Asentí, rodé un poco por la cama para caer al suelo, intenté levantarme. Apenas podía mantenerme de pie y me acerqué como pude hacia Dylan, este que apenas podía mover sus dedos comenzó a desatarme el nudo que estaba en la cuerda de mi mano. Y sentí que era el momento de escapar.

—Tengo un plan para terminar con todo esto y poder entregarlo—dice Dylan muy atento en quitarme las cuerdas de mi mano.

❝Conduzco rápidamente con dirección hacia mi casa, Ed no tardará en venir y arrestarme, por lo que tengo que actuar rápidamente. Entonces, antes de llegar, veo que una patrulla de policía está estacionado frente a mi casa dejándome completamente molesto. Frené de inmediato y me quedé quiero observando como dos oficiales todavía seguían tocando la puerta. Entonces estacioné mi auto en dos casas antes y bajé de él.

Respiré hondo y con la mirada fija en aquellos dos oficiales, saco mi pistola de mi chaleco de cuero. Entro por la parte trasera de una casa para poder llegar a la mía. Las casas estaban divididas por una pared baja, por lo que no me tomaba mucho esfuerzo ni tiempo subirme en aquellas paredes y llegar al otro patio de otra casa. Corrí hasta llegar a la pared baja donde dividía esta casa con la mía. Me subí en ella y me bajé en mi patio. Caminé con cautela hasta llegar a la puerta trasera de mi casa y la abro con una de mis llaves. Entonces al entrar escucho como alguien abre la puerta principal. Saco el silenciador de mi chaqueta y la coloco en mi pistola mientras caminaba lentamente hacia la entrada.

Un policía estaba mirando mi mesa de licor mientras el otro se encontraba revisando los papeles en mi estante de libros. Le apunto al policía que estaba viendo mi mesa de licor y entonces le disparo justo en la cabeza matándolo al instante. El otro policía se alarma y saca su pistola y al ver que estaba a punto de pedir refuerzo le disparo en el cuello, este cae al suelo de inmediato. Antes de irme a mi despacho, le disparo otra vez en la cabeza y corro hacia mi despacho.

Al entrar tomo una mochila y entro todo lo que necesito para poder desaparecer, mi laptop, mi pasaporte, unos cuantos documentos falsos, camino hacia una pared que tiene un enorme cuatro, me deshago del cuadro tirándolo por algún lado del despacho, me encuentro con mi caja fuerte. La abro con la combinación de números que tengo como clave y tomo todo lo que necesitaba. Dinero, joyas, fotos de mi infancia, foto de mi hijo y dos pistolas más. Todo aquello lo entro en una mochila y salgo corriendo del despacho. Me dirijo a la sala de estar, donde los dos policías estaban en el suelo muertos por los disparos. Tomo una botella de vodka y salgo de la casa corriendo hacia mi auto.

Entro a mi auto, lo enciendo rápidamente y conduzco muy lejos de la zona. Con el corazón a mil. Conduzco hacia una zona rural de San Francisco, mi celular entona su melodía y veo que se trata de Ed. Doy un respiro y tomo la llamada.

Eres tú... maldito infeliz. No podía creer hasta que acabo de llegar a tu casa y me encuentro a dos de mis colegas tirados en el suelo... te advierto que eres ahora un asesino en serie que se está buscando vivo o muerto. Por lo que disfrutaré mucho dispararte—dice seriamente.

—No tenía elección. Era matarlos o morir y sabes muy bien que es lo que prefiero
digo abriendo la ventana de mi auto.

¿Dónde está mi hermana?

—No solo tengo a tu hermana. Sino a Dylan... los encontrarás muy pronto sin vida y otra cosa, Ed... la última persona que vio Sarah antes de morir fue mi rostro...—sonrío mientras escucho una maldición de Ed. Pero de pronto tiro mi celular por la ventana cayendo y supongo que se ha destruido. Continúo conduciendo hasta llegar a una casa abandonada.

La policía no tardará mucho en encontrarme en este lugar puesto a que esta casa está a mi nombre. Me estaciono y salgo de mi auto con mi pistola en la mano, tengo planeado terminar con esta misma tarde e irme de aquí para comenzar de nuevo. Abro la puerta principal de la casa, subo las escaleras y abro la puerta donde se encontraba Jess y Dylan. Me acerco a ella y la miro con desesperación.

Placeres y Venganza © *EN EDICIÓN*Kde žijí příběhy. Začni objevovat