Naruto - El Viaje Oscuro

6 - Aclarar ideas equivocadas en la oscuridad

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 6

Naruto estaba sonriendo.

Los ojos de Sakura miraron con una mezcla de preocupación y sorpresa al ver que el muchacho rubio, de aspecto habitualmente adusto, tenía en realidad una pequeña sonrisa ladeada en la cara. No sabía qué pensar, sobre todo teniendo en cuenta que se trataba de un triturador de basura.

Cogió su palo de punta metálica y lo utilizó para atravesar unas cuantas latas desechadas, antes de tirarlas al cubo de basura cercano, mientras pensaba en ello. Sus ojos se dirigieron una vez más hacia el chico rubio, evaluándolo y estudiándolo, ya que parecía ignorar por completo lo que ella estaba haciendo.

Los ojos de Sakura se encontraron entonces con los de Sai, y rápidamente fue a mirar al suelo una vez más. Sai había sabido desde el principio que Naruto era un Jinchuuriki, y de algún modo sentía que la muerte de aquel civil no había sido algo al azar. El hombre había hablado con ella, y alguien lo había matado por revelarle el secreto del rango S. Sintió un nudo en la garganta mientras se estremecía.

El sol estaba alto en el cielo aquella mañana, y sus rayos les golpeaban con fuerza. Toda la fuerza del verano parecía querer hacer que se arrodillaran y reconocieran la sed y la necesidad de un buen descanso. El protector frontal que llevaba en la cabeza le abrasaba, y había adoptado la costumbre de llevárselo a la cintura, como había hecho aquel Ino-cerdo. En su opinión, era la única forma de evitar un mechón de pelo quemado.

Sai parecía mantener la calma, el chico ni siquiera sudaba mientras barría con una escoba los diversos trozos de papel y escombros genéricos que la gente era tan aficionada a tirar por todas partes... menos en las papeleras.

Cerca de allí, los ruidos de los niños jugando se entremezclaban con la suave brisa que de vez en cuando daba un respiro a los genin. Sakura no sabía cómo abordar la discusión que, de repente, ocupaba el primer plano de su mente, así que cuando sus ojos se dirigieron hacia donde estaba su sensei se encontró mordiéndose el labio inferior.

El hombre pareció darse cuenta de ello, probablemente por su lenguaje corporal, y le hizo un gesto para que se acercara.

"¿Qué ocurre, Sakura?", preguntó amablemente, con los brazos cruzados delante del pecho.

"Sensei, ¿para qué sirven los rangos D?".

La cabeza de Aoba se movió ligeramente hacia arriba, como si realmente estuviera reflexionando sobre ello, antes de volver a mirarla fijamente. Al menos, no sabía si eso era cierto, ya que el hombre llevaba gafas de sol, pero podía suponer que la estaba mirando mientras hablaba.

"No hay una respuesta clara a eso", dijo la voz de su sensei con un tono apagado. "Algunos podrían decir que es porque son sólo una forma de mostrar lo útiles que son los shinobi a la población de la aldea, pero dado que todos en la aldea tienen parientes shinobi, ¿cuál es el propósito de eso? Otros podrían decir que como hay pocos civiles, entonces los shinobis se utilizan naturalmente como mano de obra para hacer obras públicas, personalmente... Creo que cada uno ve en las misiones de rango D lo que quiere ver".

"¿Eh?"

"Bueno, sé que para algunos shinobis, las de rango D son cosas que hacen para evitar el aburrimiento, probando formas nuevas y originales de completarlas para mantener aguzado el ingenio sin arriesgarse realmente a una situación de vida o muerte en una más peligrosa". Explicó con calma, levantando el dedo índice como para denotar la opción "uno". "Otros", aquí también levantó el dedo corazón, denotando "dos", "creen más bien que los rangos D se utilizan para relajar a los shinobis estresados. Recoger basura es aburrido y repetitivo, pero al menos es mejor que ir a otra misión de asesinato. Ya sabes, en vez de tener un simple tiempo de inactividad, recoges basura o ayudas a una señora a hacer la compra".