𝑬𝑮 || "Oh you and me, we'd be a big conversation, and I heard about you, I got some big enemies".
|| El campeón Max Verstappen tiene todo a lo que siempre aspiró: ganar. Coronado campeón en 2021 llega a 2022 listo para conquistarlo todo.
Lo que no...
— chapter fourteen: i just wanna be one of your girls, tonight —
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MAX LLEVÓ SUS MANOS HACIA LA CINTURA de la castaña atrayéndola más a su cuerpo intoxicado que pedía a gritos calmar las ansias que Layla le provocaba, abriendo su boca sobre la de la modelo su lengua hizo acto de presencia destrozando todo lo racional dentro de la mente de la heredera.
Layla gimió bajito mientras llevaba sus manos hacia el cuello del hombro, tenía que admitir que Verstappen sabía besar demasiado bien.
Entre el humo y el alcohol ambos generaron una conexión mediante sus labios unidos, queriendo olvidar las emociones que los consumían y encontrando una vía de escape efectiva. La mano de Verstappen recorrió su cintura con cuidado, tratando de no llevar su mano más abajo para evitar incomodarla.
Layla se separó sintiendo el sabor de licor en sus labios, abriendo sus ojos se encontró con los azules de Max que solamente la devoraban queriendo decirle mil cosas, pero guardándoselas sabiendo que era demasiado para ambos.
― Lo bueno es que no te causo nada ¿verdad, Max? ― murmuró con una sonrisa llena de desafío que inconscientemente el piloto de Red Bull tomó a su favor.
Con una sonrisa genuina sus manos le dieron un empujoncito hacia su cuerpo haciéndolos colisionar en más de un sentido, la modelo cerró los ojos aguantando un suspiro de éxtasis cuando los labios del rubio bajaron por su cuello delineándolo, mordiéndolo y chupándolo.
Apretó sus puños al sentir como el piloto había conseguido su punto débil y mordió su labio inferior aguantando un gemido ante la mordida que le dio, con su mano recorriendo su cintura en una caricia que le mandaba miles de escalofríos. ― No soy el único, Layla. ― murmuró con voz ronca en su oído.
Cuando Max se separó Layla no perdió el tiempo y lo tomó del cuello jalándolo hacia sus labios que lo recibieron gustoso, el león de la fórmula uno no dudó en tomarla como se lo merecía, mostrándole que él era una persona que sabía hacer delirar a una mujer.
Sus lenguas chocaron en una batalla por ver quién poseía el control, dejando que sus mentes vagaran en los posibles escenarios que podían pasar esta noche, Layla se separó cuando la falta de aire hizo su efecto.
Cerró los ojos al sentir las manos de Max bajar insinuantemente por su cintura, rozando sus caderas efímeramente con sus pulgares sobre el vestido que tenía unas pequeñas aperturas en esa zona, el rubio lo había notado desde que se vieron enfrente del hotel y supuso que, debido al corte, Layla no llevaba nada debajo.
― Cuidado con esa mano ― murmuró sintiendo como su cabeza intoxicada pedía más.
Max soltó una pequeña risa ronca que llegó a puntos inimaginables de Layla. ― Estamos en medio de la pista ¿en verdad crees que me atrevería a llevar mi mano más abajo para notar cuánto es que te pongo?
