Capítulo 17

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La tensión en la habitación era palpable mientras las palabras del viejo resonaban en el aire. Melissa y Steve intercambiaron miradas nerviosas, sintiendo el peso de las acusaciones que se les lanzaban.

Hebert frunció el ceño, sus ojos llenos de desprecio. —¿Mis errores? ¡Yo no fui quien dejó a un hombre tirado moribundo en la carretera! ¿Cómo pueden dormir por las noches sabiendo lo que hicieron?—

Melissa bajó la mirada, sintiendo el peso de la culpa sobre sus hombros. —Lo siento, Hebert. No sé cómo explicarlo... fue una situación desesperada, no sabíamos qué hacer.—

Steve asintió, agregando con cautela: —Sí, lo que pasó fue terrible, pero no podemos cambiarlo. Estamos aquí para tratar de arreglar las cosas ahora.—

La habitación cayó en un silencio incómodo mientras cada uno procesaba las palabras del otro. Pero Hebert no estaba listo para dejarlo ir. —¿Y qué hay de la verdad oculta? ¿Por qué nunca hablaron de eso, eh? ¿Qué están escondiendo?—

Las miradas de Melissa y Steve se encontraron nuevamente, compartiendo un intercambio silencioso lleno de angustia. Finalmente, Melissa habló en voz baja, con cierta resignación en su tono: —Hebert, lo que estás pidiendo... es difícil. Pero si realmente quieres saber, es hora de enfrentar la verdad.—

El rostro de Hebert palideció al escuchar las palabras de Melissa. Un escalofrío recorrió su espalda mientras el miedo se apoderaba de él. La idea de que hubiera algo más, algo oculto, lo llenaba de pánico, haciendo que su corazón latiera con fuerza y su respiración se volviera entrecortada. Los temores de ser descubierto y enfrentar las consecuencias lo paralizaban, dejándolo sin palabras y con una sensación abrumadora de ansiedad.

Melissa, con manos temblorosas, sacó un sobre de su bolso y lo puso sobre la mesa. —Hebert, hay algo que necesitas ver. Encontré esto mientras ordenaba mis cosas hace unos días.— Con gesto vacilante, abrió el sobre y sacó un dispositivo USB.

Hebert observó el objeto con incredulidad, su mente llenándose de temores sobre lo que podría contener. —¿Qué es eso?—

Melissa tragó saliva antes de responder con voz entrecortada: —Es un video. Un video de lo que sucedió en aquel bosque solitario hace años. Lo siento, Hebert, pero necesitas verlo para entender completamente la verdad.—

La habitación se llenó con una tensión aún mayor mientras Hebert tomaba el dispositivo entre sus manos, con una mezcla de incredulidad y temor. Estaba a punto de enfrentar la realidad oculta que tanto había temido descubrir.

Hebert agarró la USB con manos temblorosas, sintiendo el peso de la verdad en sus dedos. Con un movimiento brusco, la arrojó al suelo, el dispositivo haciendo un sonido sordo al golpear el suelo de la habitación. Su expresión se volvió aún más salvaje mientras volvía a apuntarles con el arma, sus ojos ardiendo con una mezcla de ira y terror.

—¡No puedo creer que me hayan estado mintiendo todo este tiempo!—, gritó Hebert, su voz llena de furia contenida. —¡¿Qué más están escondiendo?! ¡Díganme ahora mismo o juro que no habrá escapatoria para ustedes!—

Melissa y Steve intercambiaron una mirada llena de preocupación, conscientes de que estaban en una situación cada vez más peligrosa. Respiraron profundamente, preparándose para lo que fuera que estuviera por venir mientras se enfrentaban a la furia desatada de Hebert y a las consecuencias de sus propios secretos.

—Steve, con un destello de valentía, dio un paso adelante, extendiendo una mano hacia Hebert en un intento desesperado por quitarle el arma. Pero antes de que pudiera siquiera tocarlo, Hebert reaccionó con rapidez, apretando el gatillo y disparando a quemarropa.—

Transtorno Fantástico: Pseudologia De Mi Memoria. Where stories live. Discover now