, y necesitaba mis medicamentos, pero no podía decírselo. No a él. Por cierto motivo, luego de nuestra pelea había dejado de confiar en él, de la manera en que lo hacía antes.

Estaba molesta, y el hecho de que no me dejara descansar y me dejara sola, no ayudaba.

-¡Para, Gabriel! ¡Déjame en paz!

-¡Eso es! Enfádate todo lo que quieras si es eso lo que necesitas para permanecer despierta.

-¿A cambio de qué?

-¿Ahora vas a discutir conmigo? ¿En serio Ali?

Deslizó su mano, hasta llegar a la mía mientras introducía una aguja en una de mis venas.

-Eso te mantendrá estable por un tiempo. -Dijo el-

-Tengo que ver a Jackson. -Dije incorporándome como podía-

-Lo verás por la mañana. Estaba muy estresado. Necesita descansar y dormir toda la noche de un tirón. Lo mismo te digo a ti. ¿Quieres un somnífero? Los cargo conmigo a menudo, y aún no han caducado.

-No, solo quiero ver a Jackson.

El hizo caso omiso a mi pedido y fue hasta la ventana. Se apretó reflexivamente la nuca, noté que esta intranquilo. Había algo allá afuera que le preocupaba.

Supuse que eran los de su pandilla, ya que cuando se volteó, pude notar un arma amarrada a su cinturón. Aunque luego de pensarlo, él no había visto lo que yo.

No tenía manera de saber que los Junglers estaban en la montaña en busca de los Mox's. Si de por si yo se lo había dicho en una ocasión, fácilmente pude haber mentido.

Algo estaba pasando.

-¿Para algo? -Pregunte intentando sonar convincente-

-No -Dijo intentando sonreír- Te llevare a la habitación para que descanses. Jackson está cerca de ti, pero como dije, necesita descansar.

-Lo sé. No iré a molestarlo hasta mañana en la mañana.

-Así me gusta. -Dijo besando mi frente-

Gabriel me condujo al dormitorio que estaba decorado con osos; al parecer a Jorge le gustaba ir de caza. Deseé dormir en la habitación de Jackson, para sentirme más segura y tener su cuerpo junto al mío.

Cuando me metí en la cama, estaba aterida y no por el frío. Gabriel había estado controlándome todo el tiempo, hasta que decidió que nada podía pasarme y fue a descansar en el sofá de la sala, además de quitar la aguja que ya había logrado mantenerme con vida.

Por algún motivo todavía había algo que le inquietaba... ¿Por qué dormir en la sala cuando había más de 4 habitaciones? No lo sabía, pero en este momento era lo que menos me importaba.

Cuando me asegure de que ya no volvería, entre al baño y me inyecte poco a poco. Cambiar repentinamente de estado y hacer que mis órganos reaccionaran mucho más rápido de lo normal, no era conveniente. Menos en estas circunstancias.

Una vez que termine guarde mis cosas y permanecí tumbada en la cama mientras oía que Gabriel iba un lado al otro en la planta baja. No había encendido la televisión y prestaba suma atención a todos los sonidos.

Empezaba a adormecerme cuando alguien llamó a la puerta del dormitorio.

-¿Jackson? -Pregunte-

De Pandillero A Caballero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora