Naruto - El Viaje Oscuro

14 - Afrontar la vida

La misión se consideró un fracaso. El silencio fue lo único que permaneció durante todo el día, y la noche siguiente, mientras los genin se reunían. Naruto permaneció quieto en un rincón, con los ojos clavados en el chaleco Jounin de Aoba, y más concretamente en el lugar donde los restos de Ino permanecían bien guardados en el pergamino.

Se marcharon con la salida del sol y, por una vez, Naruto se alegró de que nadie intentara hablar con él. No sabía si los demás miembros del equipo de Ino le culpaban o no, pero sabía que no quería saberlo. La ignorancia era una bendición, como tan acertadamente le había hecho descubrir el Kyuubi.

"La echaremos de menos, la gente gritará. Los humanos siempre gritan". La voz del demonio zorro resonó en su cabeza mientras daba mecánicamente un paso tras otro, situándose en silencio junto a Sakura y Sai. "Ellos también lloran mucho, aunque yo no lo entienda. ¿Por qué llorar cuando la naturaleza simplemente hace lo que debe hacer? ¿Lloras cuando un lobo se come a un conejo? ¿Lloras cuando un hacha tala un árbol? Entonces, ¿por qué llorar cuando un ser humano es asesinado por otro? Los humanos lloran demasiado".

Los ojos de Naruto permanecieron en el suelo mientras caminaba.

"Los humanos siempre se creen especiales", resopló el Kyuubi. "¡Tengo pulgares oponibles! ¡Tengo cerebro! ¡Tengo sentimientos! Los estúpidos animales no los tienen, los árboles tampoco, ¡así que puedo llorar y gritar y pensar que mi vida vale algo más que ser un mero instante pasajero de la vida! Vosotros, patéticas criaturas egocéntricas, me enfermáis hasta la médula".

Apretó la mano derecha, ahora con la mirada al frente, para asegurarse de que no le dejaban atrás.

"No te dejarán aquí, no te preocupes", murmuró el Kyuubi. "Eres demasiado valioso para ellos. ¡Eres su Jinchuuriki! Podrías haber sido tú quien matara a la chica, diablos, podrías haber violado su cadáver y ni siquiera se habrían inmutado. Esa es la ley de la naturaleza y la fuerza, la ley del poder y la fuerza. Los poderosos hacen, los débiles obedecen. Puedes afirmar que es falso, pero donde el débil es fuerte hay anarquía y donde el fuerte es débil hay caos. Las leyes son tan fuertes como quienes las hacen y las imponen. El fuerte puede quemar y destruir, puede asesinar y matar. El fuerte puede saquear, saquear, violar, destrozar vidas y reír mientras el débil llora y grita de angustia, incapaz de hacer frente y defender todo lo que aprecia".

Apretó los dientes, apretándose las manos en el escote.

"Y yo soy la malicia del pecador y del pecado, el odio del asesino y del asesinado. Por eso me pregunto por qué crees que mis susurros son falsos cuando no necesito que lo sean, pues no tengo más que mostrarte la verdad para que te desmorones en polvo y luego te lleve el viento. La vida no es el infierno ni la mierda ni la oscuridad, la vida es mucho peor. Es la revelación inquebrantable de que nada es bueno en el mundo de verdad, y que incluso los de buen corazón lo hacen por un sentido retorcido y enfermo de que la otra vida está ahí para que se arrepientan de sus pecados. No hay Kami en el cielo ni Diablo en el infierno. Existe la estúpida creencia de la humanidad de ser algo más cuando no son más que bestias que se arrastran y caminan sobre el fango de este planeta con orgullo y prejuicios enfermizos".

Tomó aire, sacudiendo la cabeza.

"Niega todo lo que quieras, rechaza la verdad todo lo que quieras, pero la verdad no puede negarse ni se negará. Cree en la clase de dios lamentable que creas que existe, cree en lo que sea que te haga dormir por las noches, pero que sepas esto: ya sabes que no hay nada más allá de la vida misma, pero te niegas a escuchar. Te niegas porque entonces toda tu existencia sería una mentira. Te niegas a aceptar la nada porque la consideras una carga ineludible. ¿Por qué he sufrido tanto, si el final es la nada? ¿Por qué me he obligado a vivir la vida, cuando no había cielo ni infierno que me esperaran? ¿Por qué he seguido leyes cuando nada me esperaba al otro lado? ¿Por qué no he matado a mis enemigos, saciando mi sed en su sangre, si no había castigo más allá de la muerte?".